Maravilloso e inexplicable es como califica Patricia Urrutia la presencia de unos perros en el velorio de su madre, fallecida la semana pasada en Cuernavaca, México.
Los canes llegaron en la madrugada del 15 de marzo a una funeraria para despedir a una mujer que amaba a los animales.
La información difundida se hizo viral en sólo una hora y fue compartida por miles de usuarios de las redes sociales.
“Mi mamá vivía conmigo en Mérida, Yucatán, pero se vino a Cuernavaca, a casa de mi hermana para restablecerse de salud pero desgraciadamente fue imposible y en menos de 10 días nos dejó”, relata Patricia Urrutia.
Margarita Suárez, su madre, era una mujer entregada a los animales. Alimentaba a 20 gatos que no eran suyos pero que todos los días iban a visitarla a su casa.
“Cada vez que veía a un perro en la calle significaba regresar a casa para darle de comer”, recuerda Urrutia en entrevista con Norte Digital.
Los perros ‘desconocidos’
Cuando llegó el féretro a la capilla, explica Urrutia, detrás llegaron los perros.
“Mi cuñado preguntó si los animales eran de ahí y le contestaron que no, que nunca los habían visto”, dice aún con el dolor de haber perdido a su madre y el desconcierto de lo que sucedió esa madrugada.
Al llegar a la funeraria, se sentaron en una sala mientras preparaban el cuerpo para las honras fúnebres y los perros comenzaron a jugar con los presentes ahí.
“Eran como las tres de la mañana. Luego se echaron como pueden verse en las imágenes. Después llegó el cuerpo de mi madre y los perros se levantaron como si estuvieran en una fiesta”, agrega.
Luego se volvieron acostar y así permanecieron hasta la mañana cuando se fueron todos, menos uno que se quedó acostado en el pasillo. Una hora después regresaron los demás.
“Veinte minutos antes de que la lleváramos a cremar, se fueron como llegaron, con una fiesta. En medio del dolor, ellos brincaban de alegría, fue algo maravilloso”, recalca Urrutia que ve en esos perros a unos ángeles.
Algo todavía más increíble
Si la presencia de perros en el velorio fue increíble, más lo fue la ‘aparición’ de un pajarito a las tres y media de la madrugada.
“Eran las 3:30 cuando llegó un pajarito y pude grabarlo en video. Es raro que un pajarito entre a un lugar a esas horas”, añade Patricia.