Eran cerca de las 16:30 de este lunes cuando Ariel Talia transitaba por la arteria referida, a la altura de la laguna El Carpincho. Al llegar a la parte más elevada el puente, la explosión. Una piedra había impactado primero en la escobilla del limpia parabrisas y luego en el cristal delantero, dañándolo tal como se puede ver en las placas fotográficas, completamente astillado. En diálogo con el conductor de la camioneta Fiat Toro, destacó a Junin24, que no detuvo en ningún momento la marcha y alcanzó a ver por el espejo retrovisor, la figura de una persona con el torso desnudo y cabello claro que se asomaba desde el guarda rail.
UN DELITO FRECUENTE
No es la primera vez que se produce un hecho de estas características y sólo tiene dos explicaciones.
Puede ser que quien en esta oportunidad arrojó la piedra –de dimensiones importantes-, lo hizo sólo por provocar un daño o de lo contrario intentando obligar al ocasional transeúnte a que detenga la marcha y para luego abordarlo con intenciones de robo. Vale remarcar que tanto Circunvalación como Ruta Nacional 188 suelen ser escenario de este tipo de situaciones.
Y en lo que a riesgos respecta, la reacción de un conductor al sentir la explosión, es imprevisible y nadie está exento de realizar una maniobra que termine poniendo en riesgo su vida o la de personas que ocasionalmente circulen por el lugar. Como fuere, y más allá del tema económico –la reposición del cristal ronda los 120.000 pesos- las consecuencias de estos hechos, van desde lo monetario hasta en el otro extremo, cuando menos personas lesionadas. Hoy, sólo un daño material que una compañía de seguros cubrirá. Aunque podríamos estar contando otra historia.