Si hubiera que medir en kilómetros lo grande que es el equipo, no alcanzarían los recorridos de ida y vuelta entre los viajes a 9 de Julio, Pergamino y Mar del Plata. La Selección de Junín Sub-16 se puso un objetivo a inicios de agosto, cuando se avisó de apuro que había que juntarse y entrenar, y vuelve cumplida en noviembre, para empezar a cerrar el año con una medalla de oro en los primeros Torneos Bonaerenses post-pandemia.
La primera parada, cuando el invierno todavía era cruel con quien madruga, las llevó a 9 de Julio, donde la ausencia de General Pinto en la competencia redujo el torneo a solo dos partidos por equipo. El rival del debut fue Bragado, que no había logrado juntar más que siete jugadoras y tuvo el coraje de presentarse a jugar. El final fue 6-0. con goles de Delfina González, Sofía Montenegro, Morena Culaciati y tres de Yanela Tracchia, que desde ese mismo momento se tatuaba el emoji del fueguito que la acompañó durante todas las instancias del certamen.
Para la final tocó el seleccionado local. Entre un partido y otro había llegado el audio de WhatsApp que indicaba que el ganador de la instancia Regional no clasificaba directo a Mar del Plata. Jonathan Villarreal y Renato Ubalton entendieron que ese no era el momento de compartirlo con sus jugadoras, que tenían que estar tan enfocadas como habían llegado. El secreto lo guardaron también las familias que alentaban alambrado de por medio. Se jugó, se ganó y se goleó, con otro hattrick de Yanela Tracchia, un gol de Delfina González y el broche de oro que puso la capitana Lola Bermúdez con un zapatazo desde afuera del área cuando minutos antes se había jurado que la metía.
Por primera vez se cantó el dale campeón y también nos vamo a Mardel, aunque ese festejo tendría que esperar una parada más. Fue en Pergamino y ya con primavera que se la dio de verano. Después de derrotar 5-0 a América con doblete de Morena Culaciati más los tantos de Delfina González, Yanela Tracchia y Sol Fermanelli, tocaba jugar una nueva final ante San Nicolás, un seleccionado de mucha jerarquía y bien trabajado a la hora de potenciar virtudes y disimular limitaciones.
Probablemente haya sido el partido más duro para Las Fortineras en todo el recorrido, al punto que fue en el único en el que recibirían un gol que, para colmo, las ponía por primera vez en desventaja en la competencia. Incluso pudo ser peor si esa misma tarde no hubiera nacido la leyenda del manotazo de Dios de Mia Balvidares. Antes que la cabeza comenzara a jugar una mala pasada, Delfina González vio el hueco justo para ubicar la pelota pegadita al palo con esa precisión que la define como futbolista exquisita y en pleno festejo conectó mirada con papá, entendiendo ambos que ese gol podía cambiarlo todo. Y todo terminó de cambiar cuando Morena Culaciati agarró la pelota convencida y se liberó con gambeta de la marca pegajosa que había tenido durante todo el partido, provocando el penal que ella misma se encargó de cambiar por el gol que hizo volar su camiseta de alegría mientras todo el equipo se le fue encima en mandada para abrazarla. Ahora sí. ¡A Mardel!
En el cuadrangular final que definiría cuál era el mejor equipo de la provincia, esperaban Florencio Varela, Olavarría y Necochea. Con lo lindo que es el sábado, tocó sufrir. Porque si bien Las Fortineras se fueron en ventaja al descanso con gol de Yanela Tracchia, en el segundo tiempo no encontraron el juego que las caracteriza y hubo que resistir los intentos de Florencio Varela por empatar. La buena noticia, además de los tres primeros puntos, fue que en la caja mágica a la que siempre apuesta Jonny Villarreal habían quedado muchas herramientas sin usar. Era cuestión de emplearlas en los dos últimos partidos de la aventura.
Otra vez Yanela Tracchia y ahora Sol Fermanelli fueron las autoras de los goles con que se impusieron 2-0 a Olavarría el domingo. Pero Necochea, el equipo que las esperaba el lunes, también había ganado sus dos partidos y había convertido un gol más que hacía que a Junín no le alcanzara con el empate para coronarse en el cierre del torneo. Esta vez el que costó fue el primer tiempo y el descanso estaba sentenciando que el oro se iba con las rivales. Pero las piezas se acomodaron en el complemento para que le tocara a Yanela Tracchia marcar los dos goles que valieron oro, llegando a la marca de 11 como el número de esa camiseta que ahora será de ella y nadie más.
Mia Balvidares, Soraya De Olivera, Micaela Romero, Lola Bermúdez, Martina González, Emilia Alonso, Lucía Marenzana, Josefina Leonidas, Delfina González, Celeste Echegaray, Sofía Montenegro, Justina Rossa, Sol Fermanelli, Yanela Tracchia, Martina Lombardo, Morena Culaciati. ¡Campeonas! A ustedes, gracias.