Más de mil perros callejeros fueron envenenados por empleados de la municipalidad de Karachi, después de una ola de críticas y de denuncias de que los canes habían mordido a mujeres y niños, informó este miércoles un funcionario.
Un total de 1.050 perros fueron sacrificados en la primera fase de la operación, que tiene previsto matar a otros 2.000 perros.
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Rehan Hashmi, presidente de la jurisdicción municipal, dijo que las autoridades han recibido una ola de críticas de que los perros muerden a la gente y defendió el programa de exterminación de los canes, ya que la ciudad carece de recursos.
«Si hubiera algún otro recurso u opción, me hubiera encantado poder hacerlo», dijo Hashmi, quien agregó: «después de todo son seres vivientes».
En Pakistán el tema de los derechos de los animales no está presente en el debate público, pero de a poco surgen grupos de veterinarios y activistas que buscan encontrar un equilibrio para conciliar la vida de los canes con los miedos de la población, que en muchos casos los considera como impuros, en base a creencias religiosas.
Algunas estadísticas estiman que en Karachi podría haber hasta 35.000 perros callejeros y cada año se denuncian cerca de 15.000 ataques a humanos, aseguró Isma Gheewala, del Centro de Atención a los Animales.