Una vez que uno pone un pie en el barrio San Jorge, no necesitará de GPS ni ubicación en tiempo real para llegar a la casa de Anahí López. Da igual si la pregunta es a un pibito o a una señora mayor. Todos señalarán en la misma dirección. Por si no fuera suficiente, la flamante campeona argentina y sudamericana de peso mosca sale a la puerta a recibirnos, a la vez que saluda a algún vecino, incluso al que, medio en broma y medio enserio, ya le pidió más de una vez matrimonio.
¿Y ahora qué?
Estamos esperando la oportunidad de un título grande, un título mundial. Dios quiera y se me de la posibilidad de cerrar el año con eso.
¿Tenés en vista alguna boxeadora a la que le querés pelear?
Hay algunas campeonas mundiales que tengo en vista, pero eso lo deciden los que me manejan. Lo que estoy esperando es pelear por un título mundial, sea con quien sea.
Llevabas casi un año sin pelear. ¿Cómo te sentiste en la vuelta?
Creí que me iba a afectar más, en el tema de la presión. Volví después de once meses y estaba presente toda mi familia, amigos. Era la primera vez que peleaba con el sindicato de Camioneros. Creí que iba a tener más presión, pero no.
Ahora que representas a Camioneros, ¿se notan las diferencias en el entrenamiento y la promoción?
Mucho se sintió. Esta pelea fue la que más se habló y yo ya había salido campeona argentina antes. En el tema de los entrenamientos es totalmente diferente. Del uno al diez, estoy en el diez entrenando. En Huracán tengo pileta para hacer natación, gimnasio completo. Igual con el tema de los sparrings. Allá está lleno de boxeadoras. Acá no tenía, ni en Junín ni en la zona. Tenía que pelear con una zurda y acá no hay para entrenar. Allá tenés de todo. Eso me sirvió muchísimo.
De la mano de todo lo bueno, ¿hay algo que te cueste de esa superprofesionalización?
Estoy cómoda haciendo lo que me gusta, entonces todo lo que me pongan lo hago contenta. Es para mi bien y así lo tomo. No es que extraño quedarme un poquito de vaga acá en Junín.
«Con mi familia somos tan unidos que cuando se van me pongo triste. Eso me dio fuerzas en la última pelea»
¿La familia sí se extraña?
Horrores. Cuesta muchísimo. Todos somos muy de la familia. Es más, a la pelea se fueron en dos trafic, llenas. Ellos viajan, se quedan conmigo. Somos tan unidos que cuando se van me pongo triste. Eso también me dio mucha fuerza en la pelea, porque pensé si sufrí tanto, tengo que ganar.
¿Qué representa el barrio para vos?
Yo nací acá, me crié acá. Es algo muy importante. Toda la gente del barrio, cuando llegué, me decía qué lindo como nombraste el barrio, qué orgullosa estás del barrio. Estaban más contentos por lo que había dicho del barrio que porque gané. Es mi barrio, no lo digo por los demás. Pero yo me crié acá y es muy importante para mí.
«Yo nací acá, me crié acá. El barrio es muy importante para mí»
¿Y cuál fue la devolución de la ciudad después de haber puesto su nombre en un lugar tan importante?
Si hablamos de la gente, a cada lado que voy están ahí. Ahora he salido poco, pero cuando voy a comprar algo o camino un poco viene gente que me saluda. Toda la gente vio la pelea. Muy contenta con eso, chocha con la gente de Junín.
¿Es una responsabilidad ser pionera del boxeo femenino en Junín?
Por ahora estoy muy pendiente de mi carrera. Pero me gustaría que las chicas se acerquen a entrenar, porque es algo muy lindo. No hay un lugar tampoco. Algún día me gustaría poner un gimnasio al que vayan a entrenar boxeo las mujeres. No lo tengo pensado ahora, estoy muy metida con mi carrera. Pero hay muchas que se interesan, que me mandan mensajes en las redes sociales.
¿Qué cosas te dicen?
Me preguntan si doy clases particulares o esas cosas. Yo les tengo que decir que no, pero a mí me gustaría algún día dar clases o poner el gimnasia y decir bueno, vengan.
¿Para eso tendría que haber apoyo del municipio o se puede hacer completamente privado?
Sería ideal. Pero yo nunca le pedí nada a nadie. Tampoco nunca se acercaron ellos. No estoy pidiendo que se acerque nadie, porque si no lo hicieron antes no los quiero ahora. No me interesa. Lo que tuve que hacer lo hice yo a pulmón, con mi familia. Sí me encantaría poder poner ese gimnasio y que vengan todas las chicas. Estaría buenísimo.
«En el boxeo, el hombre tuvo que dar lugar a la mujer porque cada vez hay más»
Si lo comparamos con el fútbol, por ejemplo, ¿el boxeo femenino ganó mucho más lugar?
En el boxeo, el hombre le tuvo que dar lugar a la mujer porque cada vez hay más. Hoy es impresionante el ruido que hace el boxeo femenino. Eso está buenísimo y estaría bueno que pase también con el fútbol y otros deportes.
¿Pero te seguís encontrando con actitudes machistas en el día a día?
Hay de todo. En el lugar donde estoy, es muy tranqui. Somos varias boxeadoras y ya lo tienen asumido.
¿Quién es Anahí López fuera del boxeo?
Lo que yo amo es boxear. Después, aparte de disfrutar de mi familia, me gusta cazar, ir a pescar. Me gustan los perros. Estoy con mi papá con el tema de los galgos. Hoy en día, mi prioridad es el boxeo. Después trato de disfrutar de pequeñas cosas. Las dos semanas que tengo acá voy a tratar de disfrutarlo mucho.
«Debuté a los 14 años, en Rojas. Fue todo el barrio, con bombos»
¿Qué onda tus amigos la primera vez que te subiste al ring?
Tenía 14 años y para el debut en Rojas fue todo el barrio. No sé si fuimos en trafic o colectivo. Fue todo el barrio con bombos, esos fueron mis amigos de siempre. Hoy de todos ellos, amigos reales me quedarán cinco más o menos.
¿Y la primera vez que dijiste quiero boxear?
De muy chica. Pero fue a los 11 que para mi cumpleaños le dije a mi mamá que quería arrancar a boxear. Ella no me dejaba, entonces dije se lo pido de regalo de cumpleaños. Algo tenía que hacer. Hasta que me dice bueno, vos vas a ir, te van a dar dos piñas y no vas a querer ir más. Te voy a llevar.
«Mi mamá no me dejaba boxear y a los once se lo pedí como regalo de cumpleaños»
Para que aprendieras la lección a la inversa…
Sí. Ahí nomás me pusieron a pegar con otra chica, que era amiga mía encima. Yo chocha. Y no paré más. Después mi hermana arrancó conmigo, pero se puso en pareja y dejó. Y yo no paré más, desde los 11 años. Y acá estamos.
¿Y tu vieja ya lo aceptó?
Hoy se ponen a hablar mi papá y mi mamá y se dicen mirala vos y nosotros que decíamos le van a pegar y no va a ir más. Hoy mi mamá ya está convencidísima.
¿Proyectás una familia, tener hijos?
Todos me preguntan qué es lo que yo quiero. Lo de formar una familia lo tengo descartado por ahora, porque estoy muy metida en lo mío. Mi familia ya lo tiene asumido porque siempre se los remarco. Siempre tuve mucha decisión. En decir no a esto y sí a lo otro. Lo primero es lograr mis cosas, después que venga la familia.
Ser una deportista profesional, ¿te hizo ser más grande de golpe?
Sí, te ponés profesional en la vida también. Yo hoy ni pienso en salir como salía con amigos. Tengo mi cabeza muy metida en lo que estoy haciendo. No pienso pavadas. Cuando me fui a vivir sola también noté mucho el cambio.
¿Viviendo sola sos ordenada o un quilombo?
Yo vivo sola pero en un hotel en el que me limpian, me hacen la comida. Pido lo que quiero comer y me cocinan. Esa es la parte buena. Si tengo que cocinar me cocino, eh.
Muchos ya estarán pensando que es una vida cómoda. ¿Pero qué sacrificios arrastra?
Tener mucha conducta. Mil veces me han dicho dale salgamos si total mañana entrenás. Pero eso no. Son cosas que tenés que cortar. Si una amistad es real, ta va a bancar en lo tuyo y no te va a insistir. Por ese motivo corté muchas amistades. Hay cosas que hay que dejar para poder llegar.
«Muchos de los que no llegan, teniendo las condiciones, es porque no tienen la conducta que hay que tener»
¿Esas personas lo entendieron?
Hubo algunas que se molestaron. Hay de todo. Algunos siguen siendo mis amigos, pero en su momento se molestaron. No les di bola porque yo tengo mi meta. Eso es algo que hay que tener muy en cuenta. Muchos de los que no llegan, teniendo las condiciones, es porque confunden eso. No tienen la conducta que tienen que tener.
¿La alimentación también la modificaste mucho?
No, ¿sabés que yo como de todo? Pasa que también entreno mucho. Sí, el mes de la pelea, todo sano. Cuidándome de no comer ni frito, ni muchas grasas. Pero como de todo. Es más, tengo que comer más porque adelgazo mucho. En el último pesaje tenía que dar 51 y di 49,9.
¿El colegio?
No me gustaba para nada. tengo tantas anécdotas. La última vez que fui a votar lo crucé a mi preceptor. Me miraba y me decía López, hasta dónde has llegado (se ríe). Yo pensaba, tan burra que era. No burra, era la peor. Fatal. No me gustaba que me anden mandando y esas cosas.
Por Juani Portiglia – @JIPortiglia
Video en vivo: Eugenia Reynoso
