La primera Clínica que con gran éxito brindó Luis Islas en Junín, en la cancha del Club BAP, contó con la presencia de dos arqueras: Laura Riveros y su sobrina Malena, de 13 años.
Cuando Laura se enteró que se dictaría esta jornada para arqueros no estaba en la ciudad, ya que estuvo viviendo un año en San Pedro, y fue su hermana quien la anotó como regalo de bienvenida.
«Luis Islas es un tipo muy conocido. Buen arquero y muy humilde. Fue una experiencia espectacular. Yo no hace mucho que soy arquera. Empecé a los 28 años a jugar al fútbol. Tengo 35. Entonces fue adquirir un montón de conceptos, cuestiones más específicas y concretas. Era una experiencia para no perderme», le contó a Junín 24.
Independiente de Junín es el club de sus amores, desde que concurría a la cancha para ver jugar a su hermano Sebastián Riveros, mientras soñaba con poder ser alguna vez ella quien saltara al terreno de juego. Hoy, tras pasar un año fuera de la ciudad, volvió a entrenarse pensando en volver a defender esos tres palos, sabiendo que siempre tendrá abiertas las puertas del club.
«Estoy entrenando. La realidad es que me tengo que poner en estado. La parte física, como marcó Islas, es fundamental para un arquero. El trabajo de piernas», expresó.
A Laura Riveros le da orgullo el enorme desarrollo que ha tenido el fútbol femenino en Junín en los últimos años y sabe que ella es parte de un camino que empezó a transitarse cuando todo era mucho más difícil.
«Yo lo único que tenía era la posibilidad de ir a ver al equipazo que tenía Independiente. Con mi hermano, a los chicos Lo Bianco. Pero posibilidad de jugar no. Sí jugué al básquet en la adolescencia. Con el fútbol arranqué de grande, por pasión y caradurez. Siempre quería jugar. Entre hermanos jugabamos los Lo Bianco contra los Riveros. En la pileta del club se jugaba. Pero para ir a entrenar no había nada».
Por eso mismo es que disfruta tanto de ver a la pequeña Malena, con 13 años, poder desarrollarse como jugadora de fútbol y en la misma posición que ella abrazó. «Hoy está muy bueno. Que mi sobrina Malena, que también estuvo en la Clínica de Islas, tenga la posibilidad de ir a entrenar con 13 años es algo muy lindo. A la larga, todo el esfuerzo dio sus frutos. Luis habló mucho con ella. Se fue muy incentivada. Re enchufada anímicamente».
Laura destacó que Independiente, con humildad y dentro de sus posibilidades, siempre apostó por el fútbol femenino. No en vano es uno de los pocos equipos que, en el presente torneo, tiene un equipo para cada categoría. «Mi hermana es Secretaria del club y está muy metida con el fútbol femenino. Ella nunca había jugado y yo la metí. Hoy es una de las que empuja al club y a las chicas para seguir adelante».
Pero también disfruta de los logros que han ido conquistando otros clubes en la disciplina y otras jugadoras con las que compartió aquellos años en los que todos miraban para otro lado cuando ellas pateaban la pelota.
«Ver a Sarmiento jugar en la B me re emociona. Ver a Meli Garialdi, con la que yo arranqué, que es una máquina, me hace desear que llegue lo más lejos que pueda llegar. Que le den para adelante, porque a la suerte hay que acompañarla».
Por Juani Portiglia – @JIPortiglia