La falta de personal, las largas colas y la escasez de dinero en los cajeros automáticos los fines de semana, son algunos de los problemas que los trabajadores y clientes del Banco Provincia vienen denunciando desde hace tiempo. Según advierten los empleados, hasta diciembre de 2015 se cubrían las vacantes que se producían por jubilaciones, algo que con la nueva gestión no está pasando. Mientras que para el sindicato en la actualidad hay unos 300 empleados menos, lo que hace que la atención se vea resentida, desde la entidad salieron a desmentir esa cifra y aseguraron todo lo contrario.
En la zona de Junín el déficit denunciado es de más de diez empleados, lo que provoca que el lanzamiento de nuevas líneas de crédito, por ejemplo, a veces no cuente con el soporte técnico que debería tener. Días atrás, los empleados repartieron volantes para hacer visible la situación e intentar calmar el malhumor que se genera entre las largas colas de clientes.
“Son unos 300 puestos que no se han cubierto en el total de las sucursales de la provincia, pero si tenemos en cuenta los nuevos servicios de la entidad, es necesario pensar en que se necesita más gente para la atención”, señaló a DIB el secretario General de la Comisión Gremial platense del Banco Provincia, Federico Bach. Según el dirigente, para una atención más acorde a la demanda del cliente, se necesitarían por lo menos unos 500 trabajadores más.
En ese sentido, explicó que si bien lograron revertir que la gestión de Juan Curutchet avanzara con el cierre de sucursales como tenía previsto, aún no pudieron tener el compromiso para que se tome más personal. “Las sucursales pueden recibir cientos de consultas por los créditos hipotecarios, pero después los que deciden son pocas personas y eso hace que no avancen los trámites. Y lo mismo sucede con la devolución de compras que se hacen con tarjetas. Todo eso genera malestar y reclamos”, señaló Bach.
Sin embargo, fuentes del Banco Provincia aseguraron a DIB que se viene invirtiendo fuertemente en la modernización y automatización de los procesos con el objetivo de optimizar el servicio y reducir los plazos de atención. “En ese camino, lejos de una reducción, la dotación de personal creció: en 2010 había 6620 empleados y hoy tenemos 6689”, indicaron. Y agregaron: «Somos un banco ordenado y gracias a eso, no sólo proyectamos incrementar su dotación, sino que además estamos lanzando nuevos productos para estar cada vez más cerca de la gente. Esa realidad es contradictoria con un escenario como el que se plantea sin razón de falta de personal”.
Quejas en la provincia
En el interior las quejas son recurrentes. En la sucursal de Tres Arroyos, las esperas para recibir atención en las cajas ya son una característica negativa y conocida. Y si bien la entidad cuenta con una importante cantidad de cajas, es evidente que resulta reducido el personal asignado, lo que queda de manifiesto al observar el ritmo en que se atiende.
En San Nicolás, por su parte, aseguraron que el congelamiento de vacantes tiene una relación directa con la calidad en la atención al público. “Hay que tomar personal para cubrir las vacantes del personal que se jubila. Estamos esperando es una respuesta por parte de las autoridades del Banco”, señaló el secretario general de la Bancaria de esa región, Hugo Elías.
El caso de Bolívar también es significativo. En los últimos meses se jubilaron cinco empleados y sólo hubo un reemplazo. Así lo aseguró el referente de la Bancaria, Duilio Lanzoni, quien explicó que los propios empleados están muy cansados con la sobrecarga laboral. Mientras que a pocos kilómetros de allí, en Pehuajó, calificaron a la situación de “compleja” debido a que la entidad no cubre las vacantes por jubilaciones o traslados.
“En la actualidad hay falta de personal, no es que no se quiera atender. Están jubilando gente pero no reponen a nadie en esos puestos de trabajo”, sostuvo el secretario general de La Bancaria en Olavarría, Fabián Marmissolle. Algo similar ocurre en Tandil, donde se presentó al Concejo Deliberante un pedido de apoyo e intervención ante una serie de problemáticas que detectaron a partir de la nueva conducción del directorio.
Cajeros con poco dinero y mucha demanda
Otro de los problemas que se da en el interior, sobre todos los fines de semana, es la falta de dinero en los cajeros automáticos. En Trenque Lauquen, donde hay proyectada una ampliación de los cajeros, fines de semana o feriados es un dolor de cabeza conseguir billetes. También sucede algo similar en Bolívar donde el Banco Provincia cuenta con cinco pero uno está dentro de la entidad y los fines de semana ese queda inhabilitado para su uso.
“Muchas veces la banca privada no carga los cajeros y complica al Bapro. A eso se suma que entre el personal jubilado hay gente que se dedicaba a la reposición y que también la mitad de los camiones blindados son del año 76 y se pasan más tiempo en el taller que en la calle”, aseguró Bach.
En Tres Arroyos, un reiterado reclamo se da cada verano en Claromecó. En más de un fin de semana, durante la temporada alta, los dos cajeros instalados se quedan sin dinero y para los turistas constituye un verdadero inconveniente. Desde la entidad bancaria se reconoció que es necesario ampliar la respuesta en la localidad, pero todavía no hubo anuncios concretos en este sentido.
En nuestra ciudad se repite el mismo problema especialmente se agrava en fines de semanas y feriados donde no hay reposición de dinero y no alcanza la cantidad de cajeros automáticos.