Yaqui y Geraidy son dos artistas que emprendieron una aventura hacia la Argentina sin saber que cumplirían su propósito varios años después. Con mucho esfuerzo y dedicación, las mujeres cubanas abrieron su teatro titiritero en una ciudad bonaerense y en diálogo con TN explicaron cómo fue el recorrido desde su salida del país centroamericano hasta la actualidad.
Vendieron su casa en Cuba, llegaron a Ezeiza con 300 títeres y cumplieron su sueño en Junín
Yaqui Saiz y Geraidy Brito son dos mujeres de Cuba que se conocieron gracias al arte y decidieron patear el tablero para cumplir su sueño. Ambas dejaron su vida en el país centroamericano para perseguir su objetivo. Con algunos ahorros y más de 300 títeres, aterrizaron en Ezeiza en 2012 y se instalaron en Junín, provincia de Buenos Aires, donde cumplieron uno de sus proyectos de vida: abrir un teatro titiritero.
Así lo describe el periodista Enzo Páez Molina en el sitio web de TN en una entrevista que se le hizo a las artistas cubanas residentes en Junín
En diálogo con TN, contaron cómo fue el camino para dedicarse a las presentaciones con títeres, la construcción del teatro y cómo funciona en la actualidad. Según explicaron, al llegar a los 30 años tuvieron una charla reflexiva sobre su futuro y no dudaron en dejar todo atrás para empezar a construir lo que hoy se conoce en esta ciudad del noroeste bonaerense como “La Casa de los Títeres Cubana Argentina”.
Las artistas dejaron su vida en Cuba para cumplir su sueño en la Argentina. (Foto: Facebook/1ra Sala de teatro de títeres Cubana en Junín, Bs. As.)
“Yo soy licenciada de Artes Escénicas y desde que me gradué, me dediqué a las artes dramáticas. Pero cuando conocí a Yaqui, me metí de lleno en el mundo de los títeres y nunca más salí. Ella se graduó en el Teatro Musical, que cerró en 1999 por falta de presupuesto, lo que llevó a que abriera su propia compañía titiritera. Fue en ese momento cuando empezó su carrera”, explicó Geraidy.
Las mujeres cubanas formaban parte de un elenco que representaba al país a través del mundo. “Estuvimos en Vietnam, el País Vasco, México, pero la Argentina era el lugar tradicional de los titiriteros y nos propusimos a venir”, detalló. Sin embargo, para poder viajar tuvieron que vender su departamento y dejar no solo su país, sino también elementos importantes de trabajo, razón por la cual se vieron obligadas a empezar de cero en su nueva aventura.
“Nosotras sabíamos que era salir y ver qué pasaba porque la realidad es que no teníamos nada calculado, solo sabíamos que era un país titiritero y ese fue nuestro proyecto”, comentaron Yaqui y Geraidy a TN.
A pesar de la ilusión de llegar a un país con tradición titiritera, los primeros meses no fueron nada fáciles: “Llegamos a Ezeiza con 300 títeres. En Cuba no había Internet para saber cómo estaba la Argentina, pero elegimos este lugar en parte también porque habíamos conocido a un mimo de Junín mientras participábamos de un evento para artistas en Cuba”.
La sala de teatro cuenta con una capacidad para 52 personas. (Foto: Instagram/@lacasadelostiterescubana)
“Tuvimos tres funciones en la localidad bonaerense y nos pagaron. Después, nos fuimos a Venado Tuerto, pero no nos gustó. Fue ahí donde decidimos alquilar una pensión en Junín hasta que nos dimos cuenta de que teníamos que invertir ese dinero en un terreno baldío. Ahí construimos el teatro y nos pusimos en obra entre 2015 y 2020″, recordaron Yaqui y Geraidy.
En ese sentido, agregaron: “En esos cinco años no construimos solamente el teatro, sino también un público. Cuando por fin terminamos la edificación, llegó la pandemia y pudimos abrir recién en 2022, lo que significó remar nuevamente de cero para atraer a la gente”.
Las mujeres cubanas llegaron a Ezeiza en 2012 con 300 títeres y pudieron cumplir su sueño algunos años más tarde. (Foto: Instagram/@lacasadelostiterescubana)
De acuerdo con su testimonio, el teatro cuenta con capacidad para 52 personas y se mantiene gracias a la venta de entradas. “Nos preocupamos mucho por la gente y para que puedan venir muchas más personas. Además, hay un taller de realización de marionetas donde Yaqui hace sus títeres, tenemos habitaciones para recibir a artistas. La verdad es que nos da orgullo que todo lo hicimos dando funciones titiriteras. Todo fue hecho con nuestras obras”, expresó Geraidy.
Para poder mantener la infraestructura del lugar, organizan charlas y encuentros los viernes y sábados, mientras que los domingos hay obras representadas con títeres. “Los artistas vienen acá con sus obras. A nosotras nos interesa el compromiso con su presentación y con el mensaje que quiere transmitir, no hacemos una evaluación de qué trata. Lo que ocurre en escena es meramente artístico”, explicaron.
Yaqui y Geraidy no tienen interés en expandir su teatro ni a otros lugares: «Hay un vínculo casi familiar con la gente». (Foto: Instagram/@lacasadelostiterescubana)
Aunque tienen una gran cantidad de personas que visitan el teatro los fines de semana, aseguran no tener interés con expandirse a otros lugares con mayor capacidad. “Hay un vínculo casi familiar con la gente. Hay artistas que vienen de afuera, pero por ahora depende de nuestras manos. Si vienen personas a trabajar con nosotras que no les interesa nuestra historia y nuestro esfuerzo, no nos interesa. No queremos perder ni calidad ni cercanía por tener un teatro con 300 entradas agotadas”, señalaron las mujeres titiriteras.
El deseo de volver a Cuba
A pesar de haber cumplido su sueño en la Argentina, se ilusionan con volver a su país natal en el futuro: “Es nuestra tierra, nuestra gente y nuestra sangre. Quizás cuando estemos mejor económicamente, podamos volver. Crecimos mucho más de lo que hubiésemos crecido allí, pero son nuestras raíces”.
Respecto al futuro, reflexionaron: “Vamos a seguir trabajando de lo que nos gusta porque somos gente trabajadora y en cualquier país la educación y el trabajo son los pilares fundamentales”. Para cerrar, indicaron emocionadas: “Como artistas independientes es difícil hablar de futuro, pero vamos a resistir porque venimos de Cuba, un país que resiste”.
(Fuente: TN)