Paul McCartney en Argentina: un repaso emotivo por el legado eterno de un ícono de la música

En su esperado regreso a Argentina con la gira «Got Back Tour», Paul McCartney ofreció un show inolvidable en el Estadio Monumental. Acompañado por 70,000 fanáticos, el ex-Beatle recorrió su inigualable carrera con clásicos que emocionaron a varias generaciones.

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El 2 de octubre de 2024 será una fecha para recordar. Paul McCartney, el legendario ex-integrante de los Beatles, brindó un espectáculo histórico en el Estadio Monumental, donde miles de fanáticos argentinos disfrutaron de un recorrido por los más de 60 años de carrera del músico. A sus 82 años, McCartney sigue demostrando que su energía y carisma están intactos, cautivando al público de todas las edades desde el primer acorde.

Pasadas las 21 horas, McCartney y su banda subieron al escenario, abriendo la noche con los inconfundibles acordes de «Can’t Buy Me Love», que desató una euforia colectiva. El público no tardó en sumarse al coro, mientras McCartney, con su simpatía habitual, saludaba a los presentes en un español con acento británico que arrancó sonrisas: «Hola Argentina, estoy muy feliz de volver a verlos», dijo, provocando una ovación.

Durante más de dos horas y media, el repertorio fue un viaje a través de los años, con canciones emblemáticas de The Beatles, Wings, y su carrera solista. Desde «Drive My Car» hasta la nostálgica «Maybe I’m Amazed», el artista repasó las distintas etapas de su vida musical, incluyendo la sorpresa de interpretar «In Spite of All the Danger», una joya de su época con The Quarrymen, que marcó el comienzo de su leyenda.

Uno de los momentos más conmovedores de la noche fue el homenaje a John Lennon con la canción «Here Today», una balada cargada de emoción que McCartney dedicó a su amigo y compañero de vida. La conexión entre el público y el artista fue profunda, y la nostalgia se apoderó del estadio al interpretar «Now and Then», la última canción inédita de los Beatles, que McCartney trajo a la vida en un gesto cargado de simbolismo y emoción.

El cierre del show fue una verdadera celebración musical. Los acordes de «Let It Be», «Hey Jude», y «Golden Slumbers» resonaron con fuerza en un Monumental que se transformó en un mar de luces y carteles con corazones y los colores de la bandera argentina, creando un ambiente mágico.

La presencia de Paul McCartney en Argentina no solo reafirma su estatus como uno de los artistas más importantes de todos los tiempos, sino que también recuerda el poder de la música para unir generaciones y culturas. En un país donde los Beatles son parte del ADN colectivo, su legado sigue vibrando en cada rincón, demostrando que la magia de Liverpool aún está más viva que nunca.

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