«Defender a la clase media trabajadora argentina», por Valeria Arata

Locales

Comenzábamos este 2016 con enormes desafíos en materia política. En el orden nacional y provincial las administraciones kirchneristas dejaban al gobierno del presidente Mauricio Macri y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, situaciones confictivas para el funcionamiento del Estado.

Sin embargo, la promesa de cambio y el resultado electoral renovaba el aire en un país que ya comenzaba a sentirse ahogado.
Desde el Frente Renovador teníamos la certeza de que nuestro rol era fundamental en la gobernabilidad de la Nación y la Provincia, representando el equilibrio y manteniendo el criterio entre los extremos que, a nuestro entender, significaban el presidente Macri y la aún vigente Cristina.

Así fue que acompañamos las leyes fundamentales que necesitaban los nuevos mandatarios para poder llevar adelante sus planes de gobierno. Para nombrar ejemplos gráficos en la Nación, Sergio Massa se comprometía a acompañar la salida del default con el pago a los holdouts, mientras que en la provincia aprobábamos un endeudamiento histórico para su reordenamiento y reparación.

La primera parte del año estuvo protagonizada por el ajuste, la inflación, la quita de subsidios a las tarifas, el aumento de las tasas de interés, la pérdida del poder adquisitivo y la caída del consumo, que se intentó neutralizar con las promesas sobre la reactivación económica que llegaría en el segundo semestre. Sin embargo el segundo semestre nunca llegó. La clase trabajadora argentina sufría la mayor presión impositiva de la historia y los sectores productivos de la pequeña y mediana empresa no cubrían los gastos de producción.

Este ha sido un año difícil, donde los que menos tenían, tienen aún menos, y los sectores más concentrados de la economía son los únicos que han ganado. Evidentemente este no es el modelo que queremos para nuestro país y no creo que sea el cambio que la mayoría de los argentinos estaban esperando.
La discusión de fondo es cuál es el gasto del Estado y quién lo financia. Si seguimos presionando a la clase trabajadora y a las pequeñas y medianas empresas para sostener un gasto público que sigue aumentando el déficit, inclusive más que años anteriores, entonces es una receta que evidentemente no va a funcionar.

Nuestro compromiso sigue siendo el de acompañar y colaborar en la gobernabilidad, por eso nuevamente hemos aprobado el presupuesto de la provincia de Buenos Aires y un nuevo endeudamiento millonario. Pero al mismo tiempo no estamos dispuestos a dejar que desaparezca la clase media trabajadora argentina, y vamos a ser contundentes a la hora de defender sus intereses como lo ha hecho Sergio Massa en este final de año exigiendo que se discuta y se cumpla el compromiso asumido con el impuesto a las ganancias.

Seguimos siendo optimistas en relación al futuro, pero ya no por descansar en las buenas intenciones de otros, sino por la confianza que tenemos en nuestras convicciones y en el liderazgo político de Sergio Massa.

Por un mejor 2017, felicidades.

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