María es la mujer de un interno de la Unidad Penitenciaria 16 que a fines de febrero fue operado por una apendicitis en el Hospital Piñeyro. Los días que pasó como consecuencia de la salud del interno hi<o que tomara contacto con Junin24 porque dijo, querer hacer público no sólo la cuestión personal sino también cómo viven en el penal, las condiciones de la comida que reciben, entre otros aspectos.
LA INTERNACION
Durante su relato, comenzó explicando que a su marido “lo internaron de urgencia el viernes 24 (de febrero), a las 11 de la noche. Lo cargó un compañero arriba del camión porque hacía cuatro días que había hecho una apendicitis. Estaba todo reventado adentro, a mí me hablo la cirujana que lo operaba que se había desparramado todo
Eso fue el viernes a la noche, el sábado a las 11:30 de la mañana entró a quirófano” y quedó internado con “un drenaje” relata la mujer del interno de la UP 16. Para luego continuar explicando que “el lunes escucho el parte médico para ver cómo iba a evolucionar. Me dijeron que le iban a dar un caldo y una gelatina, y que iban a ir viendo lentamente como iba evolucionando, para poder ingerir otra clase de comida, esto no es tan rápido. Y con los drenajes pasa lo mismo”.
El martes “entro y escucho en el parte médico, que le dan el alta” y en su relato, se pregunta, “quién forzó ese alta, el penal ? Él no había ingerido nada más que un caldo y una gelatina nada de comida para saber si lo toleraba o no”. “Le sacaron los drenajes, lo cargaron al camión y se lo llevaron al penal. Ni lo vistieron, lo sacaron con la ropa del Hospital. Una bata azul que es la que le ponen cuando los operan. Lo esposaron y se lo llevaron”
Recuerda que “en el momento que lo están bajando por el ascensor yo voy subiendo. Había ido a comprar a la farmacia los antibióticos. Tengo los comprobantes de lo que gasté. Antibióticos, calmantes, gasas, apósitos cinta, guantes para curarlo, pervinox. Tuve que comprar todo”, reclama. En su denuncia, María añade que “tipo animal se lo llevaron y si hoy tomó diez días de antibióticos es porque yo le tuve que ir y comprar”.
LA COMIDA
Otra de las críticas de la esposa del interno, es la relacionada con el tipo de comidas que les dan en el penal –en éste caso la U.P. 16-, “nunca le dieron un régimen de comida. Le dan los ranchos y para qué vamos a hablar de lo que les dan. Nosotros llevamos encomiendas. Las familia, para que eviten de comer ranchos” añade. “Los miércoles y los viernes, les llevamos carne, verduras, cigarros que con eso compran mercadería para poder sostenerse porque la que les dan es incomible. Hay chicos durmiendo en el suelo. No hay camas suficientes. Es un desastre ahí adentro…” describe.
CONDICIONAL
Tal como lo describe la entrevistada, la vida en el penal termina siendo “una injusticia”. “Mi marido tiene desde 2021 los beneficios para que le den y se lo siguen negando”. El 26 de diciembre “me hicieron la ambiental en casa para darle la salida para firmar afuera, pero nunca llegó porque al papel se lo entregaron ayer y se la denegaron porque la psicóloga hizo mal el informe, como que no está listo para la sociedad y entonces el juez no le otorga el beneficio y se lo siguen negando. La persona que se lo leyó le dijo que estaba todo denegado por la psicóloga. Y no puede ser, estamos cansados de todo esto, de que los traten como animales. La comida es asquerosa, duermen en el suelo y lo único que les dan cuando van a sanidad es ibuprofeno” aclara María. “Estoy muy indignada. Lo único que quiero es que a mi marido le den la libertad como corresponde, y que le den los beneficios. Que se haga justicia. Y quiero, que salga a la luz, que todo el mundo sepa lo que pasa dentro de un penal”.