Tras comunicar que Sarmiento licenciaba a todo su plantel de Primera División por no poder afrontar los gastos que implicaba su continuidad en tiempos en que el fútbol está parado a causa de la propagación de la pandemia de coronavirus, y después de escuchar en declaraciones públicas la molestia del capitán Yamil Garnier que habló en nombre de muchos de sus compañeros; el presidente Fernando Chiófalo profundizó sobre las razones que llevaron a tomar esta decisión.
«Muchos jugadores están haciendo la cuarentena en su lugar de origen, otros acá en Junín. Muchos vencían contrato el 30 de junio, otros continúan. Nosotros tuvimos que tomar decisiones rápidas para ver cómo continúa el club, no durante los próximos meses sino durante los próximos años directamente. Decidimos licenciar a todo el mundo y tratar de devolver la mayoría de los alquileres para que no salga ningún gasto extra del club», manifestó en comunicación telefónica con La Cancha Junín.
Y agregó: «Más allá de saber cómo termina este torneo, tenemos que saber cómo continúa la vida institucional de Sarmiento. Vamos a tener cinco o seis meses en los que no va a ingresar ni el cincuenta por ciento del presupuesto habitual, que es alrededor de seis millones de pesos. Entonces hay que bloquear todos los egresos, porque el club está cerrado. La intención es quedar en una situación económica decorosa para cuando termine todo esto».
Ya en referencia al malestar que podía haber generado esta decisión en los futbolistas, Chiófalo opinó que solo puede existir una manera de tomar la situación. «Sarmiento no sabe cómo va a afrontar los próximos sueldos. Tenemos una erogación mensual de casi medio millón de pesos de alquiler por mes. No puedo tener durante seis meses alrededor de 30 casas alquiladas donde no va a vivir nadie. Tengo que cancelar como mínimo todos esos contratos. Hasta el 30 de abril vamos a afrontar todo lo que tenemos estimado, pero a partir de mayo no podemos seguir haciéndolo».
Cabe destacar que esa cancelación de alquileres afecta también a algunas jugadoras del equipo femenino que milita en la Primera B de AFA, ya que si bien no perciben un sueldo vivían en una casa que el club había puesto a su disposición por ser oriundas de otras ciudades y pueblos de la zona, lo que les suponía un gasto y un esfuerzo demasiado grande si tenían que viajar todos los días para entrenar y jugar.
Chiófalo también dio cuenta de la difícil situación que se vive en relación a los sponsors, muchos de los cuales «se bajaron» en abril y otros ya dieron aviso de que con continuarán con el patrocinio a partir de este mes. «A partir de eso, hay que tomar decisiones rápidas para continuar con la vida de Sarmiento, más allá que pueda haber o no un ascenso en juego. La intención es no tomar una deuda que no vamos a poder pagar ni en los próximos tres o cuatro años», remarcó.
