Agostina Zeller, una Sabalera suelta en Junín

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Creció jugando al fútbol a tres cuadras de ese estadio que recibió el mote de Cementerio de los Elefantes, porque allí mordieron el polvo los más poderosos del país. Se ilusionó con ella también poder defender en esa cancha la camiseta de su amado Colón de Santa Fe, al que además de dedicar su vida entera como hincha dedicó seis años como futbolista. Entendió, sin embargo, que para avanzar tenía que dejar la ciudad, el club y buscar nuevos horizontes. Encontró lugar en Deportivo Español, que recientemente había ascendido a la máxima categoría del fútbol argentino. Pero lo que empezó siendo un sueño, terminó en pesadilla para ella y sus compañeras. Superada una lesión, sin contrato y viendo que los planteles de la Primera A ya habían cerrado sus filas, ella misma se buscó la oportunidad de seguir jugando en AFA. Escribió a Sarmiento, viajó a Junín y esa misma madrugada a disputar su primer amistoso con el equipo.

Con 18 años y la experiencia de haber jugado en la élite de nuestro fútbol, Agostina Zeller llegó a reforzar la defensa de Las Maestras para su tercera temporada en Primera B. El entrenador Agustín Lavagnino le dio la confianza para iniciar como titular los cuatro partidos que se llevan disputados, ocupando la banda derecha. Ella pagó mejorando su rendimiento partido tras partido y aportando en el último ante Luján dos asistencias cinco estrellas para el triunfo 5-0.

-¿Cuánto ayudó la confianza que te dio el DT en estas primeras cuatro fechas a tu propia confianza adentro de la cancha?

-Mucho. Siento que si me sigue poniendo es porque tengo cosas buenas. Obviamente tengo mucho que mejorar, que es lo que siempre nos marcan. Pero sí me da mucha confianza que me siga teniendo en cuenta en el equipo titular habiendo más jugadoras en mi puesto.

-Te hablo de la confianza porque en los últimos dos partidos te sentí mucho más suelta que en los dos primeros. ¿Lo sentiste así?

-Yo me sentí muchísimo mejor, sí. Siempre analizamos cada partido, ponemos atención a qué errores puede haber cometido cada una. Y si bien creo que todavía nos queda muchísimo por mejorar, a lo largo de cada partido nos vamos adaptando en un equipo que es totalmente nuevo. Yo nos veo mucho mejor que en las dos primeras fechas.

-Ganaron los últimos dos partidos con resultados muy abultadas. También es cierto que ante dos equipos que todavía no ganaron en el torneo. Y a la vez marcaron con esos equipos mayores diferencias que otros que sí están arriba. ¿Piensan en todo eso? ¿Hacen esas comparaciones?

-Las dos cosas las pensamos. Nosotras vamos agarrando todos los equipos que va dejando Argentino de Rosario (primero en la Zona B con dos puntos más que Sarmiento). Entonces nos vamos fijando cómo salen ellas y cómo nos va a nosotras. A la vez nos dijimos que estos partidos los teníamos que aprovechar para tomar confianza, sabiendo que son puntos que no podíamos perder. Son justo las cosas que estamos pensando todo el tiempo.

-Viendo a Belgrano de Córdoba marcando amplias diferencias en la otra zona, ¿se empieza a volver importante conseguir el primer puesto para no cruzarlo rápido si hay playoffs?

-Sí. Nuestro objetivo es salir primeras, también porque en los cruces te va a tocar el sexto de la otra zona. En ese sentido viene al pelo, para buscar ir avanzando y a la vez para ir preparándonos para lo más fuerte.

-Pensando en lo más fuerte, al menos en la zona, entran en una seguidilla de tres partidos que van a definir mucho para perfilar posiciones…

-Más que nada estamos pensando que es en esos partidos que se va a ver si nosotras estamos bien como equipo. Son equipos que están más armados, que te van a hacer fuerza, entonces estamos pensando en eso y cómo afrontarlos.

-Contra Liniers te habían anulado tu primera asistencia del torneo. Por las dudas metiste dos contra Luján…

-¡Sí! Estaba adelantada Popi (Sofía D’Ambrosio) con Liniers. La verdad que me siento bien y tener la suerte de poder asistir, aunque obviamente también quiero que llegue el gol, me motiva mucho. Estoy buscando el gol pero no se da. Cuando yo empecé era nueve, pero el año pasado en Colón me pusieron de 4 y ahí quedé.

-¿Qué asistencia te gustó más?

-La que le di a Popi contra Luján. Pero la de Luz (Marzol) estuvo buena porque fue para su primer gol. Yo le dije que me tiene que pagar algo. Un helado. Lo que sea. A la vuelta en el colectivo me cebaba mate. De agradecida, jaja.

-En estos últimos dos partidos pudiste mostrar que tenés mucho dominio de pelota. Pasaste al ataque, gambeteaste, asististe… ¿Es a lo que nos tenemos que acostumbrar?

-Al principio no confiaba tanto en pasar, en buscar el mano a mano y desbordar. Tenía miedo de equivocarme ahí arriba y tener que bajar a las chapas. ¡Tenía terror! Pero estos dos partidos me sirvieron para probar, tomar confianza en mí misma y ahora quiero ir directo. Si sale, sale. Y si no tendré que bajar rápido, jaja.

¿Hay alguna jugadora que te haya sorprendido especialmente por lo que juega?

La Popi y Sofía Berenguel. Contra Popi habíamos jugado Español contra Racing, la primera fecha. Pero yo no la conocía y tampoco me acordaba cuando llegué. Pero después vi fotos y me di cuenta que habíamos jugado.

-¿Cómo se dio tu llegada a Sarmiento desde Español?

-En Español tuve una lesión que me dejó parada unos cinco meses más o menos. En ese transcurso nos dejan libre al plantel completo. Mi representante me había dicho para ir a Lanús, pero no pude por el tema de la lesión y cuando llegué ya tenían el plantel completo. Yo no sabía qué hacer, porque habían cerrado planteles en todos los clubes de la A. Hablé con Lourdes Loza (breve paso por Junín y su compañera en Español) y me dijo que Sarmiento estaba bueno. Escribí a la página del Fútbol Femenino. Capaz que como a las dos semanas me contestaron. Me pasaron el número de Agustín (Lavagnino) y le mandé. Me dijo que fuera a hacer una prueba en la semana y a los dos días ya estaba acá. ¡Una emoción!

O sea que la re buscaste la oportunidad. Te la fabricaste vos…

-Sí, porque no me quería quedar parada. Por suerte salió esto y estoy muy bien acá.

-Habiendo participado de la Primera A, ¿qué diferencias notás en el juego?

-La mayor diferencia está en la velocidad que tiene el juego. En la A hay más presión. No tenés ese tiempo de tener la pelota en los pies y pensar. Te ahogan enseguida. De todos modos no pude ver todavía a tantos equipos de la B, solamente a los que ya le jugamos. Trato de sacar provecho de eso. A veces el tiempo me hace dudar, pero ya lo tengo a Agustín diciendo andá, andá, jaja.

-Tomó mucha repercusión, por acción de las propias jugadoras, la denuncia al ahora exentrenador de Español por acoso. Pero no sabía que las habían dejado libre a todas. Imagino que fue un golpazo, porque nunca se pusieron del lado de ustedes ni pensaron en lo que habían tenido que pasar…

-Fue horrible. Psicológicamente nos arruinaron a todas. En ningún momento se pusieron del lado nuestro. En Español nos la rebuscábamos como podíamos. Cuando ya nos empezamos a poner firmes, a hacernos ver en la tele y en las redes sociales, enseguida saltaron mal. Todavía quedaban fechas por jugar y jugadoras con contrato, pero una vez que se terminó se empezó a comunicar a una por una que quedábamos libres, que podíamos buscar club. Todo lo hicieron por WhatsApp. En ningún momento se comunicó al grupo que todas quedábamos libre.

-¿Vivieron algún otro tipo de presión o de maltrato?

-El que era técnico, que encima no es técnico porque no tiene título, se aprovechó porque había conseguido resultados, ascender con el club. Él tenía su grupo y las demás nunca teníamos oportunidades, por más bien que estuviéramos. A nivel del club tuvimos muchos problemas con la comida en la pensión, porque nos la teníamos que rebuscar nosotras cuando nos habían dicho que nos iban a pagar todo. Para entrenar nos daban las canchas más feas o ni siquiera nos daban cancha porque organizaban torneos y perdíamos el día. Fue horrible. Vivimos muchas cosas feas. Por suerte ahora en Sarmiento estamos bien. Tenemos dos casitas, nos dan mercadería y plata para la comida. Estamos bien.

SABALERA SOY

¿Cuándo empezaste a jugar al fútbol?

-A los 10 años, en Colón. Estuve como dos años sin jugar porque era chiquita y en ese momento allá no había ni escuelita ni inferiores, solo entrenabas para Primera. Dos o tres años después pude empezar a jugar, me fueron poniendo de a poquito y estuve seis años.

¿Y cómo se dio la oportunidad de llegar desde Colón a la Primera División de AFA?

-Había un entrenador de arqueros, Diego Alarcón, que tiene muchos conocidos en los clubes de Buenos Aires y que siempre me dijo que yo estaba para más. Yo le dije a mi mamá, voy a probar. Yo quería avanzar en el fútbol. Español recién ascendía. Por suerte llegué en un amistoso en el que me fue re bien y quedé.

-Es obvio que una jugadora se da cuenta cuándo le fue bien y cuándo no. ¿Acá en Junín te pasó parecido?

-Yo llegué y a la madrugada viajábamos a jugar contra Platense. Jugué en el tercer partido, así que mucho no hice. Ya después Fuimos a ese torneo en Tandil que jugamos contra Aldosivi. Creo que ahí sí pude mostrarme.

-¿Sos muy hincha de Colón? ¿Cuesta estar lejos del club?

-Imaginate que tengo el estadio a tres cuadras. No poder ir a verlo es lo que más extraño, me quiero matar. El año pasado salió campeón y yo estaba en Español. Veía videos y era una locura. Me decía qué hago acá, en qué momento elegí venir. Y ahora que juega Libertadores también me quiero matar.

-La Sub-16 de Sarmiento tiene que jugar por Liga Desarrollo contra Unión. ¿Te sacarías dos años para estar?

-Obvio. Siempre me encantó jugar los clásicos y siempre los jugué a morir. Tienen un lindo equipo ellas. La arquerita la rompe. Pero espero que gane Sarmiento, jaja. Ya le estuve enseñando algunas canciones a las chicas, imagínate. Cuando jugó Sarmiento contra Unión en el masculino estuve ahí, colgada del alambrado.

-Pero no llevaste la de Colón, ¿o sí?

-¡Noooo! Ya era un montón. En Sarmiento está Joni Torres, que es de Colón. Así que lo banco a morir.

-¿Tenés un sueño por cumplir en el fútbol?

-No hay un club de Argentina en el que tengo el sueño de jugar. Si llega, llega. Lo que me encantaría es llegar algún día a jugar en la Selección.

-¿Y que Colón pudiera estar en AFA con el femenino?

-Sí, obvio. Ese fue mi sueño desde que empecé a jugar al fútbol. Jugar con Colón en AFA, aunque fuera en la C. Pero por ahora va a estar difícil. En Colón nos la rebuscamos siempre nosotras, todo lo que se hizo lo hicimos nosotras. El club te llamaba para hacer fotos y videos. Más que eso no. Ese fue uno de los grandes motivos por los que decidí salir de Santa Fe.

-¿Y la familia sabalera cuándo se viene a Junín?

-Todavía no vino, pero me siguen y me bancan mucho. Es un viaje. Ahora voy a ver si mi mamá puede venir contra Morón. Ya estamos organizando. Yo estoy todos los días mandándole fotos para que no me extrañe. Somos seis hermanos. Yo soy la más chica, imaginate.

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