Luego de casi seis años se volvió a poner en venta la esquina de Mitre y Lebensohn. Hasta 2017 funcionó el Hotel y Car Bar Tribunales, luego se transformó en Vovó hasta el año pasado. Más atrás en el tiempo, era el Valente cuando el ex presidente llegó a nuestra ciudad y fue agasajado en sus instalaciones. Después pasó a llamarse «Buenos Aires». Por allí pasaron también Leo Mattioli, Ráfaga, la Repandilla, La Base, entre otros que llegaban a la ciudad en los ´80 y ´90. También estuvieron alojadas promotoras de las carreras de TC.
INMUEBLES EMBLEMATICOS
Histórica esquina de Junín en venta: Hasta Domingo Faustino Sarmiento pasó por allí
«EL DÍA QUE EL GRAL SAN MARTÍN DERRAMÓ LÁGRIMAS EN LA PLAZA»
Se apagaron las luces,
Las llaves esa tarde no tuvieron su paseo habitual,
Silenciosas dormitaban en el tablero,
Se apagaron las últimas llamas que calentaban el legendario y tan recordado Hotel Buenos Aires,
Nada fue igual,
El olorcito a pan tostado comenzó a extrañar al pasajero vespertino que lo venía deleitando durante todo el viaje.
Hasta Don Domingo F Sarmiento comenzó a sentir frío,
Preguntando nervioso … cuál iba a ser su nuevo destino?
» Esta es mi casa y aquí moriré » exclamaba desorientado,
de la habitación contigua.
Una voz se escuchó corroborando la amistad que había existido por entonces,
Entre el ministro y el asesor que nunca se había retirado de su habitación,
Preparando su bosquejo del trazado de la plaza principal.
Hasta la TV se descolgó apresurada dando un tropezón,
Pensó que ya no iba a tener admiradores que la sedujeran como antes,
Las lágrimas comenzaron a humedecer el escritorio que Luis cuidaba tanto,
Ya solo el espejado vidrio se consolaba
Pensando que las lágrimas limpiarían tanta amargura.
Los cuadros encontraron un nuevo entretenimiento ante tanto desvelo,
Se regocijaban con el ruido del picaporte
Deleitándose con las distintas imágenes que se reflejaban sorprendidas.
Querido Hotel,
Aquí me encontrás desvelado para cuando quieras regresar,
Sabés bien cuanto te quiero !
Estoy seguro que pronto encenderé nuevamente las luces de alguna habitación,
Aunque sea el sueño repentino mas hermoso que jamás he tenido .
En junio del año 2017, con ese poema, el juninense Angel Diez se despidió del histórico Hotel Nueve de Julio. Aquel hotel Buenos Aires donde se alojó Domingo Faustino Sarmiento. Hoy este poema vuelve a cobrar vigencia.
Seis años y medio después, la esquina histórica juninense volvió a apagar sus luces, a cerrar sus puertas y a aguardar nuevo destino puesto que actualmente se le colocó el cartel de Venta.
En junio de 2017, el periodista y divulgador histórico juninense Roberto Carlos Torres entrevistó a Angel Diez, fue conserje durante seis años del Hotel Tribunales, antes Nueve de Julio y le contó la historia del mítico hotel y confitería.
Angel Ingresó en el año 1986 a trabajar en el Hotel Nueve de Julio, de Marta Senti de Venere. Era propietario de un polirrubros en General Paz y avenida San Martín antes de entrar a trabajar en el lugar, un lugar que lo vio crecer. El lugar contaba con 28 habitaciones, y allí vivían dos personas en forma permanente, cada una en su habitación: Marita, tía de la dueña y Alba Fernández, de 88 años, una juninense que volvió a nuestra ciudad luego de residir junto a su hijo en la provincia de Misiones. Ella estuvo en el hotel hasta el 3 de junio en que la trasladaron a otro lugar.
De Sarmiento contó Angel que el ex presidente argentino se alojó en la habitación 3 que posteriormente, hasta el cierre funcionaba como depósito de insumos y el lugar donde tomaba su refrigerio personal del Hotel. En la habitación 4 estuvo alojado un asesor que los acompañaba.
Y de la habitación contigua la número 4, narró Angel que una noche, una huésped comenzó a decir que veía fantasmas y se fue del Hotel. Así es que se inició una especie de leyenda que Angel contó en el poema que abrió esta nota:
A CONTINUACION ANGEL NOS CUENTA COMO CONOCIO Y COMENZO SU RELACION CON EL HOTEL NUEVE DE JULIO: LA HISTORIA DE UN BASTON QUE APARECIO DESPUES DE VARIOS AÑOS, UNOS DIAS ANTES DEL CIERRE:
De Sarmiento contó Angel que el ex presidente argentino se alojó en la habitación 3 que posteriormente, hasta el cierre funcionaba como depósito de insumos y el lugar donde tomaba su refrigerio personal del Hotel. En la habitación 4 estuvo alojado un asesor que los acompañaba.
Y de la habitación contigua la número 4, narró Angel que una noche, una huésped comenzó a decir que veía fantasmas y se fue del Hotel. Así es que se inició una especie de leyenda que Angel contó en el poema que abrió esta nota:
A CONTINUACION ANGEL NOS CUENTA COMO CONOCIO Y COMENZO SU RELACION CON EL HOTEL NUEVE DE JULIO: LA HISTORIA DE UN BASTON QUE APARECIO DESPUES DE VARIOS AÑOS, UNOS DIAS ANTES DEL CIERRE:
Por el hotel pasaron artistas. «En el hotel Nueve de Julio iban muchos grupos musicales. Mario Cipolla había contratado el hotel para alojar a muchas personalidades que él traía para actuar en el Club Rivadavia. Leo Mattioli, Ráfaga, la Repandilla», son algunos de los nombres que vinieron a la memoria de Angel junto a este otro recuerdo:
«Se trabajaba muy bien y se llegó a esta instancia porque por allí no se hicieron las modernizaciones que debieron hacerse en un hotel de esta categoría porque todos los hoteles de alrededor se fueron superando, para seducir a los sindicatos y distintos gremios», reflexionó.
Rememoró que entre quienes se alojaban también estuvo el dirigente de izquierda Néstor Pitrola. En el último ascenso de Sarmiento a la A, también pasó Manuel Moretti, el cantante de Estelares junto a su familia.
El recuerdo de Sarmiento por el hotel:
PARTE DEL CASCO FUNDACIONAL DE JUNIN
La historia de la actual esquina de calle Mitre y Lebensohn comenzó a escribirse ya desde la época del Fuerte Federación, después de 1827, porque en dicho emplazamiento militar, desde 1853, Fuerte Junín, se encontraban las cuadras de la caballería que estaban hechas de material crudo. Eran dos, una media 16,70 metros de largo y 5,10 metros de ancho y la segunda media 5,10 metros de largo y 4,18 de ancho.
Inclusive la cuadra ya estaba desde hace casi doscientos años destinada al encuentro social porque por sobre calle Mitre al lado de la actual puerta de acceso al mítico hotel, frente a la plaza «25 de Mayo» estaba la otra pulpería del Fuerte que pertenecía al comandante Mariano García.
EL HOTEL CUANDO PASO SARMIENTO
(Extraído de la revista Historia de Junín). Domingo Faustino Sarmiento visitó Junín en 1884, al inaugurarse el último tramo del ramal Buenos Aires al Pacífico, que precisamente terminaba en nuestra ciudad. Llegó entonces a la vieja estación del Central Argentino que estaba ubicada en la intersección de las calles Cabrera y la actual San Martín.
Lo acompañaba una nutrida comitiva integrada entre otros por el doctor Madero, su médico personal; el ingeniero Víctor Petot freire; el contratista de las obras ferroviarias señor Juan Clarck; el ingeniero Juthaus; los señores Sáncgez, Malmen y Zavalla; los ingenieros Francisco Morel y Carlos Maschuri (este último luego fue ministro de Obras Públicas de la Nación).
Acompañado por algunos de los viajeros y vecinos de Junín visitó la Mar Chiquita a la que se le cambió el nombre por el de Mar Sarmiento en su homenaje.
Sarmiento fue agasajado con un banquete servido en el hotel «Valente». Después fue Buenos AIres y más tarde Nueve de Julio, convirtiéndose en Tribunales con los dueños que se hicieron cargo hace quince años.
Cuando Sarmiento pasa por nuestra ciudad, este establecimiento estaba en manos de don Antonio Valente que llegó a Junín siendo muy joven. Su padre, en el siglo 19, había sido dueño de una quinta donde posteriormente se levantó el hospital Italiano. También tuvo restaurante en ese sitio.
Don Antonio Valiente tenía un hijo llamado cariñosamente Pililo que contaba con 11 años de edad cuando Sarmiento visitó Junín. Su nombre era Manuel y con el correr de los años fue dueño del solar de la avenida Rivadavia donde posteriormente se instalaría la usina eléctrica (hoy EDEN).
Allí tuvo una cohería con servicio de volantas y coches, hasta que vendió el inmueble al señor Vacarezza que instaló en él la usina.
Con relación al banquete, al finalizar fue servido un postre bañado en caramelo, con la forma de una máquina de ferrocarril y algunos vagones. El realizador fue el confitero Giacomo, de grandes bigotes, gorro blanco y prolija indumentaria. Sarmiento, encantado por lo bien preparado del plato felicitó al hombre y le dio una propina de cincuenta pesos (de 1884).
ENTREGA DE MEDALLAS
Otro hecho que protagonizó Sarmiento en Junín fue la entrega de medallas a los mejores alumnos de aquel entonces (hace 133 años). Una de ellas correspondió a la alumna Magdalena Viganó y llevaba la inscripción «Premio a la aplicación».
LA MAGNOLIA
En su visita a Junín, Sarmiento trajo varias plantas que distribuyó en diversas fincas. La que más se recuerda es la magnolia que plantó él mismo en la finca de Vicente Gandini que entonces tenía instalada una farmacia frente a la plaza principal.
Aquellas variedad fue conocida por todos y posiblemente uno de los recuerdo físicos que fueron más advertidos por la población.
Firma de Sarmiento que aparece al pie de la carta enviada al Juez de Paz de Junín, don Pedro Aparicio, el 19 de octubre de 1860.
(Nota de Roberto Carlos Torres, periodista y divulgador histórico juninense. Fuente: Juninhistoria.com para JUNIN24)
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