Un grupo de vecinos de Pringles y Juan B. Justo, cansados de reclamar al municipio por un bache en el medio de la calle, tomaron el toro por las astas.
Como la respuesta nunca llegó, hoy, optaron por ocuparse personalmente de llevar una solución, que no es la definitiva porque con el correr de los días, la rotura en el pavimento volverá a aparecer.
Pusieron manos a la obra y con tierra y pedregullo, taparon el bache que no sólo les estaba ocasionando molestias sino poniendo en riesgo a otros vecinos que circulando en bicicleta o moto o en horas de la noche, no adviertan el daño del pavimento y puedan sufrir un incidente.