En las últimas horas, se conoció el primer caso de un gato que dio positivo en los test por COVID-19 que debió ser sacrificado. El hecho ocurrió en España, donde el felino se volvió la primera mascota en morir a raíz del coronavirus.
“Negrito” tenía cuatro años e ingresó al hospital veterinario con síntomas compatibles con el virus que tiene en vilo al mundo entero. El animal tenía dificultades respiratorias, alta temperatura, insuficiencia cardíaca y nivel de plaquetas bajas.
Fue sometido a una necropsia donde los médicos veterinarios confirmaron que sufría una cardiomiopatía hipertrófica y el virus del coronavirus. Sin embargo, el Centro de Investigación en Sanidad Animal de España aseguraron que la carga vírica era baja y que el animal debió ser sacrificado por sus patologías previas y no principalmente por el COVID-19.
La familia de “Negrito” también había dado positivo y uno de sus miembros murió a causa de la pandemia. Por lo tanto, si bien todavía no se comprobó que los animales puedan contagiar a humanos sí es posibles que los humanos contagien a animales.