Este domingo, desde las 17.00 y en Ciudad Deportiva, Sarmiento iniciará ante San Miguel el camino en la que será su tercera temporada en la Primera B, con un nuevo cuerpo integrado por Agustín Lavagnino y un plantel muy renovado que mantiene muy pocos nombres en relación con el que en 2019 inició la aventura del fútbol femenino de AFA.
En medio de esa renovación, sin embargo, tuvo lugar el regreso de la máxima goleadora de Las Maestras en la categoría. Sofía D’Ambrosio, que dejó Racing tras finalizar su contrato tras una temporada en que una lesión le impidió competir de igual a igual, forma parte de la primera convocatoria del nuevo DT y muy probablemente saltará a la cancha como titular, esperando reencontrarse con el gol.
«No tengo mucho tiempo de entrenamiento, pero el torneo ya arranca así que espero poder seguir adaptándome de la mejor manera. El hecho de que ya empiece por un lado está bueno porque obviamente lo que una quiere siempre es jugar. Por el otro lado no está tan bueno porque quizás físicamente no siento que estoy al cien por ciento, además que es un grupo nuevo y tampoco me conozco tanto con mis compañeras», expresó la toldense en diálogo con Junin24 Fútbol Femenino.
En Rácing, su primera experiencia como futbolista completamente profesional, Sofía D’Ambrosio conoció también de los intereses que van más allá del fútbol y que muchas veces conspirar contra la justa competencia deportiva. Dando muestras cada vez que le tocó jugar de que estaba a la altura de la máxima categoría del fútbol argentino, le tocó sin embargo jugar mucho menos de lo que esperaba.
La situación, en sus propias palabras, la hizo perder mucha de la confianza con la que se había ido de Sarmiento y es por ello la necesidad de buscar recuperarla bien cerca de los suyos. «Me terminé de convencer de volver a Sarmiento porque ya no quería estar en Buenos Aires. Quería estar acá en Los Toldos y a la vez seguir jugando al fútbol. Entonces, era Sarmiento o nada. Llegué a pensar en no jugar. Hoy en día, por todo lo que viví el año pasado, no termino de estar completamente motivada. Siento que perdí un poco la confianza. Pero me dije que lo voy a intentar un último año», señaló.
Y agregó: «Espero que el inicio del torneo me devuelva esa motivación. Creo que va a ser así. Es mucho sacrificio, por momento me siento cansada, con ganas de enfocarme en otras cosas, pero vamos a ver. Cuando llegué prácticamente no conocía a ninguna de las jugadoras. Me encontré con un grupo muy joven. Son chicas que juegan bien, que tienen mucho futuro. A la vez hay cosas por pulir que creo que se ganan con la experiencia».
Pese a la juventud del plantel, Popi considera que van a ser un equipo competitivo, aunque prefiere no poner todavía un objetivo grupal sino dejar que este vaya decantándose con el correr de los partidos. «No está planteado el objetivo del ascenso. Agustín (Lavagnino) hace mucho hincapié en el proceso, porque entiende que es un grupo nuevo y que esa consolidación, que es muy importante, va a llevar tiempo. Vos pensá que el primer equipo que tuvimos, que se formó nuevo, de todas maneras tenía muchas jugadoras que ya nos conocíamos de haber jugado juntas. En este equipo, en mi caso no es así», remarcó.
A su vez, considera que el resultado que arrojó el sorteo del fixture y las zonas puede favorecerlas teniendo en cuenta que hay en el equipo muchas futbolistas que todavía no sumaron experiencia en AFA: «No sé cómo quedaron los equipos, pero viendo las dos zonas la nuestra parece la más accesible. Creo que no tenemos un mal equipo y que tenemos un inicio de torneo que puede favorecer a que tomemos confianza».
La realidad de la Primera B muestra que no solo a Sarmiento le ha tocado atravesar un profundo recambio, sino que la amplia mayoría de los planteles han tenido que reestructurarse. Sofía D’Ambrosio entiende que esto se debe a la imposibilidad o indecisión de hacer frente a los esfuerzos económicos que se hacen en la máxima categoría del fútbol argentino.
«El problema es que los clubes de la B en muchos casos no tienen nada que ofrecer, entonces los clubes de Primera se van a llevar las mejores jugadoras. En la B también va a ser así. El club que más invierta en el fútbol femenino va a ser el que tenga las mejores jugadoras. No tengas dudas», aseguró.
LOS REENCUENTROS
En su regreso a Sarmiento, entre las muchas caras nuevas, PopiGol se reencontró con jugadoras con las que se entendió muy bien en la cancha, como Lucía Mansilla, Melina Garialdi y Brunella Gutiérrez, aunque finalmente ninguna de ellas formó parte de la primera convocatoria. «Fue algo lindo. Volver a encontrarme con ellas fue algo que me motivó un poco más. Estoy tratando de recuperar en primer lugar la confianza en mí. También de sentirme cómoda en el equipo. Creo que a medida que vayan transcurriendo los partidos va a ir pasando», dijo.
Y agregó: «Yo sé que me van a bancar, obvio. Pero cuesta. No quiero ponerme un objetivo de goles. Ahora Agustín cambió un poco la formación y me ha tocado entrenar jugando como extremo. Me gusta, porque me queda la cancha de frente y me queda cómodo. Pero obvio que también me sentía cómoda cuando jugábamos con dos arriba, con Meli, por ejemplo, que yo me entiendo mucho. Todo es cuestión de adaptarse y de entrenar».
NUEVO APODO
La toldense que dejó Sarmiento como PopiGol, ganó durante su paso por Racing un nuevo apodo, que pese a tener un origen no del todo feliz, hoy recuerda con mucha simpatía. «Me pasó que el técnico me dijo que Racing no era como Sarmiento, que era Deportivo D’Ambrosio. Me tiró esa. Y las chicas ya me empezaron a decir Deportivo D’Ambrosio, jaja».
