Por Isabel Muñoz Marcos
Muchos se ocupan de su vida hoy y pasan del anonimato a la existencia con solo nombrarlo, opinan de su arte con la misma frivolidad que hablan de programas baratos para mentes en blanco. Hablan y hacen juicios de valor, pequeños caníbales desdentados intentando enseñar a masticar. Muñequitas de silicona se llenan la boca desde lo empírico de armar un recital de 300 mil personas, pobres polillas! Solo verlas y te das cuenta que no pueden con sus 40 anoréxicos kg.
Hablan desde la ignorancia, desde la maldad o desde intereses oscuros de tipos violentos y despiadados, se creen héroes de pantalla planteando posibilidades, pero no son más que nada.
No saben que un “ricotero” por así llamar a nuestra gran familia SABE que va a un lugar donde se reúnen personas en masa, donde la cantidad de seres humanos supera en número a la de la misma ciudad que organiza, o presta, o alquila o lo que fuere. Una misa india, va más allá de intereses económicos, políticos o religiosos, una misa india es esencialmente un rito que une a centenares de seres en un sentimiento único, la música y la voz de ese hombre que le toco en la vida Ser a Carlos Alberto Indio Solari.
Pero de pronto la leyenda se escurre entre curiosos, entre gente que le importa una m… el sentimiento ricotero, entre intereses sucios de una política desbastadora. De pronto gente que no sabe lo que significa esa letra mística, esa filosofía, esa sabiduría de nuestro genio es interrumpida, gente que utiliza la misa india para excesos letales que disfrazan de goce, gente que apaga esa cancioneta de cuatro letras insultantes para ir a participar de un espectáculo que ni idea tienen y ahí encaran como si fueran a un baile de club de barrio, pobre gente que mira todo el año programas donde la mujer es un trozo de carne y todos están contra todos en una violencia explícita…pero después marchan contra lo que avalan día a día y ahí están, ahora, intentado participar de algo que los supera; no saben nada y salen de un mundo de fantasía intentando ingresar en un mundo que no entienden… entre 50 mil personas, o más, ante un Indio Solari suplicando que ayuden a los que estaban siendo aplastados, parando un recital que , para quienes conocemos el rito, era “raro”. La gente no respondía, un grupo que no entendía nada, por obnubilados, por necios, por ignorantes, porque nosotros, los de siempre o casi siempre, nos corrimos dos metros atrás como nuestro genio pidió.
Hoy, son esos pobres pacientes, los que hablan en contra, critican la plata que hizo el Indio, plata que se ganó legítimamente, en su laburo. Se preguntan cómo ganan plata los políticos???,esos que nos hacen odiar al vecino, al docente, al indígena, al negro??? mientras te roban haciéndote creer que es “necesario”.
Hoy los noticieros ocupan la atención de multitudes de jueces de pantalla, mientras por detrás del telón continúan los aumentos, denigran al trabajador manosean necesidades básicas y no dejan que nadie piense por sí mismo, hacen putear el rock el ricotero y odiar a cada uno de nosotros como si fuésemos una secta de asesinos de bebes, sin pensar que cada uno junto peso por peso para ir a ver un espectáculo, un trabajador como yo y tantos otros que viajo km y km con sacrificio, con ansia, con emoción, sin drogas, sin alcohol, con una pasión sana, que hoy se ve manchada de sangre y lágrimas. No nos quedamos a incendiar una ciudad que nos brindó un espectáculo esperado.
Hay información distorsionada, malintencionada, no hubo encierros, no hubo crímenes, salimos por donde entramos, tranquilos, felices en principio, con un sabor amargo después de “Mi perro dinamita”… algo había pasado y no sabíamos que. Nuestro genio, lo percibimos quebrado, angustiado y quienes lo amamos presentimos que algo no andaba bien.
Más tarde, en mi caso personal, me entero de noticias que causaron dolor y pánico en nuestras familias Como no sentirme así?
Por todo esto, Indio querido, de mi parte y, creo, de parte de todos aquellos que te admiramos sabemos que estás cansado, que esto te hace daño, tu música está siendo contaminada, por otras connotaciones que no esperabas, ni esperábamos. Nos diste mucho, muchas ceremonias en la tormenta, nos dijiste que vivir solo cuesta vida , que lo tuyo era solo un rock del país y que el que abandona no tiene premio. Pero no me gusta esto, me duele que sea así, no puedo quitarme la amargura desde que sonó el último acorde, y, aunque tal vez nunca en la vida me perdone por pedirte esto creo que es hora de que tu vida sea solo tuya, que la disfrutes y que seas feliz, tan feliz como fue la mía al escuchar tu música, y poder seguirte por el país!
No te merecemos, ojalá algún día nos perdones por creer que tu vida nos pertenecía, por tatuarnos tu cara, tus letras, por llorar con tus canciones y por creer que debías ser eterno
No te merecemos. Perdón y GRACIAS por siempre
