Coronavirus, un muerto, huelgas y tensión: Las cárceles, el talón de Aquiles del gobierno de Kicillof
A las problemáticas estructurales se sumó el temor a la pandemia y crecen los reclamos en varias unidades penitenciarias de la provincia.
Detenidos de Melchor Romero se subieron a los techos del penal para pedir por excarcelaciones.
Un muerto, huelgas y amenazas. En la última semana surgieron varios focos de conflicto en las unidades penales de la provincia de Buenos Aires en el marco de la pandemia. Allí, al malestar por las precarias condiciones estructurales se sumó el temor del ingreso del coronavirus. La tensión crece.
El miércoles, Federico Rey, un joven de 30 años condenado por robo calificado, murió en un motín en la Unidad N°23 de Florencio Varela, en el mismo complejo penitenciario en el que estaba alojado el primer preso diagnosticado con Covid-19 y desde donde trajeron detenidos a la Unidad 13 de nuestra ciudad junto a otros de San Nicolás, hasta que el Juez de Ejecución Penal de Junín, doctora Galdeano emitió una resolución ordenando al gobierno provincial y al Servicio Penitenciario Bonaerense detener esa práctica.
En un inicio trascendió que la muerte de Rey se había dado en un enfrentamiento entre presos. Sin embargo, desde la Comisión Provincial por la Memoria aseguraron que se investiga una posible represión y que el motín se originó a partir de la circulación de un audio de un supuesto médico del Servicio Penitenciario Bonaerense con un mensaje “apocalíptico” sobre el eventual ingreso del coronavirus a las cárceles.
“Hay una situación de conflictividad muy alta. Al hacinamiento, la sobrepoblación y las condiciones gravosas de detención, se sumó la pandemia. Con las condiciones en las que se vive en el encierro es imposible tomar las medidas sanitarias recomendadas, de distanciamiento social e higiene”, le explicó a esta agencia la directora general de la Comisión por la Memoria, Sandra Raggio.
Desde la organización detallaron que también existe temor por casos enfermedades preexistentes como VIH y tuberculosis, y por la “asistencia de salud deplorable” que hay dentro de las unidades penitenciarias. “Esto genera mucho estrés en la población detenida, mucha angustia y mucha necesidad de que se dé una respuesta decente”, agregó Raggio.
Todos los conflictos
Al de Florencio Varela, se suma el motín de Melchor Romero: el lunes, reclusos de la unidad N° 10 se subieron a los techos del penal para reclamar por excarcelaciones y se mantuvieron allí por cuatro horas. La protesta se levantó tras arduas negociaciones con las autoridades.
El miércoles, detenidos del penal N° 13 de nuestra ciudad realizaron un video para protestar por supuestos trasladados desde el conurbano hacia esa cárcel. Expresaron su temor al coronavirus y amenazaron con iniciar “el mayor conflicto de la provincia de Buenos Aires”.
En tanto, según detallaron desde la CPM, se mantienen huelgas de hambre en la unidad N° 33 (Los Hornos), en la N° 48 (San Martín), en la N° 31 (también de Florencio Varela) y en la N° 39 (Ituzaingó).
¿Qué piden?
La mayoría de los reclamos son para pedir prisiones domiciliarias. Desde el Gobierno bonaerense vienen reconociendo el hacinamiento y la Justicia, para paliar la situación, dictó más de 2000 excarcelaciones para población vulnerable que cumple condena por causas de delito leves.
Sin embargo la problemática es grande. A principios de este año el sistema carcelario alojaba a unos 48.827 reclusos y su capacidad era de 25.000. O sea, las personas privadas de su libertad duplicaban las plazas.
“Están avanzando las excarcelaciones, pero lo que genera el coronavirus es una urgencia. Hay una demanda y un malestar muy fuerte en toda la población y las familias. La demanda es claramente a la Justicia”, indicó Raggio.
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