En el teatro dramático de Mariupol, Ucrania, estaba escrito la palabra «niños» en ruso alertando a los agresores para que no bombardearan las instalaciones.
Las últimas horas del conflicto ruso-ucraniano estuvieron signadas por el ataque que sufrieron las instalaciones del teatro de la ciudad portuaria donde estaban refugiadas alrededor de mil personas. La incertidumbre sobre los daños se acrecentó hasta que llegó un parte de un legislador ucraniano: no hubo víctimas fatales, una versión aún no oficial. No obstante, el tironeo narrativo continúa. Rusia niega, Ucrania reclama, la Comisión Europa condena y Estados Unidos busca bajar el tono tras la exacerbación de su presidente.
El asedio aéreo que atentó contra el teatro de Mariúpol, un lugar donde alrededor de mil personas estaban refugiadas, llevó la discusión sobre la guerra en Ucrania hacia otro nivel. El ataque deliberado hacia un espacio de acogida para los civiles generó el rechazo de la comunidad internacional que apuntó contra Rusia.
La palabra “niños” estaba escrita en ruso, con letras blancas gigantes sobre el césped, para notificar a los aviones de Moscú que allí permanecían pequeños y que evitaran agredir las instalaciones.
El bombardeo ocasionó, además de las reacciones de repudio, incertidumbre respecto al estado de las personas que habitaban el teatro. Durante las horas que transcurrieron entre miércoles y jueves las miradas estuvieron puestas allí. Sin embargo, el legislador Serhiy Taruta llevó tranquilidad al aclarar que los ocupantes “permanecen con vida” y que la base antiaérea “resistió”.
A través de su cuenta de Facebook, unas declaraciones que fueron recogidas por Interfax-Ukraine, el parlamentario ucraniano afirmó que “por fin hubo buenas noticias en Mariúpol”, tras “una terrible noche de incertidumbre”.
“El refugio antiaéreo resistió. Los escombros comenzaron a ser desmantelados, la gente está saliendo con vida”, detalló Taruta. Además, explicó que las unidades de rescate no pudieron dirigirse a las ruinas del teatro por las dificultades severas que atraviesa la ciudad.
Una versión no oficial que contrasta con el más reciente llamado de las autoridades locales, quienes dijeron que aún tratan de establecer el balance de las víctimas, según AFP.
Entretanto, el parlamentario Dmytro Gurin le dijo a la ‘BBC’ que el refugio donde estaban los civiles resistió. “Hace unos minutos hemos recibido información que apunta a que el refugio y las personas sobrevivieron”, señaló.
Más de 24 horas después, no se conoce un balance oficial de víctimas ni se ha establecido que los ocupantes del teatro están sanos y salvos.
Rusia niega responsabilidad y la delega a nacionalistas ucranianos
Las autoridades del Kremlin se desligaron de las acusaciones que recayeron sobre ellos por el bombardeo al teatro de Mariúpol donde decenas estaban protegiéndose de la guerra.
El ministerio de Defensa ruso negó haber realizado un ataque a esas instalaciones de la machacada ciudad ucraniana y, en cambio, derivó la responsabilidad hacia los nacionalistas locales.
“Según la información fidedigna disponible, los combatientes del batallón nacionalista Azov han llevado a cabo una nueva provocación sangrienta volando el edificio del teatro que habían cableado”, afirmaron.
Mariúpol, junto a Kiev y Járkov, es uno de los objetivos principales de Moscú en esta invasión. Hace días que la situación es crítica por estar sitiada. Su ubicación estratégica hacia las orillas del mar y el ser limítrofe con la península de Crimea y el este separatista del Donbass la hacen un punto de vital importancia para Rusia.
Ucrania y un nuevo pedido de condena contra Moscú
Luego del brutal ataque sobre el teatro de Mariúpol, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski le solicitó este jueves a la comunidad internacional que se considere a Rusia como un “Estado terrorista” luego de acusar una agresión “deliberada”.
“Las Fuerzas Aéreas rusas han lanzado una enorme bomba sobre el teatro de Mariúpol donde se habían refugiado los residentes de la ciudad”, exclamó el mandatario en un mensaje publicado en su cuenta de Facebook.
Por su parte, el ministro de Exteriores Dimitro Kuleba calificó este acontecimiento como “otro horrible crimen de guerra” cometido por las fuerzas rusas y que el edificio quedó “completamente destruido”.
Estados Unidos baja el perfil luego de una acusación del presidente Biden
El país norteamericano repudió el hecho, pero no tan enérgicamente como lo venía haciendo con otros eventos de la guerra en Ucrania. La cuota tajante vino por parte del presidente Joe Biden, luego de afirmar que su homólogo Vladimir Putin es un “criminal de guerra”, una declaración que pasó a liderar la escalada de tensión entre ambos países.
El término “criminal de guerra” no es una simple expresión, tiene connotaciones legales y es una condición que debe ser determinada por organismos internacionales.
Normalmente, los funcionarios evitan formular tal calificación de manera coloquial y la manejan con prudencia.
No obstante, los dichos de Biden obligaron a la Casa Blanca a intentar desdramatizar la aseveración. La portavoz, Jen Psaki, por caso buscó justificar al Jefe de Estado diciendo que “había hablado desde el corazón” y que existía un proceso legal en desarrollo para formalizar tal determinación.
Lo concreto es que el trámite legal que se está llevando a cabo en la Corte Penal Internacional apenas ha iniciado y no es políticamente correcto que un líder de peso como el presidente de Estados Unidos lo utilice a la ligera.
La Comisión Europea califica de «inhumana» la agresión en Mariúpol
A través del portavoz Peter Stano, la entidad de la Unión Europea tildó como un acto «reprensible» lo sucedido en el teatro de la ciudad portuaria y alegó que incurría en una «violación grave y grave del derecho internacional humanitario».
Stano instó a Moscú a que se levantara el ataque en Mariúpol y luego hizo extensivo a toda Ucrania. “Lo mismo ocurre con toda la agresión de las fuerzas rusas en el territorio ucraniano”, agregó.
Con información de France Press, EFE y AP
