Por Psicológa Isabel Muñoz Marcos
Baja tolerancia a la frustración: situación ésta que, oímos en reiteradas ocasiones actualmente; llegando en muchos casos a la autodestrucción o provocando incluso, daños irreparables al otro.
Nuestra cotidianeidad navega superficialmente sobre palabras y conceptosvarios que pululan en el común denominador de la gente, donde cada “opinologo” experto, enfatiza el sentido de las palabras, resignificando de acuerdo a sus creencias o arqueologías históricas, culturales, y/o su bagaje socio-familiar, sobre todo en las redes sociales, donde el teclado hace de escudo
Hablar de la “baja tolerancia a la frustración” es hablar de un concepto normal,de toda persona con sentimientos de ira, de enojo, de malas sensaciones y que tiene que ver cuando uno genera expectativas y las mismas NO son realizadas; dentro de qué parámetro ubicamos el fracaso? cuando la identidad se ubica en el orden del objeto se genera frustración, cuando una persona pasa a ser más un objeto, que una cuestión de preguntarse por su esencia, deseo y el qué querer ser, para sí , por y para una realización personal, sin ánimos de competitividad , ni de egos, la frustración pasa a ser una emoción normal, un “nadar sin ahogarse”
Se suele decir que hay tres tipos de personas en el mundo: los que hacen que las cosas sucedan, los que observan lo que ha sucedido y los que dicen:
_»¿Qué ha sucedido?».
Frente a lo sucedido la desregulación emocional ante un NO- logrado,puede ser causa de sensación de frustración como una consecuencia de la tensión, exigencia y distancia entre el ideal del yo y el yo; puede sobrevenir como un tsunami devastador
Capacidades ausentes como empatía, alteridad, amor propio, desconocimiento de nuestro Ser,desregulan nuestras emociones, la frustración es un estado de incertidumbre, impotencia,una respuesta emocional que emerge cuando ciertos deseos o expectativas no logran ser cumplidos; es IMPORTANTE no temer la frustración de nuestros hijos, ni ser “magos” que hace “desaparecer” obstáculos que los haga sentir frustrados, muchas veces, necesitan frustrarse y aprender de ello, que reconozcan asimilar el hecho de que los deseos no son necesidades, y, que de un obstáculo puede y sale una enseñanza muy valiosa para la vida
La tolerancia a la frustración es una virtud que necesita desarrollarse y se alimenta de paciencia; a pesar de que ciertas situaciones pueden causar malestares en el presente, la satisfacción de haber superado las dificultades, a largo plazo, nos hará poseedores de la SABIDURIA de bien de RESPETAR y ACEPTAR nuestros tiempos personales, sin compararnos con los demás… eso ya es un gran paso.
