Ángel Ávila y Marko Cortés, dirigentes nacionales del PRD y PAN, respectivamente consideraron prioritario recuperar la paz social y la estabilidad política en Bolivia
Los Partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) respaldarán al gobierno de México si determina otorgar asilo a Evo Morales, expresidente de Bolivia, tras conocer que el mandatario boliviano enviará a la Asamblea Legislativa su renuncia al cargo.
En entrevistas exclusivas con Infobae México, los líderes nacionales de los partidos opositores al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador lamentaron los incidentes violentos registrados contra opositores al régimen de Evo Morales, así como las difíciles horas que vivió el pueblo boliviano, previo a la dimisión del mandatario.
Ángel Ávila, presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD sostuvo que al renunciar a la presidencia del país andino, Evo Morales tomó una salida drástica, para evitar una escalada de violencia que creció porque, desde un principio, el presidente de Bolivia no respetó las reglas del juego democrático.
“Si eso abona para que Bolivia recupere la paz social y la estabilidad política, no vería mal que el gobierno de México le de asilo al mandatario indígena”, anticipó al referirse a las publicaciones de medios de comunicación bolivianos, los cuales afirman que Evo Morales habría solicitado asilo político al gobierno de México.
Marko Cortés, dirigente nacional del PAN opinó que la renuncia de Evo Morales a la presidencia de Bolivia representa el fin del autoritarismo en esa Nación andina e hizo votos para que en América Latina se restablezcan los contrapesos democráticos.
“Es hora de reconciliación social y trabajo para restaurar la democracia en Bolivia”, subrayó.
Los dirigentes del PAN y PRD consideraron conveniente la realización de nuevas elecciones libres y pacíficas, con la supervisión de la Organización de Estados Americanos (OEA), a fin de garantizar el pleno respeto a la voluntad del pueblo boliviano.
Asimismo, los dirigentes partidistas cuestionaron la política exterior del gobierno mexicano, porque tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador, como el canciller Marcelo Ebrard, felicitaron a Evo Morales, antes de conocer la calificación de la autoridad electoral y la opinión de la misión de la OEA que acudió a Bolivia específicamente para observar la celebración de los comicios presidenciales.
Yeidckol Polevnsky, presidenta del partido gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), publicó en su cuenta de la plataforma de Twitter que la renuncia de Evo Morales representa un «duro golpe a la democracia en América Latina y el regreso de la violencia.
“Exigimos respeto a la vida, la libertad y la integridad de los bolivianos”, advirtió.
Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores (SRE), anunció que de conformidad con la tradición política del país, México recibió a 20 integrantes del Poder Ejecutivo y Legislativo de Bolivia en la Embajada de México en La Paz. Y dijo que, de ser necesario, se ofrecería asilo político al ex mandatario.
No es la primera vez, durante el sexenio del presidente López Obrador, que el gobierno mexicano abre sus puertas a los asilados políticos. En octubre pasado, seis funcionarios opositores al régimen de Lenin Moreno en Ecuador se refugiaron en la Embajada de México denunciando que eran perseguidos políticos; la admisión de los solicitantes provocó una serie de protestas en las que acusaron a nuestro país de “proteger a criminales y golpistas”.
Durante el conflicto político y social en Venezuela, Franco Casella, diputado opositor al régimen de Nicolás Maduro se refugió también en la sede diplomática mexicana, cuando el régimen le levantó la inmunidad al parlamentario venezolano y lo acusó de apoyar un fallido golpe militar.