El papa Francisco dejó abierta la posibilidad de que los «viri probati», hombres casados con una fe demostrada, puedan asumir tareas sacerdotales en algunas circunstancias, al tiempo que reafirmó que los cambios al celibato «no son solución» para aumentar la vocación.
«Debemos analizar si los ‘viri probati’ son una posibilidad», afirmó el pontífice en una entrevista a la revista alemana «Die Zeit», en referencia a la figura representada por hombres casados con fe demostrada a quienes se les pueda encomendar algunas funciones sacerdotales o de diaconado.
En la nota publicada este jueves, Jorge Bergoglio añadió: «También debemos establecer cuáles tareas podrían asumir, por ejemplo en comunidades aisladas».
Asimismo, afirmó que «la Iglesia siempre debe reconocer el momento justo en el que el espíritu pide algo».
En la entrevista enmarcada en su preocupación porque «la vocación de los sacerdotes representa un problema enorme que deberá resolver la Iglesia», Francisco descartó de plano la posibilidad de cambiar las normas del celibato ya que eso, aseveró, «no es una solución».