Hola, ¿cómo están?, quisiera ser lo más clara posible, no sin antes dejar completamente claro (valga la redundancia) que no soy política partidaria, ya que la mayoría de las veces cuando se opina en algún medio de comunicación, según cuál sea el tono del/la que escribe, se lo identifica con algún color político. En mi caso no es así, ya que en mi opinión no se necesita pertenecer ni simpatizar con algunos de ellos para tener un criterio y una opinión formada sobre cualquier tema.
Aclarado esto, voy al punto.
Tema: ¿A quiénes escuchan? ¿La voz del pueblo?
Todos sabemos como ciudadanos que cada 4 (cuatro) años, ellos (los que «desean ayudarnos«) nos piden literalmente que les entreguemos un VOTO de confianza a los proyectos e ideas que tienen para la ciudad;
Cuando ese voto, ese creerles se hace real y asumen… ¿Qué les pasa?
A los mismos ciudadanos que les pedían el voto, ahora, dejan de escuchar, y pareciera que los distintos reclamos que se les hace en los diferentes barrios de la ciudad fueran hechos con alguna mala intención o respondiendo a una cierta «oposición». Por esa razón es que les pregunto:
¿A QUIÉNES ESCUCHAN, A LOS MISMOS QUE ESCUCHARON A LAS URNAS?
O quizás ya dentro de una oficina, detrás de un escritorio, entre papeles, agendas, reuniones, etc., los hace olvidar de que fue y es la MISMA GENTE la que les está diciendo dónde está la necesidad y que hay cosas que no funcionan y nadie hace nada.
Los políticos de turno, quienes sean, deberían ser más coherentes y darse cuenta que es la misma gente que los puso ahí y la que hoy les reclama o les pide ciertas mejoras que ustedes no pueden ver.
Una posible solución: para poder ver, será necesario tener algo que por estos tiempos escasea…
No es empatía, tampoco humildad, es compasión, un concepto muy poco usado en la actualidad pero que está intrínsecamente ligado a una condición del corazón humano;
Creo que las soluciones concretas vendrán cuando se pongan los pies en la tierra y la mirada hacia lo realmente importante.
Poder ver, tocar, sentir la necesidad del otro, más corazón y menos cabeza, se piensa mucho y se hace poco.
La voz del pueblo los puso ahí, ahora deberán seguir escuchándola,
creo que no he dicho más que… la «pura» verdad.
Gisela A. Barrera
15/05/2025