Después de haberse pasado sin jugar todo el Apertura, en parte por una lesión y en parte por decisiones personales, Carla La Gioia volvió cargada de magia, de picardía y de goles defendiendo ahora la camiseta de La Favela, equipo al que llegó guiada por el corazón y en el que se reencontró además con viejas compañeras del fútbol que jugó toda la vida. Lo hizo marcando tres goles para un épico empate de último minuto ante Juan El Bueno, para hacer que el inicio del Clausura que organiza la Liga Deportiva del Oeste fuese de película y para convertirse ella, La Pipi, en la protagonista principal.
-Imagino que estarán más que satisfechas por el debut, no solo por cómo se dio el empate sino también porque se mostraron súper competitivas contra un equipo que también lo es.
-La verdad que sí. De hecho el partido en el primer tiempo estaba para ellas. Hicimos cambios en el segundo tiempo, nos paramos mejor en el medio de la cancha y pudimos dar pelea hasta que se nos dio el empate.
-En lo personal, si bien una de tus tareas es el gol, imagino que ni se te había pasado por la cabeza arrancar con tres en La Favela…
-¡No! La idea era jugar adelante y obviamente hacer goles que es lo que quieren de mí y lo que me propongo cada vez que entro a la cancha. Creo que estoy pasando uno de los mejores momentos de mi vida.
-Qué loco lo que decís, porque venís de no jugar el torneo pasado y de perderte muchas veces en el anterior, con Deportivo Pinto.
-Sí, fue un bajón eso. Después de haber salido jugadora del partido, perderme tantas fechas, volver recién para el último partido, pero de los errores se aprende. Encima el torneo pasado no lo pude jugar, porque había tenido bursitis en la rodilla. Estuve cuidándome y después ya retomando, despacito para ver cómo respondía la pierna derecha. Jugué algún turnito cuando me invitaron y cuando pude, porque hago horario rotativo en el trabajo y se complica. Pero la pelota busca a la jugadora, jaja.
-¿La lesión te demandó todo el Apertura? ¿O ya recuperada igual decidiste esperar al inicio de un nuevo torneo, con nuevo equipo?
-Fue así. Pasó lo de la rodilla y el torneo ya estaba empezado, entonces no lo jugué. Creo que tuve un poquito de miedo, cosas personales más que nada. Después vino la propuesta de jugar en La Favela y acá estoy, dándole a lo que siempre me gustó hacer que es el fútbol.
-¿Qué cosas te llevaron a decir sí, voy con La Favela?
-La primera fue Joha (Bellome), a quien conocí durante el torneo en que llegamos a la final de la Copa de Plata con Depor. Empezó todo por las redes sociales y llegamos a tener el noviazgo que tenemos hoy. Después me entero por las fotos en común que aparece La Turca (Bellome), a la que conozco desde los 16 años. Y tengo 37. Jugábamos en las canchitas. Cuando le pregunté y me dijo que era su tía, me encuentro con ella en un sintético en lo de Nati Direne, nos dimos un abrazo que fue eterno y me dijo que las puertas de La Favela estaban abiertas. El 28 de junio vinieron para el cumpleaños de Joha y ya me trajo el pase para que lo firme. Y además La Favela es un club de barrio donde yo me crié y vive mi familia. He jugado a la pelota con todos los vagos ahí.
-Entiendo que La Favela tiene que ir paso a paso, que este recién es su segundo torneo. Pero pasó la primera fecha y encabezás la tabla de goleadoras, solita. ¿Te le animás a pelearla?
-Vamos a hacer todo lo posible, vamos a concretarle el sueño a la DT, que quiere que sea la goleadora de La Favela. Y por qué no pelear por ser la goleadora del torneo. ¿Vos sabés lo que es eso para mí? Vamos con todo. Quedé con un esguince de tobillo, de la jugada con la arquera en el rebote del penal. Me estoy cuidando a pleno con eso. Son cosas del oficio. Si te gusta el durazno… Así que cuidándome para estar bien.
-Si pensamos que el penal te lo ataja, pero que metés el rebote, no tuviste jugadas de cara al arco rival que no hayan terminado en gol. ¡Tremenda la efectividad!
-No hubo. Por ahí el tiro libre que me ataja la arquera. Las otras fueron gol. En el primero me la da Vero (Bordón), la pude enganchar con el pecho para que me quede para la derecha y darle al arco. El segundo fue el rebote del penal. Y el tercero fue re loco porque La Turca patea y yo corro entre la línea de cuatro defensoras de ellas. Se la curzo a la arquera y gol. Ni yo lo podía creer. Creo que si teníamos unos minutos más se venía el cuarto.
-Así que hasta se quedaron con la sensación de que si había un poquito más de tiempo lo ganaban…
Sí, te puedo asegurar que lo ganábamos. Ellas jugaron un muy buen partido también, especialmente en el primer tiempo. Después no sé qué pasó…
-Es que a veces los estados de ánimo influyen tanto como el funcionamiento del equipo…
-Ni hablar. Mirá que nosotras teníamos jugadoras indispuestas, yo una de ellas. Flor con dolor de muela y no había podido dormir en toda la noche… Pero no nos importó nada. Dejamos todo y creo que las 11 jugadoras demostramos algo muy bueno. También las que entraron desde el banco. Todas. Somos conscientes que así va a ser todo el torneo, súper peleado. Ojalá salga un re torneo.
-¿Ya tenés compañeras con las que sientas que te entendés muy bien?
-Con Vero (Bordón). En los entrenamientos y el sábado que fue el primer partido que jugamos juntas, lo mejor. Otra cosa no te puedo decir.
-¿Hay objetivos planteados como grupo?
-Creo que tenemos que ir partido a partido y en base a eso ver para qué estamos. Hay chicas que nunca jugaron a la pelota. Es re loco lo que se está viviendo. Todas están felices de haber arrancado así el torneo, porque todas dejamos todo. En el segundo tiempo las que entraron también estuvieron muy bien. Así que muy contentas todas.
-En base a esta primera fecha en que ilusionaste a toda La Favela, a lo que demostraste también en Deportivo Pinto, ¿te quedaste con ganas de jugar más en tu paso por Rivadavia de Lincoln?
-Yo me quedé con muchas ganas de jugar más, pero no tenía la oportunidad. La decisión era del DT. Había un equipazo en Rivadavia. En Deportivo Pinto me pasó más o menos lo mismo, porque entraba siempre para el segundo tiempo.
-Es obvio que en cada lugar en el que estuviste te hiciste querer mucho, por todos los mensajes que te llegaron después del debut con La Favela…
-Sí. Creo que es un don que Dios me dio y también gracias a haberme criado con mis abuelos, por la educación y el respeto que ellos me dieron. Todo eso lo valoro muchísimo. En una foto estoy mirando al cielo y es para ellos, que son los que me guían día a día. En lo laboral, en el deporte, en el barrio… Me llevo bien con todo el mundo. Con gente de mi edad, con gente mayor, con gente más joven. No tengo ningún problema yo.
-Y has compartido fútbol con mucha gente…
-¡Seeee! Con Meli Garialdi, por ejemplo, culo y calzón. Convivíamos. Que no me la toquen ni a mi me toquen. Jugábamos juntas para Las Galácticas, de Valeria Ghione. Ese equipo era una locura. Romi Alonso, Natalin Traverso, Rocío Araya. He jugado con Lucre Paviolo, con Paola Paniagua, con Jalito (Fredez). Con un montón de chicas que hoy, después de tantos años, se mantuvieron siempre jugando. Y yo estaba re dada de baja. Cuando me insistieron tanto para que volviera a jugar al club Rivadavia de Lincoln empecé a entrenar y me puse en re estado. Ahí fue que dije esto lo quiero volver a hacer siempre. Y hoy estoy pasando buenos momentos, en lo laboral, en lo emocional, desde lo físico, y tengo una felicidad que no me entra en el pecho.
-Hablamos de las jugadoras con las que compartiste mucho fútbol. Pero si tenés que hablar de las nuevas apariciones, ¿con quién te quedás?
-Hay muchas ahora. La rompen las pibitas. Pero te digo Constanza Díaz. Yo nunca había jugado con ella. A la Coti la conocí en Rivadavia, que jugaba para la Sub-17 y para Primera. Hoy está jugando para Sarmiento. Y esa chica tiene un talento que no termina en Sarmiento, que va a terminar como Mari Costa, ¿entendés? Tiene que tener posibilidades. Pero hay muchas chicas que la rompen en sus clubes. Nada más que no me acuerdo los nombres. Como yo soy la Pipi, para mi son todas, Pipi jaja.
