El depuesto presidente de Bolivia, Evo Morales, y su vice, Álvaro García Linera, llegaron este martes a México en condición de asilados políticos.
Morales fue recibido en el aeropuerto de la Ciudad de México por el canciller de ese país y brindó un breve discurso en el que agradeció al presidente Andrés Manuel López Obrador por «salvarle la vida».
«El único delito que tengo es ser indígena» dijo y siguió, «el único delito que tenemos con Álvaro (García Linera) es haber implementado programas sociales para los más humildes buscando la igualdad y la justicia. Sólo va a haber paz cuando se garantice la justicia social».
Evo aseguró además que el golpe de Estado que lo alejó del poder se puso en marcha el mismo 20 de octubre, días de las elecciones presidenciales, pero luego de tres semanas «comenzó la última etapa del golpe político y cívico al que sumó la policía nacional».
«Estoy muy agradecido con el presidente López Obrador, me salvó la vida» dijo sin ambages y contó que la noche anterior a su renuncia un miembro de su custodia le mostró mensajes que había recibido en los que lo instaban a entregar al ahora depuesto mandatario a cambio de 50 mil dólares.
«Somos antiimperialistas y no por este golpe voy a cambiar mis ideas, voy a seguir trabajando por los sectores humildes y mientras haya vida seguiremos en la lucha» concluyó Evo.