La reconocida empresa Atlantis Events ya definió para este 2020 los viajes en cruceros exclusivos para lesbianas, gays, bisexuales y transgénero. Uno en julio que parte de Ámsterdam y recorre toda la costa de la península ibérica hasta terminar en Barcelona. En agosto cuentan con una ruta que se centra en Italia y las islas griegas, y en febrero se trasladan a Oceanía para descubrir Australia y Nueva Zelanda. Diversas opciones que siempre llevan la libertad y la diversión por bandera.
Una nota publicada en el sitio web español «Shangay» brinda información y tips de distinta relevancia para quienes elijan viajar en estos cruceros. Explican que «a la hora de hacer la valija para embarcarte en un crucero gay Atlantis se deben tener en cuenta varios imprescindibles. No pueden faltar shorts o trajes de baño, de todo tipo, colores, formas, estampados… Probablemente sea la prenda que más luzcas a lo largo de los días, ya sea tomando el sol, en la piscina o en alguna playa de las ciudades que se visiten.
El segundo punto a tener en cuenta «tiene que ver con las fiestas temáticas que se celebran cada día –algunos días hay varias, con dress codes totalmente diferentes–, entre las que encontramos Sea of Nations, donde debes sacar los colores de tu país; Wild Things, para sacar el animal que llevas dentro; o la mítica White Tales, donde el blanco es el rey. Los disfraces son esenciales para disfrutar a lo grande de un crucero Atlantis, integrarse con el resto de viajeros y vivir una experiencia única».
«A pesar de las fiestas y todo el entretenimiento que ofrecen los cruceros Atlantis, estos también son una fantástica manera de conocer otros países. Este pasado verano, a bordo del Oasis of the Seas –uno de los barcos más grandes del mundo, con cerca de treinta bares y restaurantes, comercios, rocódromos, simuladores de surf, piscinas, jacuzzis–, el de Atlantis se ha convertido en el mayor crucero gay que jamás haya navegado por Europa», explica.
Al final de la nota informativa, agrega «Shangay» que «para conocer y abrirte a la cultura de otras nacionalidades no hace falta pisar tierra. A bordo del Atlantis se puede conocer a hombres de Estados Unidos, Canadá, Australia, Francia, Alemania, México, Colombia y un largo etcétera en el que, por supuesto, también encontramos muchos españoles.
Miles de hombres que, ya sea con sus amigos, su pareja o solos, deciden pasar juntos unos días en los que las fronteras y las diferencias desaparecen. Da igual de dónde seas o cómo seas, siempre vas a encontrar una sonrisa o una buena conversación a bordo de un crucero como este. Tanto es así que los viajeros que ya han repetido con Atlantis en más de una ocasión –que son muchos– aseguran que, gracias a estas experiencias, han estrechado lazos con otras personas y han acabado convirtiéndose en buenos amigos, o incluso en parejas.
Uno de los falsos prejuicios que se pueden tener de cara a decidirse por pasar las vacaciones en un crucero gay es la idea de que todos los hombres que viajan en él tienen un cuerpo musculoso. Sin embargo, la idea no podría estar más alejada de la realidad. Basta con darse un paseo por la cubierta en donde se encuentran las piscinas y jacuzzis para descubrir que los cánones de belleza no tienen importancia en Atlantis.