(CNN) –– La economía de Estados Unidos se contrajo nuevamente en el segundo trimestre, informó este jueves la Oficina de Análisis Económico.
El producto interno bruto (PIB), un indicador de gran alcance sobre la actividad económica, cayó un 0,9% sobre una base anualizada de abril a junio. Esa reducción marca un umbral clave para la definición más utilizada ––aunque no oficial–– de una recesión: dos trimestres consecutivos de crecimiento económico negativo.
Esta cifra, muy esperada, ha adquirido una importancia desmesurada a medida que inversores, legisladores y estadounidenses en general buscan algo de claridad en el confuso entorno económico actual.
Biden: «No fue una sorpresa»
Aunque la estimación inicial de este jueves marca una fuerte caída con respecto a la expansión del 6,7% que registró la economía de Estados Unidos en el segundo trimestre de 2021, la Casa Blanca se ha mantenido firme en que el país, a pesar estar sufriendo la inflación más alta en décadas, continúa siendo fundamentalmente sólido.
En esa línea, el presidente Joe Biden señaló en un comunicado que el resultado del PIB para el segundo trimestre «no fue una sorpresa». «Después del crecimiento económico histórico del año pasado ––y la recuperación de todos los empleos del sector privado perdidos durante la crisis de la pandemia–– no sorprende que la economía se esté desacelerando a medida que la Reserva Federal toma acciones para reducir la inflación”, dijo Biden en un comunicado.
Previamente, el gobierno incluso tomó la medida inusual de publicar una especie de explicación, señalando que dos trimestres consecutivos de contracción económica no constituyen, en sí mismos, una recesión. La Casa Blanca publicó una entrada de blog la semana pasada que decía que, además del PIB, los datos relacionados con el mercado laboral, el gasto corporativo y personal, la producción y los ingresos se incluyen en la determinación oficial de una recesión.
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La noticia de la contracción en el PIB llega apenas un día después de que la Reserva Federal tomara la medida histórica de volver a subir las tasas de interés en un 0,75%. «El mercado laboral está extremadamente ajustado y la inflación está demasiado alta», dijo el presidente de la Fed, Jerome Powell, al explicar la decisión. Esta acción sin precedentes enfatiza hasta qué punto el banco central está dispuesto a impulsar la economía para moderar los crecientes costos que sufren los estadounidenses. Justamente, en medio de los aumentos de precios más altos desde la década de 1980.
¿Estamos ante una recesión en la economía de Estados Unidos?
La Oficina Nacional de Investigación Económica, una organización sin fines de lucro, es el árbitro oficial de las recesiones. Y resulta poco probable que emita un veredicto en el corto plazo. Un comité dentro del grupo se encarga de evaluar una plétora de estadísticas durante un período de varios meses antes de tomar una decisión.
Algunos economistas apuntan a que la principal razón por la que sería prematuro declarar una recesión únicamente con la cifra del PIB es que los datos pueden cambiar y probablemente lo harán. Por ejemplo, las revisiones posteriores de las cifras para el primer trimestre cambiaron de una caída inicial del 1,4% al 1,6%,. En ese sentido, los números del jueves corresponde apenas a la primera de tres estimaciones.
Los ajustes son la norma y no la excepción, pues el Departamento de Comercio refina repetidamente sus cálculos a medida que dispone de nueva información. De hecho, aproximadamente un tercio de las publicaciones iniciales del PIB se basan en suposiciones y extrapolaciones estadísticas debido a la ausencia de datos concretos, según el Banco de la Reserva Federal de San Francisco.
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«Por lo general, estos son puntos únicos en el tiempo, instantáneas. Es casi como mirar un balance general versus un estado de resultados durante un trimestre», explicó Eric Freedman, director de inversiones de US Bank Wealth Management.
«Puede surgir nueva información», dijo, y cuando lo hace, esas variables cambian el resultado.
A veces, las diferencias entre las estimaciones son significativas. Las revisiones del PIB en el cuarto trimestre de 2008, por ejemplo, revelaron que la actividad económica se desplomó en un -8,4% anualizado. Lo que indicó una recesión mucho más profunda de lo que sugería la estimación inicial de -3,8%.
«Los inventarios son un problema»
En este momento, lo que más les impide a los economistas obtener una imagen clara es la acumulación de inventarios. Así como el correspondiente desequilibrio en los flujos comerciales habituales del país.
«Lo que estás comenzando a ver y escuchar mucho en este momento es lo que ocurre con los inventarios… Los inventarios son un problema, tanto en términos de la combinación de inventario que tienen los minoristas asó como en la cantidad», explicó Freedman.
La prisa por acumular productos durante los dos trimestres anteriores fue un error de cálculo de empresas como las grandes tiendas minoristas. Walmart y Target han dicho a los inversores que esperan reducir los precios para poder mover los productos. Pero desde una perspectiva macroeconómica, algunos expertos creen que esos pasos en falso implican que la economía en el primer trimestre no estuvo tan anémica como podría mostrar la caída del PIB.
Anna Rathbun, directora de inversiones de CBIZ Investment Advisory Services, sugirió que la contracción del 1,6% en el PIB del primer trimestre fue artificialmente baja porque las empresas comenzaron a acumular inventario en el último trimestre del año pasado. Esto impulsó la actividad económica que, de otro modo, habría ocurrido en los primeros meses de este año, dijo.
«El último trimestre, para mí, estuvo un poco inflado», dijo Rathbun. «Todos estaban acaparando cosas».
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Además, si las empresas importan más y exportan menos, esa dinámica pesa sobre el PIB, apuntó Jacob Kirkegaard, investigador principal del Instituto Peterson de Economía Internacional.
«Es el valor de la producción dentro de las fronteras físicas de Estados Unidos. Por lo tanto, si tienes, hipotéticamente, exportaciones que son planas e importaciones más altas, entonces tu déficit comercial está aumentando. En ese sentido, un déficit comercial creciente resta del PIB», especialmente cuando se combina con cambios bruscos en los precios, explicó.
«Cuando los precios de las materias primas fluctúan mucho, y especialmente en períodos de alta inflación en general, puede ser engañoso. Y, en mi opinión, pintar una visión demasiado negativa de dónde está la economía», dijo Kirkegaard. «Tenemos que tener cuidado al decir que la cifra del PIB es la métrica absolutamente válida para el bienestar económico del país».
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reiteró el miércoles la importancia de considerar varias medidas económicas clave a medida que el banco central determina los movimientos futuros de las tasas. Sin embargo, Powell dijo que la primera lectura de un informe del PIB debe revisarse con lupa.