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Darío Felipin: «Cuando el video estuvo terminado, pude dormir tranquilo al menos una noche»

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El rap prendió en Junín. Para notarlo basta con mirar a los pibes y las pibas, los pibitos y las pibitas, incluso las familias enteras que cada vez en mayor número fueron poblando La Desli, ese punto estratégico donde se plantó la semilla y floreció la cultura.

Engranaje necesario para que la maquinaria comenzara a funcionar, dicen, como nunca antes en la ciudad fue Darío Felipin. Primero como competidor en las tradicionales batallas, después como organizador y en la actualidad consolidado ya como una referencia para las generaciones que asoman. Asumiendo esa responsabilidad ahora que la pandemia vino a apretarle el botón de pausa a la actividad es que el rapero alentó a que el envión no se corte con el nuevo videoclip que se lanzó el 30 de agosto en Youtube y actualmente ya superó las 4 mil visualizaciones.

En diálogo con Junín24, poco antes que se cumplieran las 48 horas del feliz estreno, Felipin expresó las primeras sensaciones por la repercusión del que promete ser un éxito viral; pero también se le animó al futuro y los proyectos con la troupe de Marcianos con la que comparte no solo la música, sino la vida entera.

-¿Qué te va pasando con estas primeras repercusiones del videoclip?

-Es una locura en todos los sentidos. Despertarme y ver la repercusión que está teniendo. Sinceramente es la primera vez que me pasa. Hay otros videos en mi canal de Youtube que tienen más de 3 mil visualizaciones. Uno pasó las 14 mil, por suerte. Pero lo loco de esto es que pasaron menos de dos días. Encima en Youtube que es una plataforma difícil para mí, porque es sinceramente en la que menos repercusión tengo. Es mucho más difícil que Instagram, que tiene una viralidad especial. Pero la verdad es algo muy loco que todavía no puedo asimilar.

-¿Todo se gestó durante la cuarentena?

-Así es. Fue parte de una idea que se me ocurrió entre marzo y abril, cuando estaba arrancando todo esto. Me instalé en el estudio, fui sacando muchos materiales y esto era algo que tenía mucho más guardado, esperando que se pudieran hacer un poco más de cosas porque todo estuvo como frenado. Quería que cierren un par de cosas más para poder concretarlo, porque es un trabajo de meses. Cuando estuvo, pude dormir tranquilo por lo menos una noche. Sinceramente solo una noche, porque ya a la siguiente, viendo cómo estaba yendo todo, arranqué otra vez como estaba antes. Ya quiero planear el otro, ya lo tengo en mente. Y a la vez hay un montón de emociones de por medio que no se si me impulsan o me frenan. Me iré dando cuenta a medida que pasen los días.

-¿Cómo fue el proceso creativo?

-Me animo a decir que este videoclip, en lo que sería el margen audiovisual, es el más profesional que hice. Desde el inicio. Antes, cuando hacía un videoclip, cantaba la canción en varios lugares y después recortaba partes y las unía con efectos. Para este me tomé un trabajo especial. Hablando con Gonza, que es mi productor y el que me graba, me comentó la posibilidad de hacer un StoryBoard. Para quien no sabe, sería como tener el video entero programado cada diez segundos. Entonces, en cuatro minutos de video estaba programado cada diez segundos todo lo que iba a ir pasando en el clip. A medida que lo íbamos haciendo surgían cosas nuevas, pero siempre con la base del StoryBoard que habíamos pensado. Fue sentarme 15 o 20 minutos, concentrarme en hacerlo y el cambio fue brutal en cuanto a la grabación, las tomas y la edición. Al final de cuentas todo fue más simple. Además, durante el proceso recibí muchísimo apoyo de mi ámbito familiar, de mi equipo de trabajo, de mis amigos, del Municipio de Junín, de muchísimos sponsors. Todos se portaron de una forma única. Es la primera vez que siento un trato así, de tanto respeto y profesionalismo.

-Como si todo se hubiera alineado para que la canción la explote…

-Yo hace años me mentalicé para esto, porque es un estilo de vida. Capaz que dejé muchas cosas de lado, incluso algunas personas. Me quería mentalizar en la música. Yo lo hablaba con mi mamá, porque para ella al principio fue difícil de entender. Sentía que estaba demasiado metido en eso. Yo en estos días estuve muy diferente. Lloro mucho, me despierto llorando. Son sentimientos que no puedo llegar a manejar.

-¿Qué es lo que te hace llorar?

-Todo lo que me va pasando. Mi mamá me contaba lo difícil que era para ella cuando yo era chico comprarme un par de zapatillas. Entonces, que ahora haya lugares a los que voy y me las dan, me da muchísimas ganas de llorar. Pero es una de las cosas. Hay otras, sentimentales, que tienen que ver con mis amigos, que me sorprenden. O también el ponerme a pensar qué hubiese pasado si tal cosa o tal otra. Pero trato de disfrutarlo con esa gente que realmente quiero.

-¿Y lo estás haciendo?

-Trato. Mi papá falleció hace varios años. Era músico, un genio. Era sordo y tocaba un montón de instrumentos, tenía un montón de bandas. La verdad que una locura lo que hacía. Me da cosa que no haya podido ver esta parte mía. Él me enseñó a tocar el piano, me enseñó un montón de cosas. Todo lo que sé de música. Me dejó esa parte de mi vida encarrilada y siento que tengo que seguir con eso.

«Me da cosa que mi papá no haya podido ver esta parte mía. Él me enseñó a tocar el piano, un montón de cosas. Todo lo que se de música»

-Ya nombraste a Gonzalo, tu productor. ¿Qué otras personas fueron imprescindibles para el lanzamiento de Que no se corte?

-Gonza es un chico que es de 9 de Julio y hace un par de años está estudiando abogacía acá en Junín. Lo conocí un día en la plaza a la que iba todos los domingos a las competencias antes que pasara todo esto. Me comentó que quería grabar y lo tomé como una invitación más de las que hay muchas en el ambiente. Siempre analizo todo lo que me proponen, si me sirve o no, si me hace bien o no. Con él desde el primer momento sentí una buena energía. Le di el ok y hasta el momento que trabajamos. Él tiene un muy buen estudio en la casa. Estamos en un muy buen momento. Pero también desde hace años que vengo formando un equipo de trabajo, que son mis amigos, mi troupe, que son Los Marcianos. Desde hace años estamos en la misma, haciendo música y moviéndonos juntos para todos lados. Ellos son indispensables para mí, son mi familia directamente.

-Me llamó particularmente la atención el lugar de preponderancia que tiene Villa Belgrano en el video. ¿Cuál es tu ligazón con el club?

-Más o menos entre 2004 y 2005 me fui a vivir a la vuelta de la cancha de Villa. De chico jugué ahí, jugué un Nocturno. Siempre hubo un cariño, porque yo me despierto y veo la cancha directamente. Si o si merecía unas tomas. La verdad que recibí un trato excelente. Llamé por teléfono al presidente y no tuvo ningún problema, la mejor. Nos abrieron la cancha, nos dieron ropa para todo el equipo, nos prendieron las luces. Es algo que valoro muchísimo. Le deseo mucha suerte también al club.

-Lo bueno es que ese gesto desinteresado ahora les devuelve como premio mayor visibilidad a través de tu video…

-Totalmente. Eso me gusta muchísimo. Apenas arranca, una de las primeras tomas es en la cancha de Villa. Todas las tomas las grabé de noche. Pero al tener las luces del estadio, es como un día. Es una de las mejores tomas en muchos ámbitos, no solamente por cómo engancho el filmaker la toma, sino también por la iluminación que tenía.

-Se nota que hubo buena voluntad por todas partes…

Y sí, porque en este momento, en cuarentena, todo fue de diez. Los permisos del Municipio, el poder cumplir con todos los protocolos. Porque para hacer esto sinceramente estuve mucho tiempo antes moviéndome, para que sea limpio, como tiene que ser. Yo no iba a molestar ni a pavear. Iba a hacer mi trabajo. Hablaba con quien tuviera que hablar, sabiendo bien cómo era todo. Y no tengo nada malo para decir.

-¿Ya te cayó la ficha de lo que está generando el video? ¿Te genera presión pensar que si esto explota, el próximo trabajo tal vez tenga que explotar todavía más? ¿Te da miedo que no pase?

-Sinceramente, hace años que me gusta el público que tengo. En este momento, con la viralidad que está teniendo Instagram, son muchos los artistas que compran seguidores. Yo no hago nada de eso. La gente que me sigue a mí decide seguirme y eso me pone muy orgulloso. Yo puedo dar un show en cualquier parte, desde una plaza a un bar, y con cualquier artista, venga desde el reggae o el rock. Porque la música que voy generando se puede unir con cualquier género. Eso es muy importante y me permite seguir manejándome de la manera que sienta. Yo me manejo dentro del rap, pero tranquilamente puedo hacer cualquier otro género que me de ganas de hacer. En las redes sociales el rap está muy ligado al trap, pero es algo muy diferente. Es más, no me gusta el trap.

«Son muchos los artistas que compran seguidores. La gente que me sigue a mí decide seguirme. Eso me pone muy orgulloso»

-Acá es donde necesito que me des una lección con las diferencias…

-Para mí el trap es un género repetitivo, comercial, que siento que no va conmigo. Mucha gente me pregunta cuándo voy a hacer un trap, pero yo no podría porque no va conmigo. Es un estilo de vida al que yo no estoy acostumbrado. Se habla de drogas, de si ando en un auto o si me voy con tal chica… Yo tengo otro fin. Escribo lo que siento y si no no lo escribo. Hasta siento que hacer trap es ir a lo fácil. Muy poca gente realmente puede hacer que coincida lo que dice con su estilo de vida si hablamos de trap.

-Y si hablamos de que no se corte, ¿qué onda la movida en Junín?

-Antes que arranque la cuarentena me animo a decir que estaba en su mejor momento. Ya sea por nivel, porque de la zona mucha gente venía a medirse a Junín. Cuando yo organizaba competencias de lo que es rap, de toda la zona venían a competir los domingos. Hasta de otras provincias. Siempre había algo que me sorprendía. Yo arranqué más o menos en 2015 o 2014. A organizar empecé en 2017, cuando dejó de gustarme competir y empecé a dar shows. Me animo a decir que está en el mejor momento por todas las camadas que estoy viendo, como digo en la canción. Se creó un público hermoso que pudo eliminar una imagen fea que tenía el rap para mucha gente. Terminaron yendo familias a la Desli. Por eso me animo a decir que antes que pasara todo esto estábamos en lo mejor, desde los competidores hasta el público. Con muchas ganas y entusiasmo. Es obvio que esto se la bajó a todos, que fue una pausa. Pero hay que tomarlo como un incentivo. Así lo tomo yo.

¿Hay algo más que te haya frenado la pandemia?

-Miles de cosas tengo por hacer. En esta época tenía un montonazo de shows. También tenía pensado arrancar con una escuela de rap y dar clases. Íbamos a hacer una radio con los chicos. Ya tenía toda la semana ocupada antes que pase esto. No tengo dudas que apenas se pueda empezar a hacer algo lo vamos a arrancar. Mientras tanto voy a seguir con los videoclips y con todo esto.

-¿Tenés haters?

-Un montón. Sinceramente no tengo problema con nadie. Voy a la plaza y saludo a todos por igual. Pero sí ha habido gente que dijo cosas. Trato de no dar importancia porque me la baja. Directamente ni pienso.

-¿Es careta Junín?

-Yo siento que no. El término se puede pensar en muchos aspectos. Muchos lo atribuyen a gente que tiene plata y puede ser asquerosa, pero no tiene nada que ver con eso. Careta puede tener cualquier persona.

-Te lo pregunto porque por ahí mucha gente llegó a la canción simplemente porque menciona a la ciudad y por si te preocupa que en próximas canciones mucho de ese público ya no esté.

-Lo tomo de manera diferente. Antes que yo suba la canción, en muchos de los lugares a los que iba gustaba. Siempre en ámbitos diferentes. Incluso a mucha gente que nada que ver con el rap, por la energía que genera y por lo que dice. Pero también porque está hablando de donde viven. Y mucha de esa gente que como vos decís hasta llegó a la canción de casualidad, se prende después. Lo que está pasando ahora es al revés: se prenden con este video y siguen mirando los otros. Por eso digo que admiro mucho mi público, porque es fiel.

-Última de la parte ortiva: ¿Te preocupa que el éxito y la visibilidad, a la vez que a vos te sirve, te genere rivalidades con otros?

-Para mí esto es algo nuevo también, entonces el que sabe cómo fue mi desarrollo artístico y entiende cómo me manejo, no va a tener ningún comentario malo. Hasta ahora todas fueron muy lindas devoluciones. Todavía no le encontré la parte fea, capaz que porque recién empieza. Todo lo que hago, lo pienso por mí y por mi equipo.

-¿Qué tan manija estás dándole refresh al video en Youtube para ver cuántas visualizaciones tiene?

-Ahora estoy mirando la pantalla. Tiene 3.571 (ya pasó las 4 mil). En dos días para mí es un montón. Le faltan 200 me gusta y va a ser el que más tiene. O sea, tenía mil doscientos suscriptores y ahora mil quinientos y pico. Son cosas que van a ir subiendo, pero trato de no vivirlo con presión, sino de estar sereno, de analizar las cosas. Siento que va a fluir de la manera que tiene que ser.

-Empezamos hablando de esas charlas con tu vieja y me gustaría terminar igual. ¿Hablaste con ella de lo que pasó en estos días?

-Ayer fue su cumpleaños. Estrené el 30 y ella los cumplió el 31. En el video aparece ella, con su combi. Mi mamá está re loca, la amo. Una loca sana. No tengo palabras para hablar de ella, porque terminaría llorando. Pero sabe todo lo que siento y cuando lo lea seguramente se va a largar a llorar. Todo lo que se bancó, cuando era más chico y viajaba para todos lados. Los miedos, las inseguridades. Poder devolverle ese apoyo me hace muy feliz.

Por Juani Portiglia

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