El cambio en nuestra Argentina es fundamentalmente cultural y necesitamos seguir haciéndolo todos juntos.
Cambiemos nació para terminar con los años de corrupción, saqueo, falta de obras y pérdida de valores que sufrimos los argentinos. Sabíamos que no sería un camino fácil, pero aceptamos el desafío, sabiendo que emprender esta tarea de servicio nos traería amarguras, pero con la firme convicción de que debíamos participar en política, porque si los argentinos de bien no nos uníamos, nos seguían devorando los delincuentes y saqueadores que estaban en el poder.
Decidimos ir al frente con todo, sin parches. Luchando por ejemplo contra el narcotráfico y esa droga que estaba cada vez más cerca de cada uno de nuestros hijos, en una Argentina que ya contaba con cocinas de droga y mafias en crecimiento. También era una Argentina con falta de obras fundamentales como agua, cloacas, asfalto, luminarias, rutas y autopistas, que permitirán luego hacer más obras para mejorar la calidad de vida de todos.
Decidimos, gracias a la confianza de nuestros vecinos, tomar ese desafío. Y aquí estamos, en ese momento en que muchos se empiezan a poner nerviosos, porque ya no tienen bolsos para revolear, ni cuadernos en los que anotar. Se quedaron sin su gloria.
Por eso nos atacan, con notas «periodísticas» falsas, afectando nombres de integrantes de Cambiemos que venimos a la política para servir, y no para servirnos de la política.
Entendemos que el cambio es grande y fundamentalmente cultural. También entendemos que cuando se afectan intereses escondidos, saltan ataques desesperados e infundados, como los que leemos semanalmente. Pero todo esto, nos dice que vamos por el buen camino, que debemos seguir cada día más juntos, porque así las mafias se pondrán cada vez más nerviosas, ya que no podrán volver a robarnos el país.
Los valores no se negocian.