Soldados de la unidad militar con asiento en Junín se sumaron así a los más de siete mil efectivos que participaron del evento para conmemorar los 208 años de la Declaración de la Independencia
Camiones y cañones del Grupo de Artillería 10 participaron del megadesfile por el Día de la Independencia en Capital Federal
Una delegación conformada por dos cañones de 155 mm del Grupo de Artillería 10 «Teniente General Bartolomé Mitre» de Junín tirados por dos camiones y con sus servidores formaron parte del megadesfile por el Día de la Independencia en la ciudad de Buenos Aires, un megadesfile como hace muchos no sucedía en Argentina.
Del Grupo de Artillería 10 participaron vehículos Oshkosh transportando el Sitter 155 mm cañón de campaña desplegado en la Guerra de Malvinas que cuenta con recarga automática, tren de rodadura moderno y autonomía energética.
Encabezado por el presidente Javier Milei y con la participación de más de 7.000 efectivos de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, se retomó la costumbre de celebrar el Día de la Independencia con un desfile militar.
La última vez que se llevó a cabo el desfile fue hace cinco años, en el 2019, durante la presidencia de Mauricio Macri.
La caravana partió a partir de las 10.30 desde el cruce de la avenida del Libertador y Agüero, en el barrio de Palermo, y se extendió por la misma avenida hasta Olleros, en las inmediaciones de la estación de tren Lisandro de la Torre.
En el desfile acompañó al presidente Javier Milei la vicepresidente Victoria Villarruel y el ministro de Defensa, Luis Petri, además de los ministros y funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional, el jefe de Gobierno de CABA Jorge Macri, jefes militares e invitados y con una amplia participación popular de argentinos que llegaron desde diversos puntos de CABA, AMBA, la provincia y otros lugares del país.
También tomaron parte veteranos y las Fuerzas Armadas y de Seguridad. Los militares avanzaron 4800 metros por la Avenida del Libertador hasta llegar a la intersección con Olleros.
Las principales formaciones que participaron del desfile fueron el Regimiento de Granaderos a Caballo, creado por José de San Martín en 1812, el Regimiento de Infantería 1 Patricios, el Regimiento de Artillería 1, el Colegio Militar de la Nación, la Escuela de Suboficiales sargento Cabral.
A la demostración se sumaron efectivos de fuerzas de seguridad, bandas de música, caballos, unidades de transporte pesado, tanques, aviones y cinco buques de la Armada, que se apostaron en dársenas del Puerto Nuevo, en señal de adhesión a la fecha patria.
La organización del desfile estuvo a cargo del brigadier general Xavier Julián Isaac, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
De la celebración patria formaron parte 62 aviones que a partir de las 11 realizaron un sobrevuelo sobre la Ciudad de Buenos Aires; tanques, blindados M113, y otros vehículos del Ejército y la Marina. También cinco embarcaciones de la Armada que integran el Poder Naval Integrado que estuvieron apostadas en dársenas del Puerto Nuevo para ser visitadas por el público. Desfilaron unos 350 caballos de los regimientos históricos y canes. Encabezarán el desfile los Veteranos de Guerra de Malvinas que llegaron de la mayoría de las provincias.
El despliegue fue impactante: Decenas de camiones, tanques, aviones, vehículos militares, de la Policía de la Ciudad, de las tres fuerzas de seguridad de la Nación, Prefectura, Gendarmería, PSA, Policía Federal, bomberos y brigadas motorizadas.
Los combatientes estuvieron agrupados por fuerza de pertenencia. Cada uno de ellos llegó a la Ciudad de Buenos Aires por sus propios medios, como por ejemplo soldados, suboficiales y oficiales que pertenecían al Regimiento de Infantería 5, cuyo asiento de paz estaba ubicado en Paso de los Libres, en la provincia de Corrientes.
La mayoría de las unidades y regimientos militares del país formaron parte del acto central organizado por el brigadier general Xavier Julián Isaac, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
El Jefe de Tropas y comandante de Adiestramiento y Alistamiento del Ejército Argentino, general de brigada Oscar Santiago Zarich, fue el encargado de solicitar autorización al Presidente de la Nación, para dar inicio al desfile militar.
La Fuerza Aérea demostró su poderío con un sobrevuelo sobre la Ciudad de Buenos Aires del que tomarán parte las siguientes aeronaves: Boeing 737, Hercules C130, Fokker 28, Saab 340, Embraer ERJ-140, Twin Otter DHC-6, Lear Jet 35, IA 63 Pampa II y III, Embraer EMB 312 Tucano, IA-58 Pucará, A-4 AR Fightinghawk, B200 Huron. También lo hará la “Escuadrilla Histórica” con los B45 Mentor, Bell 412 y 212.
Del vuelo homenaje también participaron helicópteros del EA (Aviación de EA) y aeronaves recientemente incorporadas a la flota de la Fuerza Aérea como el Embraer ERJ 140, el B200 Hurón, el Hércules C 130H y IA 63 Pampa III.
El lugar de espera de las aeronaves fue en Zona Sur, fuera de la CABA. Sobre Avenida del Libertador desfilarán Veteranos de Guerra de Malvinas de esa fuerza; personal del Estado Mayor de la Fuerza Aérea y sus direcciones. También lo hizo personal de institutos de formación.
Con ese despliegue la Fuerza Aérea demostró su capacidad de poder aeroespacial a través del gran volumen de aeronaves desde distintas unidades de manera coordinada y operando en conjunto con aeronaves del Ejército Argentino. En total fueon 62 aeronaves. Suele decirse que “el desfile aéreo es una de las tareas más complejas en tiempo de paz ya que conlleva mucha planificación y coordinación”.
Por parte del Ejército formarán parte de la conmemoración del Día de la Independencia:
-Agrupamiento de desfile aéreo. La aviación de ejército es pionera en la aviación militar en nuestro país desde hace más de 100 años. Dispone de aviones y helicópteros propios. Pertenecen a la Agrupación de Aviación de Ejército 601, con asiento de paz en Campo de Mayo y presencia en ocho provincias.
-Agrupamiento de Desfile a Pie. Desfiló primero la agrupación con las banderas de todos los elementos.
-Le siguió la Agrupación de Institutos Militares, encabezada por el Colegio Militar de la Nación. Es el lugar que prepara, durante cuatro años, a los futuros oficiales del Ejército Argentino en el predio histórico de El Palomar.
-El Regimiento de Granaderos a Caballo “General San Martín”. Fue creado el 16 de marzo del año 1812 por el general José de San Martín. Es la escolta presidencial de la República Argentina y fieles custodios de los restos del libertador en la catedral metropolitana.
-La Escuela de Suboficiales del Ejército Sargento Cabral es el único instituto que forma a los futuros suboficiales de las armas, especialidades y servicios del Ejército Argentino.
-Liceo Militar General San Martín. Está ubicado en la localidad bonaerense de Villa Ballester. Su eje central es la formación de alumnos que revistan como cadetes y reciben instrucción militar.
-Regimiento de Infantería 1 “Patricios”. Es el regimiento escolta del Jefe del Estado Mayor General del Ejército. Nació el 15 de septiembre de 1806, con motivo de la primera invasión inglesa al Río de la Plata. Es una unidad probada en combate con 208 años de historia. Participó de la guerra de Malvinas y tiene su asiento de paz en Palermo.
-Regimiento de Artillería 1 “Brigadier General Tomás de Iriarte”. Es el regimiento escolta del ministro de Defensa. Creado el 9 de mayo de 1826, tuvo su bautismo de fuego el 20 de febrero de 1827 en la batalla de Ituzaingó.
-Regimiento de Asalto Aéreo 601.
-Regimiento de Infantería Mecanizado 7 “Coronel Conde”.
Formó parte del ejército del general José de San Martín. Participó en la guerra de Malvinas. Fue la unidad del Ejército Argentino con mayor cantidad de bajas, con un total de 36 caídos y más de 84 heridos en combate.
-Regimiento de Infantería de Montaña 11 “General las Heras”. Es la unidad núcleo del ejército de los Andes y la primera con la que contó San Martín para iniciar sus ambiciosos planes de libertad. Tiene su asiento de paz en Tupungato, provincia de Mendoza.
-Regimiento de Infantería Paracaidistas 2 “General Balcarce”.
-Compañía de Comandos 601, 602 y 603. Es un elemento organizado, equipado e instruido para llevar a cabo operaciones en la profundidad del dispositivo enemigo.
-Compañía de Cazadores de Monte 18 “Teniente primero Roberto Nestor Estevez”. Instruye a su personal en la ejecución de operaciones tácticas y procedimientos en el ambiente geográfico particular de monte, tiene su asiento de paz en Bernardo de Yrigoyen, provincia de Misiones.
-Compañía de Cazadores de Montaña 8 “Teniente Primero Ibañez”. Se encuentra en la localidad de Puente del Inca, provincia de Mendoza.
-Compañía de Buzos de Ejército 601 de Operaciones Especiales, con asiento de paz en Santo Tomé, provincia de Santa Fe.
-Compañía de Ingenieros Químicos Bacteriológicos Nucleares. El 1 de enero de 2014 adoptó su actual designación. Su misión es brindar protección contra los efectos de las armas del enemigo, químicas, biológicas o nucleares.
Entre otras unidades del Ejército, también desfilarán la Agrupación de Comunicaciones 601; el Agrupamiento de Desfile Montado Escuadrón de Caballería Montado del Colegio Militar de la Nación; el Regimiento de Artillería 1
Batería Hipomóvil “Yatay”; Agrupamiento de Desfile Vehicular; Moto Royal Enfield Himalayan, perteneciente al Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado 1.
También formaron parte del evento vehículos ultralivianos 4×4 Polaris; vehículos Hummer; vehículos de uso general Ranger Polivalente; vehículos oruga pertenecientes al Batallón de Arsenales 602; transportes blindados M113; vehículos de combate lanza cohetes y lanzacohetes múltiple desarrollado en base al chasis del Tanque Argentino Mediano (TAM).
También desfilaron frente al palco oficial los modernos TAM 2C que presentó Luis Petri.
El evento del martes, que duró dos horas y media conmemoró aquel 9 de julio de 1816, que, tras nueve horas de debate, Narciso Francisco Laprida realizó la memorable pregunta: “¿Queréis que las provincias de la Unión sean una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli?”.
En ese mismo lugar, ubicado en la histórica casa de Tucumán, Javier Milei firmó esta medianoche el denominado “Pacto de Mayo”.
Por parte de la Armada formaron parte de la celebración:
-La banda de música del Estado Mayor de la Armada; la banda de música de la Escuela Naval Militar; Grupo Banderas Condecoradas; la Escuela Naval Militar; la Escuela de Suboficiales de la Armada; el Liceo Nacional Almirante Brown; la escuela Nacional de Náutica, la Escuela Nacional Fluvial; el Comando de la Flota de Mar; El Batallón de Infantería de Marina 3; el Área Naval Fluvial; el Comando de Transporte Navales; el Comando de la Fuerzas Especiales y vehículos de Infantería de Marina.
La Armada Argentina también llevó a cabo las denominadas jornadas de puertas abiertas, muestras estáticas y stands de los diferentes componentes que integran el Poder Naval integrado, en el Apostadero Naval Buenos Aires.
LAS FAMILIAS TAMBIEN FUERON PROTAGONISTAS DEL MEGA DESFILE POR EL DIA DE LA INDEPENDENCIA EN CAPITAL FEDERAL
A pie o a bordo de cuatriciclos, efectivos de la Policía de la Ciudad pedían que la muchedumbre que se apiñaba sobre diferentes tramos de la avenida Del Libertador se corriera hacia las veredas para liberar la calzada. También, entre ellos, agentes de tránsito y hasta encargados de edificios, solicitaban que se evitara treparse a rejas o apoyarse sobre las plantas de los canteros. Tenían poco éxito, como también con los que apelaban a subirse sobre los contenedores de residuos. Las herramientas más variadas se utilizaron este martes para intentar tener una mejor visión del desfile militar por el 9 de Julio.
El recorrido de tropas militares por las calles porteñas, que no se realizaba desde 2019, reunió a una multitud, en un ambiente familiar en el que abundaron los niños cargados sobre los hombros para que pudieran observar el paso de las columnas. Entre vendedores ambulantes que buscaban aprovechar la concentración y con una marcada ausencia de simbología política, la celebración tuvo picos de efusividad ante el paso de contingentes de excombatientes de la guerra de Malvinas, la melodía de la Marcha de San Lorenzo, el desfile de vehículos de combate de gran porte y el cierre a cargo de los integrantes del Regimiento de Granaderos a Caballo.
Pasadas las 11, la multitud que se ubicaba a ambos lados de la avenida Del Libertador siguió con atención y en un silencio interrumpido con ocasionales aplausos el paso de aviones de la Fuerza Aérea y de helicópteros del Ejército, que sobrevolaron la arteria en el barrio de Palermo y fueron la primera demostración militar visible para la mayoría de los presentes en el desfile por el Día de la Independencia, que encabezó el presidente Javier Milei.
Un público familiar se acercó para ver el desfile militar por el 9 de Julio
Desde el norte, la avenida Del Libertador estuvo cortada a partir de la intersección con Olleros. A esa altura, se estacionaron decenas de micros que trasladaron al personal militar. Estaban identificados como pertenecientes a la Fuerza Aérea, el Ejército, la Escuela Naval Militar, la Escuela de Suboficiales del Ejército “Sargento Cabral” y el Colegio Militar Nacional, entre otros. Algunos baños químicos fueron ubicados en las veredas, en esa zona.
A la altura de Dorrego, la Policía Militar instaló un vallado y fue el lugar en el que la gente se comenzó a ubicar a los costados de la calle, esperando el paso de las distintas columnas. Se destacaron muchas familias con niños pequeños que vivieron con entusiasmo su primera experiencia en un evento de estas características.
Niños con banderas, apoyados contra una valla en el desfile militar por el 9 de Julio
La cantidad de gente fue aumentando a lo largo de la mañana y, ya a la altura de Avenida del Libertador y Coronel Díaz, la Policía porteña solicitó que los presentes se ubiquen en las veredas, para despejar la calzada y permitir el paso de las tropas.
El desfile fue territorio fértil para vendedores ambulantes. Las banderas argentinas se conseguían desde los 1.000 pesos y cotizaban hasta 10.000, según el tamaño. Se vendían también pines, aviones militares para armar (el precio se ubicaba entre los 4.000 y los 8.000 pesos) y hasta los “patitos Kawaii”, que se usan como adorno en la cabeza y se pusieron de moda en algunos sectores de adolescentes y niños, también por 1.000 pesos.
Los vendedores de copos de nieve se sumaron a la oferta (en Del Libertador y Ortiz de Ocampo se comercializaban a 3.000 pesos la unidad). Si bien las consignas partidarias no tuvieron lugar en la multitud presente, sí había algún vendedor aislado que ofrecía “stickers de Milei”, a 1.000 pesos la plancha de diez calcomanías.
El paso de los excombatientes de la guerra de Malvinas fue muy aplaudido por la gente reunida en la calle y, también, por vecinos que observaron el desfile desde sus balcones (varios, adornados con banderas). La bandera “Malvinas. Volveremos”, que mostró a su paso una columna de veteranos del conflicto de 1982, levantó aplausos y el grito de “Argentina, Argentina”.
Un grupo de veteranos de la Guerra de Malvinas; fueron de los más vitoreados
La Marcha de San Lorenzo, interpretada por varias de las fanfarrias militares que desfilaron por la avenida Del Libertador, fue otro de los puntos altos para la multitud, que la entonó y la siguió con aplausos, al igual que la Marcha de las Malvinas.
En Del Libertador y Sánchez de Bustamante, ayudado por un andador, Francisco, un hombre de 80 años, afirmó a La Nación que llegó desde La Pampa para hacerse un tratamiento en una pierna. “Me interesa el espíritu del desfile”, aseveró. Esparcidos entre el público estaban sus “hijos y nietos”, señaló.
Daiana, de 33 años, observaba a sus dos hijos jugar en la vereda, a unos metros de donde la muchedumbre se amontonaba para ver las columnas militares. “Vine por ellos”, dijo sobre sus hijos. Le interesaban en particular “los aviones” y no los mensajes políticos que pudieran surgir. “Solo el desfile”, indicó, y contó que llegó desde Mercedes, provincia de Buenos Aires.
A medida que la multitud se acercaba a la zona del palco oficial (donde, además de Milei, estaban la vicepresidenta Victoria Villarruel; la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri), comenzaba a escasear la visibilidad. Muchos se subieron a los contenedores de basura, a vallados o a enrejados. Y abundaron los chicos cargados en los hombros que hacían todo tipo de preguntas a sus padres. Si bien los curiosos sin un conocimiento militar específico eran mayoría por mucho, también había quienes sabían de armamento y comentaban al respecto ante cada nueva columna que se presentaba sobre la avenida.
Ivana, de 53 años, pasó unos minutos trepada a la reja de la Embajada de Italia, hasta que un efectivo policial le pidió, como a todos los que estaban allí, que se bajara. “Cuando vi los aviones, vine”, contó a La Nación. Vive a pocas cuadras del epicentro del desfile militar. “Vine con dos de mis tres hijos, y con mi marido”, añadió. También rechazó cualquier mensaje político en el acto. “Es importante mantener las tradiciones, que están poco inculcadas”, definió.
Los momentos del desfile en los que transitaron los vehículos de la Armada y el Ejército fueron seguidos con gran atención, en particular el paso de los tanques. Al finalizar una de las columnas de estos vehículos pesados, la multitud interpretó que el desfile había finalizado y desarmó el cordón en el que se ubicaba. Minutos después, esa disposición se recompuso y se retomó el paso con los tanques de la Dirección de Investigación y Desarrollo del Ejército Argentino (a uno de esos vehículos se habían subido Milei y Villarruel unas cuadras antes, quizás provocando la demora que hizo que la multitud entendiera que el acto había concluido).
El cierre del desfile, con el Regimiento de Granaderos a Caballo, fue muy celebrado en una helada mañana porteña en la que abundaron los gritos de “¡Viva la Patria!”, que provinieron tanto desde las columnas militares como desde el público.