Tres exponentes del semillero, de las que la venían remando en la liga local y de repente se encontraron frente al sueño de jugar Primera B. Tres que dudaron cuando se empezaron a sumar nuevos refuerzos, pero que entendieron rápido que habría lugar para todas. Porque lo importante es competir y superarse día a día.
El colectivo las devolvió del Centro de Alto Rendimiento a la Ciudad Deportiva de Sarmiento y ya estaba planeada la merienda, pero la postergaron varios minutos para sentarse a charlar al solcito con nosotros. Lucía Inglese y Valentina Ronca tomaron la palabra. Quien siga el fútbol femenino en Junín 24 ya sabrá que a Luisina Garrido tanto no le gusta hablar, pero se quedó firme porque entre todas se hacen el aguante… Y porque mejor merendar en compañía, aunque sea un poco más tarde.
Nadie tardaría ni un minuto en notar la complicidad que existe entre las tres y que trasciende la pelota, aunque nunca la deja de lado. Son compañeras, son amigas y últimamente pasan tanto tiempo juntas que casi son familia.
«Nosotras empezamos juntas en Villa. Hicimos casi un año y nos vinimos acá a Sarmiento. Nunca tuvimos tanta afinidad como tenemos ahora. Esto empezó más que nada por el fútbol, por tantos viajes que hicimos juntas. Creo que todos los viajes que hice, fueron a la par de Lu», contó Valentina Ronca. «Cuando tenés una amistad hablás no solo adentro de la cancha sino también afuera. Lo importante es que cuando tenés confianza con la otra, como me pasa con Valen, te podés pelear pero sabés que queda en la cancha. Lo bueno es que nos entendemos y eso se nota», la completó Lucía Inglese.
A Lucía, defensora central, le tocó meterse rápido en el equipo de Primera B y apenas se perdió un partido desde que arrancó el torneo, porque será futbolista pero también tenía derecho a irse a Bariloche. Valentina, mediocampista central de gran manejo de pelota, está buscando hacerse ese lugar en AFA y aprovecha la titularidad en la Liga Juninense para mostrarse. Luisina, la Colo, empezó a ganar minutos en AFA en los últimos partidos y mostró que tiene mucho para dar al equipo.
Le toque a quien le toque, cada una es hincha de la otra. «El fútbol siempre fue el acompañante, pero en esos días que necesitás una amiga, alguien con quien hablar… Creo que ahora ya somos más amigas que compañeras de fútbol», se encargó de resaltar Lucía. Y esta vez fue Valentina quien la completó: «La convivencia es muy importante. Casi todos los días nos juntamos más allá del fútbol. Encontramos otras cosas que también nos unieron».
Y si bien esa amistad ya trasciende la pelota, fue la defensora quien se encargó de reconocer que les cuesta sacarse el fútbol de la cabeza: «A veces nos relajamos y a veces nuestros otros amigos nos tienen que decir che, bajen un cambio. El otro domingo que jugamos, después fuimos a mi casa a comer un asado y tomar unos tererés y seguíamos hablando del partido. Es como que no paramos un segundo. Pero también compartimos otras cosas que son extrafutbolísticas». La aclaración de Valentina para resumir esas juntadas, las pinta de pies a cabeza: «Pero la pelota nunca falta cuando nos juntamos».
Futboleras como son, a la hora de sentarse a mirar aparecen las diferencias que ellas mismas se encargaron de explicar. «En mi caso miro mucho fútbol europeo y del femenino de vez en cuando los partidos de Primera», contó Valentina. «No miro mucho femenino», reconoció Lucía. Y agregó: «Masculino soy hincha de Sarmiento, me miro todos los partidos. Me gusta mucho más el fútbol latinoamericano. Soy más fan de la Superliga y de la Libertadores que de la Champions. Se ve reflejado. Yo soy defensora, me gusta el fútbol más rústico. Ella es más lírica, le gusta la Champions».
Porque se quedó a escucharlas, porque se rió con ellas y fundamentalmente porque hicimos que se le atrasara la merienda, el cierre se lo cedemos a la Colo que, como un popular canal de Youtube, te lo resume todo así nomás…
Por Juani Portiglia