Dos propiedades ubicadas en el barrio San Ignacio fueron objetivo de una banda de delincuentes, hecho que se ve agravado porque en una de ellas se encontraba descansando una familia compuesta por la pareja y dos menores de edad.
Ampliamos: asalto violento en un barrio cerrado, en medio de la madrugada
Si bien no hay información oficial, desde Junin24 se pudo reconstruir parte de lo sucedido aunque aún restan detalles que seguramente trascenderán con el correr de las horas.
En principio, se estima que cerca de la 1 de la madrugada, al menos tres delincuentes lograron ingresar en el barrio cerrado que linda con el Cerrito Colorado Sur.
Para hacerlo, habrían roto un alambrado perimetral paralelo a calle Las Gallaretas y los mismos vecinos entienden que es un punto ciego dentro del sistema de seguridad que cuenta el barrio.
Una vez en el barrio, la lógica sería que se acercaron primero a la vivienda en la que no estaban los moradores, propiedad de un conocido dirigente político.
Allí se habrían apoderado de dinero en moneda extranjera, dólares, euros y reales que, aunque no trascendió el monto, no se estaría hablando de sumas cuantiosas.
Luego se habrían acercado al hogar de la familia que se encontraba descansando, cerca de la 1 de la madrugada.
A través de una de las aberturas accedieron al interior donde iban a sorprender a la pareja y a los niños.
Cabe agregar que los delincuentes llevaban sus manos y rostros cubiertos.
Amedrentándolos mediante el uso de las armas, los inmovilizaron utilizando cordones de calzado que había en la vivienda para luego exigir la entrega de plata.
Con relación a la posibilidad que dos de las armas de fuego llevaran silenciadores, habría sido descartada.
No hubo resistencia por parte de las víctimas, de manera que luego de hacerse de dinero y algún anillo, desaparecieron.
Liberada la familia pudo pedir ayuda a la policía que iba a llegar minutos después para comenzar por un lado con intentar localizar a los desconocidos y dar paso a la investigación.
Fue luego que, mientras los uniformados iban acercándose a otras propiedades del barrio, iban a descubrir que se había perpetrado otro ilícito, también en una propiedad que a diferencia de la anterior, no tenía moradores, tal como se reseñó en la nota.
Funcionarios de la fiscalía, entre ellos la titular y su secretario, se acercaron al Barrio San Ignacio, donde permanecieron desde la madrugada y hasta prácticamente media mañana.
Mientras trascienden detalles, es inevitable –por la similitud-, asociarlo al que vivieron en el barrio Cerrado Costa Verde, el 2 de abril último, si bien no sería la hipótesis que estarían manejando en el marco de la investigación.
De todas formas, vale resaltar que tanto ese ilícito de abril como el de la madrugada de hoy, recayeron en una misma Unidad Funcional de Instrucción cuya titular es la Dra. Fernanda Sánchez.
Consultado F.M., víctima del Costa Verde, remarcó que desde el robo y hasta la actualidad, nunca hubo novedades.
La causa se inició como robo agravado por el uso de arma de fuego y privación ilegal de la libertad y hurto en concurso real.
Sin dudas, coinciden vecinos de los distintos barrios cerrados asentados en Junín, en que ya no viven tranquilos ni seguros. Que van incorporando tecnología para protegerse, ya sea alarmas como cámaras de seguridad pero parece que nada es suficiente porque tampoco confían en la seguridad que deberían brindarle las fuerzas policiales.