Ya sea para escuchar música, radio, ver videos en YouTube o el capítulo de la serie favorita, los auriculares son accesorios imprescindibles en el siglo XXI, pero esconden un peligro: pasar el límite recomendado en el volumen puede producir un daño auditivo «irreversible».
Así lo señaló el jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Rossi de La Plata, Carlos Alderete, quien sostuvo que es muy simple reconocer cuando la audición está en riesgo: «Si uno está parado al lado de alguien que usa auriculares y escucha lo que el otro está escuchando, esa persona se está dañando el oído».
El médico explicó además que «esas personas pierden la audición en determinadas frecuencias de la escucha, lo que hace que después tengan serios problemas comunicacionales». Y señaló que los más peligrosos son los auriculares de inserción, porque al peligro del volumen alto «se le suma la reverberación del conducto auditivo externo que está cerrado por el tapón que representa el auricular».
Asimismo, sostuvo que «paradojalmente, quienes usan auriculares de inserción se niegan a usar audífonos porque todavía persiste un prejuicio y un estigma social» sobre estos dispositivos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió recientemente sobre el uso de auriculares entre los más jóvenes y estimó que al menos la mitad de los jóvenes de entre 12 y 35 años, lo que equivale a 1.100 millones de personas, corre el riesgo de perder audición debido la exposición prolongada y excesiva a sonidos altos.
Las últimas estimaciones indican que el 5% de la población mundial (466 millones de personas) tiene alguna discapacidad auditiva y que la mayoría de ellas vive en países de ingresos medios y bajos.
Además, la tendencia apunta a que el problema se agrave, por lo que las proyecciones de la OMS señalan que en 2050 más de 900 millones de personas (una de cada diez) sufrirán de una discapacidad auditiva, a pesar de poder prevenirse.
Datos y cifras de la OMS
-466 millones de personas en todo el mundo padecen pérdida de audición discapacitante, de las cuales 34 millones son niños.
-Se calcula que, en 2050, más de 900 millones de personas —es decir, una de cada 10— sufrirá una pérdida de audición discapacitante.
-La pérdida de audición puede deberse a causas genéticas, complicaciones en el parto, algunas enfermedades infecciosas, infecciones crónicas del oído, el empleo de determinados fármacos, la exposición al ruido excesivo y el envejecimiento.
-El 60% de los casos de pérdida de audición en niños se deben a causas prevenibles.
-1100 millones de jóvenes (entre 12 y 35 años de edad) están en riesgo de padecer pérdida de audición por su exposición al ruido en contextos recreativos.
-La situación de las personas que padecen pérdida de audición mejora gracias a la detección temprana, a la utilización de audífonos, implantes cocleares y otros dispositivos de ayuda, así como con el empleo de subtítulos, el aprendizaje del lenguaje de signos y otras medidas de apoyo educativo y social.