Desde robos en comercios, pasando por sustracción de elementos del interior de vehículos estacionados y los ya constantes “escruches” son algunos de los ilícitos cometidos en menos de quince horas en la ciudad.
EN UNA HELADERÍA
La actividad comercial de la heladería Sei Tu de Benito de Miguel y Chile había concluido el martes a las 23 horas y en condiciones normales se retiraron del local pensando en retomar al día siguiente. Pero lamentablemente lo que podría haber sido una jornada normal, se transformó en un dolor de cabeza. Esta mañana, cerca de las 9 hs., un vecino que pasaba en su auto por el lugar, al frenar en la esquina y esperar que le de paso el semáforo, vio vidrios rotos en el local y sin dejar pasar un minuto se comunicó con la propietaria.
Con la mala nueva, la mujer se trasladó a la heladería constatando que de un piedrazo le habían roto un vidrio y del interior una estufa. Además, le habían robado la caja registradora que contenía algo de dinero, mercadería, y un teléfono celular . Se activó el sistema de seguridad, concurrió personal policial, Policía Científica realizó las pericias del caso y la denuncia fue radicada en sede policial. Mientras hay una Investigación Penal Preparatoria por robo, la dueña de Sei Tu , entre otras medidas adoptadas, tuvo que reponer el vidrio templado cuyo costo es cercano a los 50.000 pesos .
BOZZETTI AL 250
La sustracción de garrafas es cada vez más frecuente y una complicación para las víctimas de los ilícitos que no solo se quedan sin el artefacto que se utiliza tanto para cocinar como calefaccionar en días fríos como en la actualidad. Y además, un dolor de cabeza. Como ocurrió la noche del martes en una vivienda ubicada en calle Bozzetti al 250, cuando la propietaria regresó a su domicilio y descubrió que, sin forzar cerraduras, le habían ingresado para llevarse una garrafa.
LA MOCHILA DEL AUTO
Descuidarse por poco tiempo que fuere, es lo que aprovechan los delincuentes que se trasladan buscando elementos para robar. Es la situación que vivió una mujer en horas de la tarde cuando llegó a su domicilio de calle Suipacha al 500, se bajó, ingresó en su casa para salir apenas minutos después. Allí es cuando se llevó la sorpresa. Le faltaba la mochila que había dejado en uno de los asientos del auto. En ella tenía documentación, dinero, tarjetas, entre otros elementos. La denuncia fue radicada poco después en dependencia policial iniciándose una causa por hurto.
