En una casa velatorio de la ciudad de Taipe, la música sonaba de manera realmente entusiasta. Es que dos mujeres vestidas en ropa interior, con botas de cañas altas negras, bailaban de manera efusiva y sensual sobre el ataúd del finado.
Lu esposa sabía que su marido “amaba” a las mujeres hermosas, por eso decidió contratar dos bailarinas para que él tenga su ultima festichola.
Los amigos y familiares, perplejos por la aparición de las señoritas, tomaron sus teléfonos celulares y registraron las imágenes.
Las dos chicas bailaron sobre el cajón, tres canciones sucesivas. Además el show incluyo como puesta en escena luces de led puestas detrás del ataúd.
Luego, todo volvió a la normalidad, las chicas se retiraron y el ataúd fue llevado al coche a la espera del inicio de la ceremonia solemne.