El Gobierno de Colombia renovó este martes su disposición a negociar con las organizaciones que participan de multitudinarias protestas sociales en las que la represión indiscriminada de las fuerzas de seguridad causó más de 40 muertes, a pesar de que el lunes a última hora las partes declararan fracasado el diálogo, en parte por la negativa de las autoridades de responder de manera afirmativa a los planteos del Comité Nacional de Paro.
El presidente Iván Duque procuró dar otro gesto con una nueva visita sorpresiva a Cali, epicentro de las protestas, aunque solo se reunió con autoridades.
Un dato saliente de la jornada fue que la Defensoría del Pueblo ajustó su número de muertos en las protestas a 41 civiles y un miembro de la fuerza de seguridad, lo que se acerca más a la cifra que manejan las organizaciones civiles y líderes de las protestas.
El Gobierno ratificó su disposición a conversar y que no tolerará que las fuerzas de seguridad abusen de su poder o excedan sus funciones.
«El Gobierno Nacional, a partir de este momento, está en la plena disposición de adelantar una mesa de negociación con el Comité Nacional del Paro para avanzar en los temas de la agenda que acordaremos con el acompañamiento de la Iglesia católica y de las Naciones Unidas», anunció el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, a través de un video.
El funcionario enfatizó que el Gobierno había analizado y evaluado las propuestas presentadas en la primera reunión exploratoria para lograr un acuerdo para poner fin a las protestas en el país, que llevan 13 días e incluyeron denuncias de violación de los derechos humanos, abuso policial y los muertos, entre ellos, el joven Lucas Villa, el estudiante que se convirtió en símbolo de la represión y que murió esta mañana tras días de agonizar.
El anuncio de Ceballos fue considerado por especialistas como un logro del Comité del Paro, que insistió en llamar negociaciones a los encuentros para buscar soluciones entre Gobierno y ciudadanía y no diálogos ni acuerdos, como los presentaba el Poder Ejecutivo.
«Con esto que cede el Gobierno, quedan otras condiciones que el Comité dejó muy firmes para poder concertar una metodología y empezar a negociar: el fin de la violencia por parte de la Fuerza Pública y la presencia del presidente Iván Duque en Cali», reportó el diario local El Espectador.
Ceballos, convertido en vocero del Gobierno de Duque, volvió a rechazar las violaciones a los derechos por parte de las policías, los bloqueos en las rutas y la violencia de la que fueron objeto algunos uniformados.
«Habrá cero tolerancias a cualquier violación de la Constitución y la ley por exceder las funciones de los funcionarios públicos, entre ellos la Fuerza Pública», apuntó el alto comisionado, citado por el diario El Tiempo.
Tras la reunión del lunes en la casa de Gobierno (Casa Nariño), a la que asistieron Duque; su vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez; el representante de Colombia ante la ONU, Carlos Ruiz; el de la Iglesia Católica, monseñor Héctor Fabio Henao y el propio Ceballos, los delegados de las organizaciones que están en paro destacaron que no hubo acuerdo y anunciaron la convocatoria a nuevas jornadas de marchas.
Además del pedido del cese de la violencia a quienes hacen ejercicio legítimo de su derecho a la protesta, el Comité Nacional del Paro exige una renta básica de por lo menos un salario mínimo legal mensual, la defensa de la producción nacional (agropecuaria, industrial, artesanal, campesina) y detener las erradicaciones forzadas de cultivos de uso ilícito y aspersiones aéreas con glifosato.
Asimismo, reclama subsidios a las Pymes, empleos signos y una política que defienda la soberanía y seguridad alimentaria.
El Gobierno, en tanto, planteó seis puntos de discusión: vacunación masiva, reactivación segura, no violencia, protección a los más vulnerables, estabilización de las finanzas públicas y matrícula cero.
Mientras esta brecha está lejos de achicarse, la cuestión clave del número de víctimas empezó a despejarse este martes: la Defensoría del Pueblo ya acepta que hay 41 civiles muertos y un miembro de la fuerza pública, una cifra muy cercana a los 47 que registran las ONGs Temblores e Indepaz.
El Ministerio de Defensa, a la vez, sostiene que hay 849 policías lesionados, 12 por armas de fuego y maneja el dato de 716 civiles que también han sufrido lesiones, aunque sin precisar los heridos de bala.
Duque volvió a Cali –su segunda visita en 48 horas- para buscar una salida a la crisis con la gobernadora de Valle del Cauca, Clara Luz Roldán, y el alcalde Jorge Iván Ospina.
Según la Presidencia, el paso de Duque por la ciudad fue para un encuentro en materia de seguridad y para “adelantar los avances del equipo de Gobierno en los temas sociales”, consignó la agencia Sputnik.
En la ciudad, cientos de indígenas permanecen concentrados dentro de la estatal Universidad del Valle, luego que otros miles de personas arribaron para unirse a las protestas y hacer sus propias peticiones al Gobierno.
Para mañana está programa otra jornada de marchas y movilizaciones en todo el país.