Tras el tetracampeonato conseguido por el Club Social y Deportivo 9 de Julio en la Liga de Chacabuco de fútbol femenino, el entrenador Agustín Lavagnino destacó el trabajo de sus jugadoras para mejorar año tras año y expresó el deseo de que el equipo pueda trascender algún día el campeonato local.
«El torneo que se hace acá es muy lindo, pero llega un momento en que las jugadoras, si bien lo ganaron y siempre buscan ser primeras, pierden un poco la motivación. Estas chicas que lograron el tetracampeonato hace siete años que vienen trabajando, no fue de la noche a la mañana. No es fácil. Tienen 23, 24, 15, 19, 17… Esa es la franja etaria. Y juegan contra mujeres adultas, partidos en los que se pega mucho, y hay que sacarse el sombrero por como compiten y entrenan estas chicas. Ganan porque juegan muy bien al fútbol, pero no es fácil«, le contó a Junín 24.
«Hay una mente ganadora de las jugadoras que no tiene techo»
Las Lobas, como se conoce al equipo femenino de 9 de Julio, se impusieron a Huracán en la final con un marcador global de 6-0, producto de dos victorias 3-0, tanto en la ida en condición de visitantes como en la definición que tuvo lugar en su casa. Además, finalizaron el torneos invictas y con apenas dos goles recibidos.
Pero no ha sido solo un torneo, sino cuatro de manera consecutiva, volviéndolas el equipo que marca el ritmo en la Liga de Chacabuco. Agustín Lavagnino tiene clarísimo cuáles son las claves del éxito: «Es una familia, donde hay disciplina, premios, sanciones, normas de convivencia. Porque hay un compromiso, un esfuerzo y un sacrificio enorme. Hay seriedad. Y porque hay una mente ganadora de las jugadoras que no tiene techo», resaltó.
Y agregó: «Se las prepara siempre para ir por más. Son conscientes de cómo queremos jugar y a dónde queremos llegar. Eso te lleva a ganar cuatro campeonatos. Y no es nada fácil ganar un campeonato que dura todo el año. Los otros equipos también van mejorando y trabajando. Te quieren ganar, porque es lógico. El campeonato también se gana en la semana, porque se suelen hacer comentarios, mucho en redes sociales. Pero las chicas trabajan, dos horas, tres horas por día. Y ahí se ganan los campeonatos».
Si bien el DT hizo una gran valoración del crecimiento que ha tenido la liga de fútbol femenino en Chacabuco, cree que para muchas de sus jugadoras sería importante poder trascender esa frontera y se mostró consciente de que si no pueden hacerlo con el club estarán en todo su derecho de hacerlo en otros equipos.
«Si hay un motivo por el que por ahí se termina todo esto es que nosotros queremos trascender ya la liga local, queremos que suceda como pasa con el masculino, que está la posibilidad de jugar un Federal, un Argentino. En femenino, lo que sabemos que hay son torneos Conmebol, para categoría sub-15, sub-17. AFA, que está Sarmiento, que lo puede hacer porque tiene una estructura. Nosotros tenemos mucho material, como lo tiene Rivdavia de Lincoln, pero lamentablemente no somos Sarmiento. Esto es un club amateur», destacó.
«En el primer cuatrimestre de 2019, participamos con la Sub-15 en la Liga de Junín. Perdimos la final con Rivadavia de Lincoln»
Y reflexionó: «Creo que este año hubo una cercanía entre la liga de Chacabuco y la de Junín para hacer algo en conjunto. Me parece que ya tiene que haber algo de eso, porque hay que buscar competencia. Si no, terminamos trabajando para Sarmiento que las va a absorber a todas. Es la realidad, pero es doloroso también».
Si bien no quiso dar nombres, para no generar recelos ni expectativas apresuradas que puedan causar un efecto negativo, Agustín Lavagnino cree que hoy tiene en su plantel a dos jugadoras que podrían jugar en cualquier equipo del país, incluso en la Primera División Profesional de AFA. «Hay dos que ya fueron vistas, ya integraron la selección y tienen una edad que, si las acompaña la buena nutrición y un buen trabajo físico, pueden estar jugando en equipos grandes. Seguramente estarán también en el ojo del técnico de Sarmiento, porque las ha visto en la selección y porque incluso ya hemos hablado de estas chicas. Están para salir de Chacabuco y tener un futuro».
EL INICIO DEL CAMINO
El deseo de cinco pequeñas amigas fue el que dio inicio al recorrido del equipo más ganador de fútbol femenino de la ciudad de Chacabuco. Y también el compromiso de quienes hoy no podrían sacar la cuenta de las horas que han destinado, todo a pulmón, a que se cumplieran esos sueños.
«Hace ocho años que estamos con esto. Yo entrenaba la 2000 de fútbol masculino. Vino el padre de una chica, que estaba en la comisión, a decirme que ella quería empezar a jugar al fútbol. Eran cinco amiguitas, con muchas condiciones sinceramente. Y bueno, de 2013 hasta acá creció muchísimo. Hoy hay 80 o 90 jugadoras en el club, entre las distintas categorías. De seis años hasta jugadoras de Primera División», resumió Lavagnino.
En el camino, hizo contacto con Jonathan Villarreal, el entrenador a cargo de todo el fútbol femenino formativo de Sarmiento, y ambos equipos fueron creciendo casi de la mano, enfrentándose en Torneos Bonaerenses y distintos tipos de encuentros. Después, los diferentes clubes de Chacabuco se fueron sumando: Argentino, Huracán, Peña 12, San Martín… Hasta dar forma a la nutrida liga que se juega en la actualidad y que llevó gran cantidad de público a la última serie final.
«Tenemos muchas chicas, en categorías formativas, con un potencial enorme, que deben seguir formándose. Este año, en un Mundialito que organizamos, empataron con Platense la final. Fue muy lindo», recordó el DT.
LA HORA DEL BALANCE PERSONAL
Después de un año calendario que no dio respiro, porque arrancó allá por febrero de 2019 y terminó recién en la final del último domingo, días después de brindar por la llegada del 2020, Agustín Lavagnino espera poder tomar un descanso durante este mes, que le sirva también para replantearse algunos proyectos personales.
«La Liga de Chacabuco seguramente se va a seguir jugando, porque los clubes lo requieren, lo necesitan. En lo personal, tengo que decidir porque siento que también necesito cambiar de aire. Quizás las chicas también. Yo le dedico muchas horas a esto. A veces dejo de lado mi profesión. Soy psicólogo, también docente. Hace siete años viajo a Junín todos los días y trabajo en Sarmiento, con Sergio Malicia, con Luis Introncaso en el cuerpo técnico. Siempre ad-honorem. Estuve en la Reserva con Patricio Hernández, ahora con Martín Funes, de quien aprendo mucho y estoy muy agradecido. Pero tengo que pensar también en mi futuro, en lo económico», explicó.
Y agregó: «En 9 de Julio yo arranco a las cuatro de la tarde y le doy hasta las 9 de la noche. Por mes, si cobramos la cuotita, puedo llegar a sacar un dinero que me permite al menos pagar la tarjeta del celular. ¿Se entiende de qué estamos hablando? No podés ir ni al supermercado. Y dedicás horas de trabajo. No de hablar y tirar la pelota para que jueguen. Se trabaja la técnica, terriblemente y a conciencia. En tantos años que uno se formó, que fue a cursos, por la pasión que uno tiene, necesita también que la figura del entrenador sea valorada. Si no se va perdiendo la motivación. Nosotros compramos los materiales de trabajo, hacemos rifas para comprar las camisetas, el otro día para viajar a un campamento a jugar contra Talleres de Córdoba. No tenemos sponsor y todo eso lo hace muy difícil. Si llega alguna propuesta que me ayude también en lo económico, bienvenido sea».
LAS LOBAS SON: Virginia Corbacho, Anahi Curaratti , Ximena Geronimo, Victoria Poltrone, Martina Melli, Carolina Fonti, Alondra Papini, Victoria Álvarez, Valentina Dipiero, Victoria Orellano, Sofia Muro, Dolores Maturo, Carola Burgos, Rocio Arrieta, Catalina Emanuele, Gisel Billapardo, Guillermina Naya, Fiama Garboli, Martina Di Palma, Martina Poy, Martina Macedo, Camila Torsiglieri, Barbara Chara, Laila Mango, Delfina Emateguy. DT: Agustín Lavagnino. Preparador Físico: Tomás Barzola. Utilero: Lucas Pérez.
Por Juani Portiglia
