Tras ser parte de la Selección de Junín que fue subcampeona del último Torneo Provincial y disputar con Origone la final del último Nocturno, Carolina Gauna decidió que era tiempo de un cambio de aires y aceptó emprender una aventura en la Liga de Chacabuco vinculándose al Club Rivadavia. No fue sola, porque desde la Liga Deportiva del Oeste la acompañaron también Melina Garialdi, compañera de Sele y Origone, Ludmila Villalba, quien partió desde Newbery y con quien había compartido equipo en Independiente, y Cintia Rinque, también compañera tanto en El Rojo como en el equipo de Agustín Roca.
En diálogo con Juegan Ellas, programa de Radio Kiss, la oriunda de Ferré explicó las razones que la llevaron a zambullirse en una nueva competencia. «Veníamos de una derrota bien dura con Origone, en una final que tenía pendiente y que sentía que era nuestra. Necesitaba buscar algo más y me encantan las aventuras. Me invitaron y ahí me fui«, explicó.
«Hay un chico, Sebastián, que había estado viendo algunos partidos. Me preguntó cuándo jugábamos. Fue a ver la final de la Selección en Junín, que no la jugué, y la final con Origone. Me habló al final del partido, me dijo que había posiciones en las que le gustaba cómo jugaba y respondía. Ya después me llegó un mensaje para ver si aceptaba la invitación. Me costó. Lo pensé, lo analicé y ahí estoy«, agregó sobre el contacto que derivó en su arribo a Rivadavia.
Con las cuatro legionarias de la Liga Deportiva del Oeste ya comprometidas con el nuevo equipo, los entrenamientos y primeros partidos amistosos previos al inicio de la competencia oficial sirvieron para ir habituándose a un nuevo vestuario y a las nuevas compañeras, entre las que también destaca Guadalupe Riscossa, arquera que tras tener un gran Provincial 2019 con Chacabuco tuvo la oportunidad de defender el arco de Sarmiento durante su temporada debut en la Primera B de AFA.
«La verdad que nos encontramos con un grupo de personas que nos recibieron espectacular. Muchas veces está esa especia de rivalidad con la jugadora que viene de afuera y se puede sentir que es para quitarle un lugar a las que están ahí. Yo lo viví así, porque siempre fui visitante también en la Liga de Junín. Sentía que me iba a encontrar con eso en Chacabuco, pero la verdad que me encontré con un ambiente totalmente diferente. Re buena onda, re buena energía«, remarcó Carolina Gauna.
El inicio del torneo no fue sencillo, porque a Rivadavia le tocó enfrentar a 9 de Julio, el equipo más ganador de la liga vecina, con amplio número de representación en el seleccionado local que precisamente compartió grupo con Junín en el último Provincial. Fue derrota 4-0 y señal de alerta para entender que ningún grupo se arma de un día para el otro. «Ya las condiciones eran desfavorables, porque había llovido, se había tenido que frenar el partido anterior, había mucho viento. Ellas juegan muy bien, tienen muy buen plantel y se notó que tienen mucho fútbol encima. Creo que fue todo eso lo que hizo que nos ganen por esa diferencia», resaltó el crédito de Ferré.
Los largos traslados para entrenar y jugar que para muchas podrían suponer una incomodidad, tampoco serán nada nuevo para Carolina Gauna, quien siempre viajó para cumplir con los diferentes compromisos tanto con los clubes en los que militó en Liga Deportiva del Oeste como con la Selección. Al final de cuentas, el camino, la ruta y la pelota forman parte de ese tiempo que se dedica para ella: «Yo soy mamá, tengo una rutina, un panorama ya todo armado. Tengo dos hijos y así es mi vida de lunes a viernes. Entonces dije que el fin de semana tenía que ser mío. La verdad que cuando empecé era muy mala jugadora, pero me puso como meta aprender cada día más. No me basta un partido por semana, me encanta salir a jugar un Relámpago porque vas y lo dejás todo, te explotás al cien un domingo. Siempre respetando al DT del club para el que esté jugando. Pero cuando tuve las oportunidades las aproveché siempre«.
¿TRES O NO TRES? ESA ES LA CUESTIÓN
En Viamonte con Gory Pereyra, más de una vez en Independiente, con Selección de Junín y también en Origone; Carolina Gauna ha tenido que retrasar varios metros respecto a la posición en la cancha en la que más disfruta jugar para desempeñarse como lateral por izquierda. Curiosamente en ese puesto que todavía mira de reojo, porque prefiere estar más cerca del arco rival que del propio, ha tenido mayoría de buenas actuaciones. ¿Es o no es tres la jugadora de Ferré?
«La verdad que es una posición que puedo hacer, porque me sale y tengo las condiciones. Mayormente cuando me ponen de tres es porque hay una jugadora rival que tengo que marcar y me lleva a esa posición. Y siempre fue contra rivales fuertes que yo sabía que iba a jugar ahí. Siempre fui volante, entonces cuando iba de tres quería pasar, desbordar, tirar centros, que es lo que me sale más naturalmente. Cuando me tocaba decía ‘bueno, lo hago’, pero a la vez me frustraba. Lo juego, me sale. Pero no es fácil que de un día para el otro vengas jugando de volante y te digan ‘te necesito de tres’. Creo que respondí bien y eso fue lo que agradó», explicó la ahora jugadora de Rivadavia de Chacabuco.
EL FUTURO CON LA SELE
El paso al fútbol de Chacabuco, sumado a la decisión de la Liga Deportiva del Oeste de disputar un campeonato con nuevo formato de todos contra todos que podría demandar buena parte del año y para cuyo transcurso no se abrirá en ningún momento el libro de pases podría provocar que tanto Carolina Gauna como Melina Garialdi no puedan tener revancha con la Selección en un nuevo Torneo Provincial si no dan los tiempos para que al inicio de esa competencia estén fichadas otra vez en uno de los clubes de la LDDO. «De tanto pensar si ir o no a Chacabuco, cuando me enteré me sentí mal porque la verdad es que yo quiero jugar y porque el fútbol de acá me encanta. Pero ese golpe de la última final, la lesión en la rodilla, es como si me hubiese dejado algo pendiente pero a la vez algo que resolver», señaló al respecto.
