Eran apenas las 7:50 de la mañana de hoy cuando una mamá, como todos los días, llevó a sus hijos al establecimiento educativo ubicado en inmediaciones de las calles Almafuerte y Alsina.Apenas atinó a bajar del auto, tomar a su hija, acompañarla a cruzar la calle. Fueron segundos. Giró para regresar y se encontró con un sujeto, de contextura física robusta, vistiendo una campera negra. Medio cuerpo dentro de su auto.
La reacción fue rápida. Lo tomó de la campera tratando de sacarlo de la posición para evitar el robo. El desconocido alcanzó a salir hacia calle Alsina donde lo esperaba un cómplice en moto y tan rápido como habían aparecido, escaparon sin alcanzar el cometido. La cartera de la víctima, abierta y sin faltantes, toda revuelta, había quedado en el asiento.
Cabe destacar que no se radicó denuncia pero sí, la mamá alertó en el colegio de su hija, y las autoridades, a su vez, trasladaron la información a los padres para que estén atentos para evitar transformarse en víctimas de delincuentes que rondan establecimientos educativos muy temprano por la mañana, “a la pesca”. Oportunistas que por lo general –no fue éste el caso-, alcanzan su cometido.
