La transexual de 35 años, Nikki Exotika se presenta al mundo a través de las redes como una cantante pop que atravesó por múltiples cirugías y gastó más de un millón de dólares, durante las pasadas dos décadas, para lograr el aspecto de la famosa muñeca Barbie.
«Me reprimían cada vez que jugaba con la muñeca de mi prima a los 4 años, y a pesar de esto quise parecerme a Barbie, siempre fue mi sueño», confesó la artista estadounidense.
Oriunda del estado norteamericano de Nueva Jersey y autodeclarada fanática de la cantante Madonna, conformó la primera agrupación pop transgénero de Estados Unidos llamada «Secret Girls» (Chicas Secretas).
Durante su infancia en la escuela primaria, cuando todavía era conocida como Jason Torres, sufrió el maltrato y el acoso de algunos de sus compañeros que le propinaban comentarios homofóbicos hirientes.
Pero nada de esto detuvo el ánimo de una persona que tenía bien en claro cual era su objetivo. Es por esto que comenzó con inyecciones de hormonas y silicona en bares donde concurría en su adolescencia. A los 19 años se sometió a una reasignación de género, su primera intervención quirúrgica importante.
Para los 20 años siguió con tres operaciones de nariz, dos de busto y una reducción de su Nuez de Adán.
En la actualidad se muestra orgullosa por los cambios que introdujo en su vida y vive feliz con los tres hijos gay que adoptó.