Dagmar Turner tiene 53 años y fue operada en el King’s College Hospital de Londres por un tumor en su cerebro que debía ser extirpado. Aunque la imagen su operación no fue la tradicional.
Turner es una música integrante de la Orquesta Sinfónica de la Isla de Wight y, pese a los riesgos de semejante operación, no quería perder la habilidad de tocar el violín después de la misma.
Para esto, durante la previa a la intervención, los médicos estuvieron analizando qué áreas del cerebro desarollaba Turner al tocar su instrumento y decidieron junto a ella despertarla en el medio de la misma y pedirle que se ponga a tocar el violín. Esto aseguraría que los cirujanos no dañen las áreas cruciales del cerebro que controlan los delicados movimientos de las manos de Dagmar cuando toca el instrumento.
Es así como durante la craneotomía Dagmar se dedicó a hacer lo que más le gusta: tocar el violín. Mientras tanto, los médicos operaban y un grupo de ayudantes la vigilaba muy de cerca.
Turner había sido diagnosticada hacía varios años con un gran glioma de grado 2 después de sufrir una convulsión durante una sinfonía. Con los años el mismo fue creciendo y ya no hubo más remedio que operar para extirparlo.
El detalle es que el médico que la operó es licenciado en música y pianista, por lo que entendió a la perfección el deseo de Dagmar Turner, que afortunadamente pudo recuperarse de la mejor forma y, por ende, seguir haciendo lo que más le gusta.
