Cuatro jugadoras de Las Guerreras participaron de las pruebas de un prototipo de GPS deportivo de fabricación nacional que se espera sea lanzado al mercado en 2020.
En cancha de Ambos Mundos, María Eugenia Koch, Renata Carbone, Nadie Ramírez y Karen Cabral realizaron el circuito diagramado con la finalidad de hacer las pruebas pertinentes, tanto en velocidad, trote como en uno contra uno.
Diego Carpinella, el entrenador de Las Guerreras, le contó al detalle a Junín 24 en qué consiste el proyecto que tiene tan involucrada a la UNNOBA en diferentes áreas: «La Fundación Sadosky, que depende del Ministerio de Ciencia y Tecnología, seleccionó el proyecto para financiarlo. Tenían que tener relación con alguna empresa que esté en la región y fue Silamberts, que los asesora, los apoya, los acompaña. Esto está formado por 13 personas: siete docentes, un director, un co-director; dos becados, dos que están haciendo una tesis. Tiene el apoyo del instituto de Tecnología», dijo.
Y agregó: «Es un proyecto cuyo objetivo fundamental es acercar un producto tecnológico al mercado. Desde la UNNOBA, con estos chicos y estos docentes que están trabajando en el proyecto, la idea es empezar a probarlo, a gestionar todo como para que se empiece a diseñar y que pueda ser financiado. Después, empezar a distribuirlo y comercializarlo primero en los clubes de la zona que quieran adquirirlo y si marcha bien comercializarlo en todo el país«.
Si serán precursoras Las Guerreras que fueron las primeras, entre todos los deportistas que tiene la universidad en sus diferentes disciplinas, en ser llamadas a formar parte de la prueba de este prototipo.
Este primer paso fue hacer trotes y velocidad. Líneas rectas, con dos circuitos marcados. La idea después es sumar más tecnología, cuestiones cardiológicas que van a complementar a todo este GPS.
«Fue el primer ensayo que hacen. La intención es en todo 2020 tratar de trabajarlo y ya cerrarlo, para después largar el prototipo para que se use acá y después que pueda adquirirlo la gente que quiere. Es un producto nacional, así que no va a costar a precio dólar», explicó Carpinella.
«Nos pidieron para hacer las pruebas y probar. Dependiendo del circuito nos iban tomando los datos. A mí me tocó hacerlo dos veces para comparar. Después, también hicimos un uno contra uno con Maru (Koch)», agregó Renata Carbone, ya sobre el trabajo específico que realizaron.
ORGULLO UNIVERSITARIO
En UNNOBA, Las Guerreras son reconocidas no solo por los buenos resultados que han sabido conseguir desde la conformación del equipo de fútbol femenino hasta hoy, sino además por la manera en la que sus jugadoras saben repartir sus obligaciones entre el estudio, el trabajo y la pelota.
No es extraño entonces que, además del reconocimiento que recibieron llegando a fin de año de parte del rector Guillermo Tamarit, constantemente sean requeridas desde los diferentes espacios universitarios, ya sea para una charla, una prueba como la del GPS y hasta la grabación de un pequeño documental para la cursada de publicidad e imagen.
Más allá de esa popularidad, Diego Carpinella reveló las razones por las que les sigue siendo muy difícil poder renovar el equipo con la llegada de nuevas jugadoras que se sumen a una base ya constituida: «Cuando nosotros arrancamos, muchas chicas no habían jugado al fútbol. Era por gusto. Había otras que sí habían jugado reducido. En cancha grande ninguna. Vinieron, costó armar el grupo y arrancaron todas de cero. Las que empezaban ahí fueron arrancando con todo el grupo. Iban, entrenaban, jugaban y así se fue avanzando. Ahora, a la que arranca como arrancaron ellas en un primer momento les cuesta más«, explicó.
Y agregó: «Me ha pasado con tres o cuatro alumnas que daban mal una pelota, ven a las otras que lo hacen bien, que se saben ubicar, correr la cancha y se sienten muy atrás. Yo les hablo, les explico que necesitan tiempo, que si se lo proponen en seis meses ya se van a encontrar distintas. Pero hay que sostenerlo y es difícil».
Más allá de las dificultades, tres nuevas jugadoras están listas para empezar a defender no solo la camiseta sino también todo el peso de lo que significa dentro de la UNNOBA ser una Guerrera; situación que tiene muy entusiasmado al DT.
«Las que se están acercando ahora son chicas que empiezan la facultad con 18 años pero ya tienen una experiencia mínima jugando. Toda esta movida del fútbol femenino ayuda también a que ahora las que van viniendo tengan una idea. Solo es adaptarse al grupo. Incluso, teniendo base, van a aprender más rápido porque van a estar rodeadas de chicas que saben todo», resaltó Diego Carpinella.
EL NOCTURNO
Para Las Guerreras la llegada del Nocturno marca una situación muy particular, diferente de lo que sucede con los otros equipos de la Liga Juninense. Es que, por calendario, llega cuando las jugadoras están poniendo fin a un exigente año académico. Esto sumado a que muchas trabajan o a que tienen la afectiva necesidad de regresar a las ciudades y pueblos de las que son oriundas, muchas veces plantea el interrogante sobre la decisión de participar o dar lugar al necesario descanso.
Para esta edición, en acuerdo con su plantel, Diego Carpinella decidió que UNNOBA presentará equipo, pero aclaró que no se pondrán para el torneo las mismas exigencias que tienen el resto del año. «Paramos tres semanas después del último torneo y la idea para el Nocturno es que las chicas se relajen un poco. Hay chicas que se van a sus pueblos, que hacen mucho esfuerzo durante el año, estudiando, trabajando. Entonces yo tampoco quiero volverme tan exigente con horarios para entrenar, tampoco sirve que vayamos poca cantidad. Es preferible que descansen bien, que vayan a jugar para no desconectar con el fútbol, pero más relajadas», explicó.
Y agregó: «Se sumaron tres jugadores. Dos de 18 y otra que ya ha jugado, que le tiene que llegar el pase y seguramente va a jugar. A la que no vamos a tener es a Florencia Coroli, que se va a La Plata a trabajar. Sería una baja, salvo que venga en algún momento para acá y se sume al equipo. Después, están todas las demás chicas que venían jugando».
