UNNOBA se coronó campeón del Torneo Anual de Primera División que organizó la Liga Deportiva del Oeste con triunfo en la final 2-1 ante Sarmiento. Sofía Borsalino y Juana Garayalde fueron las autoras de los goles que valió el quinto título consecutivo para Las Guerreras.
UNNOBA lo hizo de nuevo. La tarde que se volvió noche en cancha de Newbery coronó al equipo universitario como pentacampeón de Primera División y lo volvió el más ganador en la historia del fútbol femenino de la Liga Deportiva del Oeste, acumulando ya ocho títulos en sus vitrinas. De los cinco consecutivos, fue el segundo que conquistó sin ceder ni un solo punto en el camino. Pero lo que lo volvió todavía más especial es que para celebrarlo tuvo que enfrentarse a todos y cada uno de los equipos participantes por disposición del nuevo formato.
En un fútbol en el que tanto gusta hablar de injusticias, vaya si era injusto para Las Guerreras no haber obtenido ningún tipo de premio por haber derrotado a los 10 equipos que se le pusieron enfrente en la fase todos contra todos. Ni final directa, ni ventaja deportiva. Tocó jugar como cualquier otro, sufrir hasta último minuto para dar vuelta el marcador ante Origone en semifinales y volver a verse las caras contra Sarmiento, que se había ido del primer cara a cara con la sensación de que podía hacerle daño y dar el golpe.
Y si en el primer encuentro los estilos habían sido muy diferentes, en La Finalísima se volvieron similares porque ambos apostaron a los ataques directos, resignando posesión por lanzamientos una vez que lograron salir de la fricción que se apoderó de la mitad de la cancha en los minutos iniciales. La primera llegada a fondo fue para Sarmiento y puso a Morena Culaciati cara a cara con Rafaela Carbone, pero la definición de la delantera ante el achique salió desviada. UNNOBA respondió con una ofensiva casi calcada, aunque con Juana Garayalde más apremiada por su marcadora en el ingreso al área, forzando un remate incómodo que contuvo Rocío Lamelza.
En el catálogo de ataques al espacio, la que no iba a fallar sería Sofía Borsalino, que picó habilitada por Sofía Ledesma y apenas ingresada al área sacó un derechazo todo lo ajustado que tenía que ir para superar la volada de la gran arquera que tienen Las Maestras y meterse en el segundo palo, desatando el primer festejo de la tardecita y estableciendo la diferencia mínima con que el encuentro se fue al descanso.
La nueve Guerrera estuvo a punto de repetir en el inicio del complemento, pero el duelo esta vez lo ganó Rocío Lamelza, que la atoró justo cuando llegaba a puntear con dirección de arco. Durante los diez minutos siguientes se vivió el mayor asedio de Las Maestras, especialmente por los envíos de pelota parada que Abigail Corón metió siempre al área con muy malas intenciones. Así llegó la posibilidad para que Sofía Ledesma empujara al gol sobre la línea, pero la acción fue invalidada por posición fuera de juego. También lo tuvo Francesca Álvarez a la salida de un tiro de esquina que Morena Culaciati llegó a cabecear para dejar la pelota muerta en el punto penal, pero a la joya de Pergamino la taparon justo en su intento de fusilamiento a Rafaela Carbone.
UNNOBA logró salir de la situación de apremio a fuerza de sacrificio, porque hasta sus jugadoras de ataque retrocedieron a colaborar con la recuperación de la pelota para volver a dominar la mitad de la cancha, aunque con el arco rival demasiado lejos por momentos. Arrimó Juana Garayalde después de largo tiempo con un remate que salió desviado. Y poco después fue la propia capitana la que corrió a buscar otra pelota larga, aprovechando que la defensa de Sarmiento se distrajo con la posición fuera de juego de Sofía Borsalino, que no participó de la acción. Antes que pudieran llegarle al cruce, Juana buscó el arco con una definición que ya es marca registrada, tirando todo su cuerpo hacia atrás para impactar una pelota que se metió pegada al palo, imposible, y sentenciar el 2-0.
Aunque Las Maestras acusaron el golpe, sacaron a relucir el amor propio para ir en busca de acortar diferencias cuando al partido le quedaban no más de diez minutos. La búsqueda rindió frutos ya en tiempo de adición, cuando Morena Culaciati descontó para ponerle dramatismo a una final que lo tuvo todo. Pero ya no había margen para intentar algo más y el silbatazo arbitral decretó que otra vez era para UNNOBA tiempo de festejar.
En total fueron doce victorias en el Torneo Anual para un campeón que no admite discusión. Un equipo que a fuerza de títulos merece ser reconocido como el mejor de la Liga Deportiva del Oeste. Porque Las Guerreras encontraron la fórmula para ganarlo todo. El secreto está allá lejos y hace tiempo, cuando lo primero que aprendieron fue a aceptar las derrotas.
