Este domingo, desde las 13.00 y en Ciudad Deportiva, Sarmiento recibirá a Belgrano de Córdoba para iniciar su camino en la fase de ascenso de la Primera B, un auténtico torneo en sí mismo que constará de 22 fechas en que los 12 mejores equipos de la categoría se enfrentarán todos contra todos, en partidos de ida y vuelta, y que otorgará un boleto directo a la máxima categoría del fútbol argentino al que finalice en la primera posición, más otro que se decidirá en un Reducido.
Las Maestras llegaron a estas instancias finalizando en la cuarta posición de la Zona B, una clasificación que si se observa a la ligera no condice con la producción futbolística de un equipo que si bien se fue encontrando en el transcurso del torneo tuvo altos rendimientos. Su entrenador, Agustín Lavagnino, hizo un balance de la primera fase que fue estreno absoluto para él en la categoría, para resumir lo pasado y empezar a mirar hacia adelante, con las cordobesas como próxima parada pero sabiendo que hay un largo camino por recorrer.
-Recuerdo tu primera semana como entrenador, con muchas jugadoras que empezaban a despedirse, con un equipo que parecía despoblado, que había que rearmar. ¿Hoy lo mirás y quedás conforme con el plantel que pudiste armar para afrontar el torneo?
-Estuvimos trabajando desde el comienzo para llegar a tener un equipo que pueda ser competitivo. Y lo competitivo también depende del trabajo, del día a día. Hoy, lo que podemos decir es que el año y el campeonato es largo, que queda la segunda fase con 22 partidos, y que tenemos un equipo corto. No se permitió hacer incorporaciones, que es algo que estábamos esperando, porque se votó que no en AFA. Tenemos lesionadas, tuvimos bajas y era algo que se necesitaba.
-Esta primera etapa me dejó la sensación de que en defensa hay más cantidad y en ataque, sumado a las bajas, quedó corto el recambio…
-Sí, pero a la vez como equipo estamos muy bien en ofensiva y en la defena tenemos cosas a corregir, sumado a las lesionadas. El equipo es corto y hay que cuidar lo que hay, con descanso, con alimentación, con entrenamientos y trabajos preventivos para tratar de llegar de la mejor forma. Sarmiento tiene estos problemas pero creo que lo van a tener todos los equipos. Este es un equipo de día a día, en el que se trabaja y se trata de mejorar. Así vamos a seguir para ser un equipo competitivo en lo que resta del torneo. Con todo eso, fue aceptable la primera fase. Con mucho esfuerzo. Y no se puede quitar ese mérito que han hecho las jugadoras.
-¿Sos un entrenador al que le gusta tener un equipo que salga de memoria y no pudiste por las circunstancias? ¿O preferís plantear variantes en función del rival?
-Yo creo que hay que tener un equipo de base y tratar de no cambiar tanto. El problema es que nosotros tuvimos expulsadas, lesionadas y también estamos tratando de encontrar ese equipo ideal. Entonces, en base a los rivales también probamos jugadoras, posiciones. Tenemos una base. Pero hay cuestiones en las que todavía estamos buscando dónde se siente cómoda la jugadora, que más que nada nos ha pasado en la defensa. Todavía no logramos definir cuál es esa defensa ideal. Por eso cambiamos, probamos, rotamos. Por momentos nos lo permitió el transcurso del campeonato, pero ahora viene lo más importante, lo más difícil y la idea es tener un equipo sin tanta modificación y cambio de partido a partido.
-De mitad de cancha hacia adelante, pese a lo que significó la lesión de Yanela Tracchia, sí parecías haber encontrado el ideal…
-Sí, era eso. Yanela venía jugando de titular, lo venía haciendo muy bien como extremo. Teníamos a Sofía (D’Ambrosio) y Constanza (Díaz) con buenos rendimientos. Lourdes Palavecino. Tal vez Lucía Mansilla tuvo que pasar a jugar de interno y no estaba acostumbrada a jugar en esa posición, sino más con la finalización. Es muy probable que pueda terminar jugando por afuera, porque ahora también está Milagros Moreno que se incorporó muy bien. Nos va a faltar también Sofía Berenguel, que fue operada de apendicitis y es una baja muy, muy importante por esto que te decía de que somos un equipo corto.
-¿El cierre con dos derrotas te preocupa? Porque contra Argentinos Juniors no la merecieron y con Camioneros fue evidente que se buscó dar minutos a las jugadoras que menos habían sumado.
-No, preocupado no. Porque como decís con Argentinos se jugó un gran partido. Fue el primer equipo que nos atacó y respondimos bien, con una jugadora menos. Y tiene revancha, vamos a volver a jugar dentro de poco. Por el lado de Camioneros, estábamos esperando ese partido para ver a otras jugadoras, darles la oportunidad, frenar y dar descanso al equipo que venía jugando. Y lo que nos dejó fue mucha información para seguir trabajando, porque sin dudas necesitamos mejorar y tener un recambio que no se sienta tanto. Esa información más que para preocuparnos es para ocuparnos. No fue lo más lindo terminar todo lo que se había realizado con dos derrotas, no es lo mejor. Pero ahora hay que saber que el domingo empieza un torneo nuevo y que hay que empezar a hacer foco en el presente, que es Belgrano.
-La sensación que me quedó de la primera fase es que, más allá de cada resultado, ningún equipo los superó. Tal vez con Puerto Nuevo haya sido esa producción en la que no salió nada, pero así y todo merecieron un poquito más.
-Es cierto que en la totalidad del partido nadie nos superó. Pero también reconocemos que hubo momentos que no jugamos bien. Puerto Nuevo es el ejemplo número uno. No fue un partido bueno. Fue un empate justo. Después hubo un cambio importante en el plantel, en el equipo. Por momentos con Argentinos tampoco jugamos bien, con Argentino de Quilmes nos costó mucho. La sensación es que no fuimos superados, pero que siempre hay cosas a mejorar y trabajar. También hay que saber que lo que viene no es fácil, que nos vamos a topar con equipos de mucha jerarquía. El ejemplo inmediato es Belgrano. A Banfield también lo pude ver y tiene un gran equipo. Esperemos tener un equipo competitivo para esos rivales.
-Nombrás a Belgrano y Banfield y en la Zona A fueron los que marcaron una clara diferencia. Los demás, parecen de un nivel parejo con lo que ya les tocó enfrentar. ¿Lo ves así?
-Es que no pude verlos a todos. No tengo información de los 6 equipos que llegan de la otra zona. Sí puedo decir que Belgrano es uno de los equipos que mejor juega. Se puede ver todo el entorno que tiene detrás. Una institución grande, una provincia enorme. Yo creo que es un gran rival. También Banfield, que tiene un equipo muy fuerte e hizo un gran partido contra Belgrano. Son rivales complejos.
-Tanto en Primera C como ahora en Primera B, Belgrano resolvió la amplia mayoría de sus partidos con goleadas abultadas. Pero recuerdo haberlo visto muy incómodo en dos partidos específicos de la «C», con Newell’s y Claypole; y también en el que mencionaste contra Banfield de este torneo. Como si no estuvieran acostumbradas a que les hagan fuerzas. ¿Esperan ser ese equipo que frustre a Belgrano?
-Esto que estás diciendo es algo que se observó. Se fastidian. No sé por qué será, no se cuál será el motivo. Ojalá, esperemos, podamos provocarles eso. Nosotros trataremos de hacer lo mejor que podamos. Trataremos de hacer nuestro juego, con nuestras herramientas nobles y buscar incomodar, no hacérselas fácil. Sabemos que vienen invictas, que no recibieron goles en contra, que tienen un número importante de goles a favor (55). Así que vienen con una estadística admirable. Trataremos de hacérselo difícil.
-En la previa de un partido así, que tan difícil se plantea desde el juego, ¿es sin embargo mucho más fácil encontrar la motivación de tus propias jugadoras?
-Sí, puede ser. Pero igual hay que hablar, que trabajar, hay que reforzar. Y también seguir por esa línea que queremos nosotros, que tiene que ver con mejorar, superarnos, avanzar. Seguir el proceso de crecimiento y no aflojar. También respetar el escudo, la institución. Tratar de creer en nosotros y hacer lo mejor posible.
-Volviendo a la generalidad de la primera fase, ¿qué te deja la participación de muchas de esas jugadoras muy chicas que llegaron desde inferiores?
-Mucho. Todo. Primero porque son personas totalmente positivas, que tienen valores, tienen conducta. Entrenan todos los días. Saben que no les toca y el sábado a la mañana están igual mirando el video, entrenando. Tienen un futuro enorme. Les decimos que esto es experiencia, aprendizaje. Tienen que estar tranquilas, porque con 15, 16 años están integrando un plantel de AFA. A Yanela (Tracchia) le tocó estar en los primeros partidos. Lola Bermúdez, es la que más minutos suma y demostró estar a la altura del torneo. A la vez tratamos de cuidar. Morena (Culaciati), Luz Marzol, Delfina González, Dalma Lucero. Tenemos también dos arqueras a las que todavía no les tocó jugar que tienen 16 años (Luz Rodríguez y Mia Balvidares). Todas entrenan, todas mejoran día a día. Sabemos que tienen un largo recorrido por delante. Por ejemplo, ahora también se sumó Catalina Vila a los entrenamientos, aunque lamentablemente no está en la lista porque consideramos que era pequeña. Pero nos sorprende, porque va a ser una gran jugadora. No nos tenemos que enloquecer nosotros, porque ellas están en un proceso. Tal vez les estamos dando herramientas, como también las han recibido en las divisiones inferiores con un trabajo muy importante, para los próximos años y los próximos cuerpos técnicos. Lo mismo pasa con Justina Rossa, con Abigail (Corón) y todas las chicas que van a venir en un futuro. Si se cuida todo eso va a haber muy buena base en los próximos años.
-En el caso de ellas, esta experiencia en Primera B también se vuelve importante para empezar a convivir con la frustración, porque son jugadoras muy acostumbradas a ganar desde muy chicas.
-Es enfrentarlas con la vida, con el error, que está en el trabajo, en la pareja, en la escuela, en el fútbol. Todo el tiempo se convive con eso. Y por otro lado estas jugadoras eran lo que teníamos, porque en todas las pruebas que hicimos no había algo que supere a estas jugadoras mencionadas. Y lo están demostrando. Nosotros tratamos de mezclar con aquellas jugadoras que tienen mucha más experiencia. Lo mismo Danna (Acevedo), que viene de Tucumán, y tiene 16 años, nunca jugó en AFA. O Constanza (Díaz), Sol Ponce. En la prueba no vino una arquera superior a Sol, que tiene 16 años. Igual que Luz Rodríguez, a quien llamamos porque queríamos tener cuatro arqueras en la lista.
-Hace poco se produjo la salida de Melina Garialdi del plantel ¿Te hubiese gustado que se pudiera resolver de otra manera?
-Tuvimos un montón de charlas, también con Diego (Morosini), el profe. Charlamos antes de cerrar la lista, después de la lista. Ella entrenó muy bien las veces que fue, estuvo en un partido. Y no hay dudas de la categoría, de sus condiciones como jugadora. Pero es una decisión de ella, personal. Me lo comunicó y decidió tomar otro camino, otro rumbo. En ese sentido no pudimos hacer nada. Por algo fue incluida en la lista. Sin dudas es una jugadora que te puede definir un partido, que es distinta. Pero cuando las personas son grandes, son adultas, cada uno toma sus propias decisiones. Sofía D’Ambrosio es una jugadora grande, con responsabilidades, que viaja todos los días a entrenar, que da el ejemplo, que ayuda al grupo. Lo mismo Lucía Mansilla. Lo mismo Noelia Varela. Es una lástima que ya no esté Melina, pero ella tomó la mejor decisión por ella.
-Hablás de grupo y, por lo que puedo ver, es muy sólido, muy unido. Al menos en lo que se muestra hacia afuera, que habla de la madurez de las jugadoras para que si hay algún tipo de conflicto se resuelva internamente y no se filtre. ¿Estás conforme con el grupo que tenés?
-Sí, es un grupo hermoso, de gente muy buena. Cuando hay algún problema, se habla. Pero por suerte no hay ningún tipo de conflicto, porque no hay lugar a ese tipo de cuestiones. Se viene a entrenar, se viene a jugar al fútbol con la mayor seriedad posible. Hay mucha ayuda entre ellas. Hace poquito el padre de una jugadora donó una computadora. Se llevó verduras para que mejoren la alimentación, que era algo que estaba abandonado. Entonces, qué difícil es pensar en un ascenso cuando tenés cosas que solucionar de base, como la alimentación, el descanso, la casa. Todas esas pequeñas cosas que se están haciendo y no se ven hacen también a lo grupal, porque hay un buen clima entre ellas, con el cuerpo técnico. También hay que estar en el día a día, levantar cuando una se viene abajo porque no juega o está desmotivada. También quiero destacar el apoyo que hubo de otros clubes de Junín, como pasó con Milagros Moreno y un presidente de BAP que se puso a disposición de Sarmiento para que podamos tener a esa jugadora. Hoy Sarmiento es el resultado de los clubes de Junín. Eso es algo que no se puede dejar pasar. UNNOBA, Rivadavia de Lincoln…
-¿Cambió en algo el objetivo inicial?
-No, seguimos en ese objetivo de superarnos. Ahora trataremos de ser competitivos y de llegar lo más alto posible.
-¿Notás que el grupo logra entender que este es un torneo muy largo y que no solo puede valer el ascenso? Porque si en cualquier liga del mundo un tercer, cuarto, quinto puesto es meritorio; no puede ser ascenso o frustración.
-Ya hemos hablado de lo largo que es el campeonato, que había que tratar de llegar, tratar de cuidarse. El tema de la frustración si no hay ascenso no es algo que se haya planteado, porque tratamos que haya varios objetivos. Eso no implica no desear ascender, no soñar ascender. Creo que para muchas jugadoras el sueño es ascender. Pero hay que ser realista de lo largo que es el campeonato, de que hay rivales de jerarquía y que dentro de esta segunda fase lo importante primero es estar dentro de los mejores 8 equipos para clasificar. Si eso nos lleva a pelear el primer puesto bienvenido sea. Y si no, a clasificar y seguir siendo competitivos.