La herramienta permitirá realizar un seguimiento de los niños juninenses que se alimentan en los comedores escolares.
La secretaria de Desarrollo Social y Educación del Gobierno de Junín, Marisa Ferrari, dio a conocer la puesta en marcha del Observatorio Nutricional, una herramienta que permitirá realizar el seguimiento de todos los chicos que se alimentan en los comedores escolares de la ciudad.
El objetivo del observatorio es obtener datos concretos sobre la nutrición de los niños y trabajar sobre la calidad del menú, haciendo los ajustes necesarios para que todos reciban los nutrientes esenciales para su desarrollo.
«El Concejo Deliberante generó el año pasado una muy buena herramienta, el observatorio nutricional, que es una construcción interdisciplinaria integrada por cuatro nutricionistas y cinco trabajadores sociales que el municipio pone a disposición del Servicio de Alimentación Escolar», afirmó Ferrari.
«En general, la discusión respecto de los comedores escolares y de la prestación que se hace siempre fue en torno a una cuestión económica: cuál es el presupuesto o cuántos son los fondos que se destinan a los comedores. Y en ese sentido, ya desde el año pasado la gobernadora, María Eugenia Vidal, viene haciendo un esfuerzo económico importante. Pero lo que se quiere con este instrumento es trabajar sobre la calidad de la alimentación que llega a aquellos chicos en edad escolar que están en situación de vulnerabilidad nutricional, y poder medir el impacto», explicó.
«Esto, a su vez, nos va a ir permitiendo, en lo cotidiano, hacer los ajustes y las mediciones para que realmente llegue de la mejor manera posible y para que los chicos puedan recibir los nutrientes que necesitan en la edad que los necesitan», finalizó.
Por su parte, la nutricionista Liliana Urbieta manifestó: «Esto sirve para poder individualizar los casos de mayor riesgo, porque no todos los niños son iguales. Quedarnos tranquilos de que estamos individualizando al más vulnerable nutricional y socialmente y producir mejoras tanto en el valor nutricional del menú, como en la inocuidad de la alimentación».
«El objetivo no es sólo llenar la panza, sino asegurarnos de que esa alimentación sea de calidad nutricional e higiénica, para evitar todo lo que tiene que ver con la transmisión de enfermedades por alimentos. Y, además, tener datos de los chicos, que es uno de los principales fundamentos del observatorio», agregó.
«Hoy no conocemos datos nutricionales de los chicos, no sabemos cuántos tienen sobrepeso, obesidad y desnutrición. El sobrepeso-obesidad y la desnutrición oculta, que es la anemia y la falta de micronutrientes, provocan un déficit en el crecimiento, tanto de talla como intelectual, por eso es que se apunta a mejorar la calidad de la alimentación», finalizó.