Uno de los más importantes neumonólogos de Rusia, Alexander Chuchalin, renunció a su puesto en el Consejo de Ética del Ministerio de Salud tras intentar bloquear sin éxito el registro de la vacuna contra el coronavirus Sputnik V, presentada por dicho país como la primera de eficacia probada contra el virus que tiene al mundo a maltraer.
Sin embargo, Chuchalin dijo que esa vacuna todavía no estaba lista para ser presentada y fue por eso que dejó su cargo, alegando una «grave violación» de la ética médica en su desarrollo.
Además, dijo estar deprimido por las declaraciones «irresponsables» de algunos científicos sobre la vacuna. Días antes de su renuncia, había dado una entrevista en la que destacaba que «a nosotros, como revisores éticos, nos gustaría comprender, en primer lugar, lo segura que es la vacuna para los humanos».
Incluso, el doctor llegó a afirmar que «existe el peligro» de «aumentar la enfermedad con un diseño incorrecto de la vacuna».