Lisa Martin ingresó a la sala de emergencias del Memorial Satilla Hospital, en Georgia, Estados Unidos el 27 de septiembre de 2020, con diagnóstico de coronavirus. Su estado se complicó y fue conectada a un respirador. Luego fue inducida al estado de coma tras padecer un infarto cerebral del lóbulo frontal.
Pero en un acto que fue definido por los propios médicos como un milagro, Lisa despertó un día antes de que la junta médica decidiera, con el aval de su familia, desconectarla.
El día que se iba a realizar la desconexión, su esposo Jeff notó que los ojos de Lisa se abrieron y comenzaron a mirarlo.
La paciente, notablemente recuperada, fue dada de alta el 31 de diciembre. Los empleados del hospital grabaron su salida en un video que se volvió viral. El hospital informó que Lisa estuvo 59 días conectada a un respirador y 40 días en coma.
Deberá usar oxígeno las 24 horas y caminar con un andador o una silla de ruedas durante largas distancias, pero los médicos creen que pronto, gracias a la rehabilitación, se recuperará por completo.
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