Este domingo antes de las 6 de la mañana, el movil 1 de Intermed recibió un balazo cuando circulaba por Almirante Brown y Payan. El paramédico Ernesto «Chiqui» Pereira y el doctor Ezequiel Fernandez se dirigían a hacer una atención en un domicilio de Bozetti al 350 y cuando circulaban por la mencionada intersección ven un grupo de jóvenes en moto en la esquina y pocos metros después escuchan un fuerte ruido en la parte trasera de la ambulancia: les habían efectuado un disparo de arma de fuego que ingresó por el vidrio trasero izquierdo e impactó en un mueble de madera. A pesar de esto, continuaron su marcha, fueron al domicilio desde donde los habían solicitado y atendieron a una persona que estaba sufriendo una crisis asmática Una vez terminada la tarea en el domicilio se dirigieron a la base en Primera Junta e Irlanda y notificaron a la policía de lo sucedido. Policía Científica realizó las pericias de rigor y -entre otras cosas- determinó que el trayecto de la bala llevaba dirección ascendente y que si el disparo hubiese ingresado 5 cm mas hacia la derecha posiblemente hubiese impactado en Pereira, con consecuencias imaginables.
Entre la vida y la muerte, con pocas horas de diferencia
Un par de horas antes de recibir el impacto de bala en la ambulancia, que podría haber terminado en tragedia, Pereira y Fernandez habían trasladado de urgencia a una embarazada que dio a luz apenas llegó al Hospital. Entre el barro, se metieron con la ambulancia por calle Tassara detrás de supermercado La Anónima e hicieron lo imposible para llegar a tiempo y que el bebé naciera en el Hospital. De la alegría y la satisfacción de haber realizado bien su trabajo y ayudar a dar vida, pasaron a la amargura de verse vulnerables y expuestos a perder la suya.