A diario se reflejan a través de Junin24 los reiterados incidentes viales en los que, por lo general, la protagonista es la imprudencia.
A la “señora del hielo”: La imprudencia, suele ser la “madre de las desgracias”
En las ciudades, vehículos que cruzan semáforos en rojo, conductores que se distraen por lo general haciendo uso del teléfono celular, falta de experiencia al volante, inconsciencia de quienes en segundos se transforman en protagonistas de incidentes viales, consumo de alcohol u otro tipo de sustancias.
Y en rutas, se suma una de las faltas o fallas que bien podrían calificarse de “criminales”.
Contado en primera persona, tal vez, permita a alguien tomar conciencia.
Con que un solo conductor cambie actitudes temerarias frente al volante, alcanzaría.
Quien relata a través de las redes sociales la experiencia de la que nos ocupamos, espera que ayude a reflexionar.
“Recién puedo hilar. Puedo pensar un poco y necesito descargarme” comenzó explicando en su relato
Y con esto, “no busco victimizarme. Simplemente dejar un testimonio que al menos pueda servir para reflexionar”.
“Hoy por la mañana salimos con Daniela Paz hacia Junín en la Kangoo. Un par de kilómetros antes de llegar a Baigorrita, venía en sentido contrario un camión con acoplado, un auto y detrás una Eco”.
“De manera imprevista la Ford se adelanta en la ruta para sobrepasar el vehículo que la antecedía y al camión”.
Fue “una maniobra improcedente porque no le daban las distancias. No había manera de sobrepaso, el desenlace era inevitable, me la ponía de frente. No quedaba otra. Comenzó la Eco a zigzaguear delante nuestro y no sé, a 10 centímetros, juro que no más de eso, logro, por designios de Dios, hacer la maniobra que nos salvó la vida. Literal”.
En medio de la desesperación, reflejos rápidos y fortuitamente una maniobra acertada, “vi un hueco entre la camioneta y el camión y pasé”.
“No sé aún cómo. Era ir en contra de toda la estadística, la física, etc. etc. ir en contra de todo”.
“Lo cuento ahora porque puedo. Logré estacionar rápidamente a la vera de la ruta, llamé a emergencias, me puse el chaleco refractario, no sin antes dialogar con quién guiaba la camioneta que ya se encontraba lúcida. Dejo pormenores de lado que no vienen al caso”.
Además de relatar la situación que podría haber terminado en una tragedia, a la hora de reflexionar respecto de la experiencia, agregó que “no entiendo, no puedo comprender cómo una persona, una irresponsable en este caso, puede poner en peligro la vida de otros sin medir las consecuencias”.
“Nunca, nuncaaaa me preguntaron cómo estaba. A Daniela menos…como si nada hubiese pasado”.
Siendo condescendiente, el conductor de la Partner agrega que deja la duda “porque puede haber quedado en shock – la automovilista- por lo que le pasó, volcó. Pero me quedan algunas otras incógnitas. Porque la señora estaba preocupada por llegar a Los Toldos con el hielo en bolsas que llevaba en los asientos de la camioneta…hablaba sólo del hielo….”¡y ahora qué hago con el hielo!” decía. Bueh….. dejémoslo ahí
“En décimas de segundos un irresponsable te arrebata la vida sin importarle un CHOTO el otro…los otros. Yo iba con MI AMOR al lado, NO SE LO HUBIESE PERDONADO NUNCA”.
Y dirigiéndose directamente a la mujer responsable de protagonizar el siniestro que podría haber terminado en tragedia, le dice, “A ver señora del hielo si la entiende ahora, usted puso en peligro la vida de alguien que es mamá, tía, hija, abuela, esposa, sobrina, amiga, etc. etc. etc”.
“Lo puedo contar, lo quiero contar, lo pongo en palabras y darle la certeza a esa persona que no me quedan resquemores. No guardo rencor, tal vez, porque estoy VIVO y está viva DANIELA y eso no es poco. Ojalá señora pueda darse cuenta de la cagada que se mandó”.
“Estoy vivo de pedo. ESTAMOS VIVOS DE PEDO. No se dice así, dijera mí abuela, pero en castellano común es más entendible.
“Gracias al Camionero que paró y a la chica que venía detrás con su mamá. Gracias de corazón. ESTOY VIVO, LPMQLP!!!!”
Nota de Redacción: Acompañando el crudo relato del conductor de la Peugeot Partner, a la “señora del hielo” podríamos agregarle que como consecuencia de maniobras temerarias como la suya, las rutas de nuestro país han sido y son escenario de tragedias que se cobran vidas a diario.